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Su celular sonó. Esto ya era el colmo.

- Estoy resignada a dormir en paz en esta casa, la puta madre.- Agarró su celular de la mesa de luz sin ver quién la llamaba.

- ¿Hola? - Dijo adormilada.

- ¿Por qué te fuiste a Argentina? - Al reconocer su voz, enseguida sus ojos se aguaron.

- N-no te importa.

- Me importa, sí. Me dejaste acá, sólo, sin poder decirte nada. Sin poder despedirme de vos.

- No quería despedirme de vos, ni siquiera quería que sepas que me iba a mudar.

- ¿Por qué? Somos hermanos, nos tenemos que contar las cosas, nos tenemos que apoyar mutuamente.

- No, no seas careta. Me hiciste la vida imposible, me agredías mentalmente, siempre me usaste para tus bienes y nunca estuviste ahí como están los hermanos. Ahora que estoy haciendo lo que me gusta y lo que quiero por primera vez, no me vengas a romper las pelotas .- Dijo ya llorando.

- Volvé a Uruguay, por favor.

- No pienso volver, y si voy va a ser para visitar a mi verdadera familia. No a vos.

Cortó la llamada y empezó a llorar. Su "hermano" fue la persona más basura que conoció en su vida. Siempre hacía algo para evitar que ella estuviera bien.
Se levantó de su cama y tiró una lámpara, estaba realmente enojada. Sin querer, pisó un vidrio de la lamparita de luz que se había roto.

- ¡Ey, ey! ¿Qué pasó?- Duki entró a su cuarto y se encontró a Aisha sentada en el suelo, llorando y con el pie sangrando.- ¡Marcos, traeme el botiquín!- Gritó y en unos minutos tenía a Marcos con el botiquín en mano. 
Mauro sacó la media del pie de Aisha y empezó a curarla. Marcos se sentó al lado de su amiga y la abrazó mientras lloraba.

[...]

Aisha estaba viendo la televisión con un buzo de manga larga que le quedaba bastante grande, un short y con el pié vendado.

- Te traje esto.- Duki le dio una taza de té.- No sé cuantas cucharadas de azúcar le ponés, así que le puse tres.- Aisha aceptó la taza.

- Gracias, no te hubieras molestado.- Le sonrió y Duki se sentó al lado suyo.

- Escuchame, yo sé que no empezamos muy bien, pero sos la mejor amiga de mi mejor amigo, sos como su hermana y si él está mal por vos, yo estoy mal. Por ende, no quiero que estén mal ninguno de los dos. No sé lo que pasó, pero si querés hablar siempre voy a estar. Esto es así, si uno en esta casa está mal, el otro también. Nos apoyamos como el crew que somos, y vos quieras o no, ya sos parte de la cmk.- Aisha dejó la taza de té en la mesa ratona y abrazó a Duki. Lo tomó bastante por sorpresa, pero le devolvió el abrazo gustosamente.

- Gracias, enserio.- Duki sonrió.- ¿Empezamos de nuevo?- Aisha estiró su mano.

- Hola, soy Mauro Ezequiel Lombardo, tengo 20 años y soy parte de la cmk.- Aceptó su mano.

- Hola Mauro, soy Aisha Baumann y tengo 19 años.- Sonrieron.

- Te faltó decir que sos parte de la cmk.- Aisha sonrió. Al fin se sentía en familia.

Destroying.- Duki.Where stories live. Discover now