Cap. 27

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Luego de que Ajin se fuera, ellos se quedaron contemplando la mansión en llamas negras.

Era increíble ver como toda Vongola se desmoronaba frente a sus ojos.

Todo por las decisiones y actos cometidos por todos ellos hacia el cielo que acababa de irse. ¿De no haberlo usarlo, hubiera ocurrido lo mismo? No, por supuesto que no, esto no hubiera pasado, Hitoshi todavía tendría a su hermano mayor a su lado, Timoteo podría haber seguido con vida, Kyoko no habría muerto y Tsuna no hubiera adquirido esas llamas negras.

Pero no podían lamentarse, sus acciones ya habían sido las equivocadas, debían asumir la realidad que ellos mismos crearon y llevar las consecuencias de sus actos hasta el final.

Aunque no toda la culpa recayera en ellos, aunque no fueron los que planearon todo desde el principio, si cooperaron en lo que los llevo a esto y tenían un poco de culpa.

Los ex guardianes por las palabras que le dijeron a Tsuna.

Reborn por solo seguir órdenes y abandonar a su estudiante a la suerte.

Hitoshi por no hablar y detener a su padre.

Todos tenían culpa al final y no podían hacer como si nada pasaba, debían afrontarlo y comenzar a entrenar, tal vez de esa forma Ajin no los aniquilara tan rápido.

-Shiyo...-lloriqueaba Hitoshi mirando su caja arma, su conejo en honor a su hermano, fue tragado por el propio león de su hermano.

A él siempre le gustaron los conejos, pero a su hermano le gustaban los felinos, en especial los gatos. Eran gemelos, pero sus gustos casi nunca congeniaban.

En primera a él no le gustaban las cosas dulces, a diferencia de su hermano que podía comerlas siempre y no le pasaba nada, terminaría muriendo de diabetes, pero recordó que este ahora era inmortal y podría revivir.

A él no le gustaban los videojuegos o los mangas, no le encontraba sentido, prefería gastar su tiempo leyendo libros gruesos de historias basadas en tiempos antiguos.

Y sobre todo, no le gustaban los gatos. Eran animales solitarios que siempre iban a su ritmo y que en algún momento de su vida te abandonaban, Tsuna siempre le decía que hacían eso porque no querían que los vieran morir.

En verdad detestaba a los gatos, porque le recordaban demasiado a Tsuna...

Antes de que llegara Reborn, este era solitario, aunque lo tuviera a él cerca, Tsuna prefería callarse. Se alejaba de él cuando los demás lo molestaban y por las visiones que tuvo cuando este volvió del futuro, este también había elegido morir lejos de todos ellos.

Y él era como un conejo, terminaría igual que Shiyo, seria eliminado por un león y este sería su propio hermano.

-Boss-lo llamo Chrome un poco indecisa, Hitoshi volteó a verla casi con lágrimas por la muerte de su conejito-debería revisar su caja arma-aconsejo esperando que lo hiciera.

Hitoshi metió sus llamas, aunque no sabía que sacaba con eso, sin embargo se quedó mudo cuando de esta salió Shiyo como si nada.

-¡Shiyo estas vivo!-exclamo tomando a su conejito-¿Qué fue lo que hiciste Chrome?-le pregunto con alegría.

-lo intercambie por una ilusión real, antes de que el león se lo comiera-explico sonriéndole a su jefe.

-gracias Chrome-le agradeció de corazón, sino fuera por ella se hubiera quedado sin Shiyo-¿Cómo hiciste para que no se dieran cuenta?-pregunto curioso, estaba seguro que Tsuna y Mukuro podrían haber notado la ilusión, al menos que Chrome hubiera mejorado mucho.

El Cielo DestruidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora