_________ Se encontraba sentada en las gradas del gimnasio, observando como todos bailaban una lenta canción y se sonreían entre sí. No pudo evitar sentirse mal, ella podría ser una de esas chicas. Si tan solo hubiera un chico que quisiera fijarse en ella. ¿Por qué era tan difícil encontrar a un buen chico en esos días?
Sintió que alguien se sentó junto a ella y miró de reojo. Era uno de los chicos nuevos en la escuela, había llegado esa semana junto a su hermano y hermana, aunque no conocía el nombre de ninguno. En fin, se encogió de hombros mentalmente y devolvió su mirada al frente.
El chico a su lado se removió.
––-Hola.—escuchó. Su voz sonaba algo gruesa, incluso tal vez mayor para un chico de secundaria, pero al mismo tiempo suave y un tanto dulce.-—¿Nos conocemos?
_____ miró en su dirección, nerviosa. Era un chico de buen ver, bueno, más que eso. La verdad es que era muy atractivo. Tenía la piel pálida, que contrastaba con sus ojos y cabello oscuros.
––Me parece que no.---le sonrió y el chico le devolvió el gesto, casi provocando que sus mejillas enrojecieran.
––Soy Adam Davenport. Llegué esta semana.—el le ofreció su mano y la chica la tomó en seguida.
––-________ Brown. ––dijo.
––-Tu apellido es como el color de mis ojos.—dijo Adam y ella no pudo evitar reír, a pesar de que en algunas ocasiones había golpeado personas por decir precisamente aquello. En él parecía diferente, su rostro no tenía ni un ápice de burla, sino que por el contrario, lucía inocente. A _____ le agradó.
––-Si, lo escucho bastante.-—-rió.
––-¿Quieres bailar?—ofreció su mano una vez más.
_______miró a la pista y vio a todas las parejas bailando una nueva lenta canción. Era su favorita, sería un pecado capital no bailarla con aquel chico.
––Claro.—tomó su mano y la sangre subió a sus mejillas, dándoles un aspecto rosado que, siendo sinceros, a Adam le pareció lindísimo.
Y así se pasaron las horas. Bailando y conversando, riendo el uno con el otro como si se conocieran de toda la vida y no apenas esa noche. Adam era un chico muy tierno y ocurrente, _____no podía pasar mas de dos minutos sin reír en su compañía.
El tiempo se fue tan rápido que apenas si se dieron cuenta cuando anunciaron que el baile había terminado.
Se dispusieron a salir de la pista, pero Adam no soltó su mano en ningún momento. Cuando estuvieron fuera del gimnasio, éste habló.
––-¿Necesitas que te lleve a casa?—se ofreció.
––Vine en mi auto.—respondió ella.—Pero gracias.
El castaño se ofreció a acompañarla hasta este y cuando llegaron agradeció por la compañía.
Adam sonrió dulcemente, depositó un suave beso en su mejilla y dijo:
––Fue encantador conocerte.
Sonrió una vez más, y luego caminó hacia su propio auto.
Y ______ supo que no podía haber existido una noche más perfecta.
De verdad espero que les haya gustado. En serio que amo mucho a Spencer y creo que gracias a el mi creatividad va a resurgir de nuevo y así podré avanzar este proyecto además de las otras historias en las que he estado trabajando anteriormente. Gracias por leer:) <3
-Eliza:)
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