¿felicidad?

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Es de madrugada y el frío cala un poco en mi piel, veo a mi costado y mi bella secretaria esta profundamente dormida, acaricie su espalda con mis dedos y  sentí su piel joven y tersa, ella solo se cubrió con la sábana, suspiro cansado al recordar a hinata, aun parece mentira que ella no esté  en casa siendo tan obediente como siempre, quisiera estar preocupado por ella mas no logro quererla, desde que la cargue por primera vez quise sentir cariño por ese bebe, pero siempre fue en vano ya que nunca logré sentir dicha con sus dibujo o con sus calificaciones que fueron buenas siempre, su madre se alejó de mí poco a poco y mi primera amante llegó como una luz en el camino, no lo negaré me sentí bien al alejarme de esas dos mujeres que tenia en casa, despues de todo era agobiante soportar su llanto cada instante, al poco tiempo su salud empeoró al tener asma, eso solo complicó todo y hana estaba preocupada por nuestra hija, mas no lograba sentirme de la misma manera, eso me hizo odiarme cada vez que ella estaba en el hospital, con cada día en ese lugar deseaba que nunca hubiera nacido.

Me siento desesperado y mas al tener la presión de mi hermano sobre mis hombros, y para colmo ella hiso el ridiculo aquel dia que fue abuscar al uzumaki, su madre nos llamó para ir por ella ya que estaba en un mal estado, todos se enteraron de que ella había rogado amor, eso era la gota que derramaba el vaso, estaba tan molesto que solo pude golpearla y decirle que la odiaba por ser tan débil , sus ojos mostraban dolor mas no me importo, solo quería que desapareciera de mi vida, a los pocos días ella se marchó con algunas cosas, y en vez de sentir preocupación sentí alivio.

Tomó asiento en la orilla de la cama mientras recuerdo sus primeros paso, siempre fueron dirigidos a mi, pero nunca fuy capaz de tomar su pequeña mano, hana me odio al ver mi rechazo, y ese sentimiento creció el dia en que se enteró que mi amante había quedado embarazada, mas no lo acepte y deje a ese bebé con su madre, al poco tiempo supe que lo perdió, mire a hinata en diversas ocasiones y se veía tranquila en su habitación, su madre comenzó a faltar a la casa y a pesar de saber lo que ocurría lo ignore, mi hija creció bajo la tutela de diversas niñeras que siempre sentían pena al tener que dejarla, ninguno de los dos nos tomamo el tiempo de saber si ella era feliz, cuando llegó la adolescencia ella solo se escondía en su habitación, eso solo logro exasperarme, y la regañaba por no ser una niña sociable, en cada reunión con mis amistades recibí comentarios sobre la seriedad y timidez que tenía mi hija, eso me hacía sentir tan humillado, es como si hubiera nacido para hacerme pasar malos ratos a cada instante, me acerque a la mesita de la habitación y me serví un poco de champagne, era simple al pasarla por mi garganta, tan simple como hacer que mi hija murió, tal vez mi hermano lo comprendería.

 Karin despertó al no sentirme cerca, camino a mi con sensualidad y me beso con suma pasión, una vez mas necesito huir de mi realidad,  y esta joven chica me propone tener una aventura sin involucrar sentimientos, correspondi a su pasión para hacerlo una vez mas.

La casa es fría y hiashi no a vuelto de seguro esta con esa amante que es mas joven que yo, veo la cantidad de botellas que me e terminado y solo puedo reir, que ilusa soy al seguir amandolo pero no puedo hacer nada para dejar de mar a ese hombre de hielo, destapo otra botella y me sirvo una copa mas, mientras el líquido pasa por mi garganta siento las lágrimas que recorren mis mejillas, me encantaria saber que es lo que me duele.

Subo con torpeza las escaleras, entro a mi habitación y veo con ironía la foto de bodas, nos veíamos felices y enamorados, !ja¡ ahora disfruta otra mujer de su cariño, tomó la botella y doy un gran trago, me acuesto en la cama y puedo ver en la entrada de mi recama a hinata con su semblante preocupado, pidiéndome que no beba mas, lanzó la botella para que me deje tranquila, mi celular suena y respondo con pesadez -¿hana ya sabes dónde esta hinata?- mi ira se acrecienta al ver a shino preocupado por ella - aburame deja de pensar en mi hija o ¿acaso no te doy el suficiente dinero para que finjas amor y atención a mi persona?- el enmudeció por un instante - hana estas ebria lo mejor será dejarlo por el momento, solo te dire que busque la ubicación del celular y me lleva a un acantilado, tal vez tu hija ya murió- sentí como mi sangre se helaba - ¿estás seguro que esta en el acantilado? - el solo respondió con un si - mira que si es estupida, esta bien que bueno que murió - su tono de voz mostró molestia - ¿ hana en verdad eres su madre? por que lo dudo en verdad- lágrimas cain con amargura , el me colgó dejándome escuchar el timbre de la llamada finalizada, me hice un ovillo en mi enorme cama mientras lloraba y recordaba mi embarazo y la felicidad que sentí cuando la vi abrir por primera vez sus bellos ojos perlados, a mi mente vino el dia en que me llamó mamá por primera vez esto solo me daba amargura, corrí a su habitación y destrui todo a mi paso, como puede ser tan ingrata y haber hecho una estupidez como esa, estaba cansada y me deje caer en el suelo mientras me aferraba a aquella muñeca que le di cuando era una niña de dos años, ella la cuido con amor, como una madre cuida a su hija, ¿ de donde aprendió a ser buena madre?  si yo la odie desde ese dia que supe que tendría un hermano, fue fácil provocar ese aborto, y otros que comprometían a mi esposo, cubrí mi rostro con mi manos ¿ en que monstruo me he convertido?... la puerta se escuchó y sabia que habia llegado hiashi, subio por las escaleras y me encontró en medio del desastre - hana estas ebria le vantate- me negué a que me tocara - hiashi nuestra hija a muerto- el me miro incrédulo - por favor no digas tonterías - mi llanto se acrecentó -hiashi nuestra hija se suicidó en  un acantilado, ahora seremos felices sin esa pena que ella nos traía a nuestras vidas- el me miro con ira y me golpeó hasta cansarse, quede en el suelo con moretones y con sangre en mi rostro - golpéame todo lo que quieras, pero al menos ella ya se livero de esta vida- el se inco frente a mi y me pidió perdón mientras me abrazaba, esa mañana nos mantuvimos abrazados hasta saciar la amargura de perderla,¿tal vez no era tan mala idea tenerla cerca?.

bad boyWhere stories live. Discover now