"Inesperado"

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Habían pasado ya algunas horas y Shizuo no dejaba de llorar arrepintiéndose de no haberlo detenido, no sabía ya que hacer, cuando escuchó que alguien tocaba la puerta de la casa preguntándose quien podría ser, pues Izaya tenía llave para entrar, así que tomó lo primero que encontró y se lo puso limpiando sus lágrimas para ir a abrir, era una chica musculosa de muy baja estatura peliroja con una mirada amenazadora.

-¿te puedo ayudar en algo? -decía Shizuo al ver a aquella chica en la entrada-

-Mi nombre es Sharaku Mikage, Izaya me mandó para entrenarte - decía la chica

Shizuo se sorprendió al escuchar el nombre de Izaya y entendió que aquella chica era de quien le había hablado Izaya, la dejó pasar y le pidió que esperara unos minutos mientras iba a bañarse pues entendía que iba a llevar mas de unos cuantos minutos aquello y aún no estaba presentable, recogió su ropa después de bañarse y regresó para ver que era muy evidente que Izaya vivía ahí pues había muchas cosas de él en el sillón haciendo que se apenara Shizuo

¿Tú y él, tienen alguna relación? -dijo la chica después de notar muchas cosas de Izaya en el departamento de aquél mientras se bañaba

Si, somos amigos -decía Shizuo algo nervioso- hace tiempo se quemó su departamento así que mientras conseguía uno ah estado viviendo aquí, como ya puedes verlo 

según oí de Izaya no le agradas -decía para entender la situación- ¿estás fingiendo ser su amigo para después matarlo? realmente no creo que alguien siga las ordenes de Izaya al pie de la letra

Shizuo se sorprendía un poco por su actitud y entendió que si aquella chica quisiera traicionar a Izaya sería malo, así qué, sería mejor fingir que se llevaba mal con él para saber que tramaba - pues.. si somos enemigos realmente

-mientes- decía segura la chica- con tu fuerza no tienes que fingir llevarte bien con él, simplemente pudiste haberlo matado cuando se quedara dormido desde hace días

No entendía que estaba pasando pero no le quitaba los ojos de encima a esa chica, no confiaba del todo en ella - ¿y tú.. - fue interrumpido por ella

yo sólo eh venido a entrenarte, que eso quede claro -afirmaba la chica mirándolo- aunque para entrar al dojo no debes mencionar que eres amigo de Izaya, mi hermano le guarda rencor así que es mejor que no menciones su nombre ¿quedó claro?

Entendió que a eso había ido la chica y asintió - bien.. y ¿cuando empezamos?

-mañana mismo, me han pagado para empezar mañana, así que prepara toda la energía que tengas porque va a ser un largo entrenamiento - decía Mikage entregando un papel a Shizuo con la dirección de aquél dojo en el que a partir de mañana asistiría, aquella chica se dispuso a salir dejando a Shizuo en aquel departamento

Shizuo suspiró pues entendía que para serle útil a Izaya era necesario aquél entrenamiento, entendía que iba a disponer de muchas horas de su día y que seguro tendría que renunciar a su trabajo, era una decisión difícil, dejar aquella vida que había tenido hasta el momento, pero todo era por Izaya, así que tomó su teléfono y llamó a su jefe para darle la noticia, aquél hombre entendía que Shizuo había estado muy distante algunos días y otros estaba bien, no quiso preguntar y sólo dijo que había sido un gusto, Shizuo se sentía desanimado y confundido, no se encontraba a el mismo, aún así entendió que si él estaba pidiendo a Izaya que cambiara y lo estaba haciendo, él también tendría que sacrificar cosas si quería seguir con él, suspiró y se recostó en aquella cama para pensar hasta que le dio la noche y se quedó dormido.

Era una mañana brillante, más brillante de lo normal - maldito sol -dijo Shizuo dirigiendo su vista a la cortina que se encontraba abierta y sonrió un poco - Izaya la dejó así, vaya que es molesto despertar con el sol, aún así he quedado en ir con aquella chica - se levantó y fue a bañarse para alistarse y pasar por el sillón viendo todas las cosas de Izaya sonriendo - si que es evidente que vive aquí, esa pulga.. -sonreía- me pregunto que color era el que quería para las paredes, nunca le gustó vivir aquí pero se adaptó muy rápido, dándome ordenes de que fuera por ésto y aquello, definitivamente es muy caprichoso, no me sorprendería que hiciera que su secretaria hiciera la mayoría de sus deberes -rió un poco y vio la hora en su celular (11:00am) y sonreía para recoger algunas cosas de aquél sillón para que se viera más acomodado y salir a aquella dirección.

Lo que no nace, se hace. (Shizaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora