×Dónde esta el corazón×

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La puerta del apartamento estaba abierta, así que Jisung entró sin problemas, con un mantel de plástico en las manos. Jaehyung y WinWin iban justo detrás de él, trayendo pan de maíz cocido al horno.

- Ah, bien- Renjun señaló en dirección a la cocina- Llevenlo allí. Donghyuck y Johnny se están encargando de la comida- miró a Jisung- Y tú…- volvió a mirar hacia Mark y Doyoung, que seguían discutiendo sobre los muebles- espera a que esos dos terminen, para hacer algo con ellos.

Jisung arqueó una ceja.

- ¿Por qué no colocan esa mesa al final de la otra, formando un ángulo recto?

- ¡Porque entonces alguien se tendría que sentar en la esquina!- gritaron Mark y Doyoung a la vez y siguieron discutiendo. Renjun suspiró; quería sentarse, pero sabía que, en cuanto dejara de vigilar, ocurriría algún tipo de catástrofe. Tal vez cuando Jaeno volviera… El chico comprobó la hora en su teléfono móvil, preguntándose dónde estaría. Llevaba fuera dos horas. Por suerte no estaría haciendo favores especiales al panadero, a cambio de las tartas.

Entonces, como si aquella idea la hubiese invocado, el rubio entró en casa, con las bolsas balanceándose y suspirando de alivio.

- Menos mal que no se han roto… ¿Qué está pasando?- preguntó, observando que Mark y Doyoung estaban a punto de matarse y todavía no había nada listo.

- Nos hemos salido del horario- contestó Renjun, mientras Jisung se unía al debate sobre la mesa. Entonces, se acercó al rubio y cogió una de las cajas- Huele bien.

- Dirás "huele de maravilla"- le corrigió Jeno, adentrándose en la cocina, que estaba tan caótica como el comedor. Haechan estaba cortando el maíz en forma de pirámide, mientras Johnny estaba ocupado con los boniatos caramelizados. Al ver a Jeno, le pidió que se acercara para probarlos.

- Dime cómo está. No sé qué tal me habrán salido y no puedo tocarlos…- le llevó un trozo a los labios- ¿Bueno?

Jeno asintió y sonrió.

- ¡Los mejores boniatos caramelizados que he probado nunca!- dijo, tratando de coger más, pero él le apartó la mano.

- No hasta la cena, Jeno. No queremos que se te quite el apetito.

Cierto. Había olvidado que era la estrella del espectáculo, la persona por la que todos estaban haciendo eso. Por eso, el rubio tampoco se sorprendió al tener que probar el maíz, el puré de patatas y las verduras fritas. En cuanto lo hubo probado todo, lo echaron educadamente de la cocina.

- ¿Qué quieres que haga?- le preguntó a Renjun, presintiendo que su ayuda vendría bien.

- Hmm…- pensó él, mirando el apartamento- Ve a sentarte en el sofá, métete en Internet y busca algo que pueda gustarme en concepto de regalo de cumpleaños- Jeno lo miró secamente, mientras Mark y Doyoung, habiendo llegado a una especie de acuerdo con Jisung, colocaron las mesas una al lado de la otra. Renjun le devolvió la mirada, seriamente y sin dar ninguna muestra de vacilación, así que el rubio no tuvo más remedio que suspirar y hacerle caso.

- Vale, pero no te quejes si te regalo algo como una suscripción al Club de los Amantes de las Frutas, o algo así- dijo finalmente, atravesando la habitación. Al menos Jisung estaba ahí, así que podrían ver alguna película navideña juntos.

- Renjun- gritó Doyoung, colocando las sillas de más alrededor de la mesa- siempre pones tu musiquita deprimente así que, ¿por qué no tratas de poner algo más alegre hoy?

Renjun estrechó su mirada.

- ¿Estás retándome?- contestó él, chascando los nudillos mientras se acercaba al reproductor de mp3 conectado al estéreo.

Muse (NoRen)Where stories live. Discover now