Confesiones de una... ¿lesbiana?

¿Adios?

- Me pediste tiempo y es lo que tuviste, no voy a estar a la espera de cuando quieras amarme.
Cloe miró hacia alrededor, pensando que decir.
- Creo que ser mejor si lo dejamos así, yo estoy ahora con Ivonne, y me gusta como es nuestra relación.
- Lo se, agradezco el tiempo y el cariño que me diste. Nos vemos.

Me giré sobre mis talones dejándole con una respuesta en su boca, no quería escucharla.
Habían pasado ya un mes desde nuestra platica y nada cambiaba, las conversaciones en internet eran muy indiferentes.

La relación se iba abajo y ninguna de las dos hicimos nada para levantarla, quizá por miedo, quizá por qué no era el tiempo, o porque nos pertenecíamos pero no para compartir una vida juntas.
De todas formas, agradezco el tiempo que me dedico y el cariño que me dio. Me abrió los ojos a un mundo nuevo en donde ahora tenía muchas posibilidades de ser diferente.
El corazón iba a sanar a su tiempo, y eso es lo que me dedicaría a hacer, a conocerme a mí, a disfrutar mi compañía, a superarme cada día y a amarme así como era, porque nadie iba a hacerlo si yo no lo hacía primero.

Por ahora, sigo el camino de la vida, ahora más fuerte y mejor preparada, ya no espero a nadie, quien tenga que llegar va a llegar y quien tenga que irse, se irá.

Las vacaciones pasaron rápido, me la pase en casa viendo series y leyendo, las inscripciones serían ya en una semana y necesitaba alistar los papeles para el siguiente ciclo.
El recuerdo de Cloe ya no dolía, y eso era bueno.

El día de la preinscripción, a nuestro grupo lo repartieron entre los demás grupos. Grupo 12. El grupo de Cloe.  
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Aquí acaba la historia... ¿o no?
Quiero agradecer a los que leyeron hasta esta parte y que me acompañaron en el pequeño transcurso de la misma, es el fin de esta historia, pero la vida sigue su transcurso y nuevas experiencias vienen.
Dejen un comentario si les gustaría que continuará la historia, ya que si hay una continuación de esta.

Gracias por leer, sXylo.