Parte 3 (1/2)

572 103 76
                                    


No saben bien en qué momento sucedió, pero hace tiempo que Kihyun ya ni siquiera se molesta en subir a su cama en favor de dormir junto a Hoseok.

A veces hablan por un rato, otras se quedan dormidos inmediatamente al murmurar buenas noches, luego de acarrear sus cuerpos cansados después de un largo día.

A Hyungwon realmente no parece importarle, a veces ni siquiera lo nota. De todas formas, es difícil leerlo. Kihyun y Hoseok saben que piensa algo cada vez que los mira desde su cama con una sonrisa de sabelotodo antes de caer en sueño profundo.

Pero no es extraño, en serio.

Se han visto demasiadas veces en sus peores y mejores situaciones. Compartir un momento tan íntimo y de vulnerabilidad como lo es la hora de dormir no se siente fuera de lugar. Para ellos, es extrañamente correcto. Dulce, a veces. Casi doméstico. Y siempre bienvenido.

Hoseok se siente acompañado. Apreciado y contenido. Siente que Kihyun mira por él, incluso cuando duerme. Son estos días en los que Hoseok no suele tener pesadillas. Y si las tiene, vuelve a dormirse en el tiempo que le lleva rodear a Kihyun con sus brazos.

Si sólo supiera que Kihyun se siente protegido cada vez que duerme a su lado, probablemente no lo creería.

A veces, Kihyun despierta por la noche y posa sus manos en las mejillas de Hoseok por un momento antes de volverse a dormir. Hoseok lo sabe, pero finge no darse cuenta. Teme que si dice algo al respecto, deje de suceder.

No sabe qué es lo que piensa Kihyun en esos momentos, pero se siente tan suave y sincero, tan real y desprevenido que, al menos por ahora, Hoseok puede esperar para saber.

Las mañanas, en cambio, son más monótonas. El primero en despertar despierta al otro, cada quien se ducha y prepara por su lado, y se reencuentran en la mesa para el desayuno.

Cada día era más o menos igual, hasta que ya no lo fue.

Hoseok había despertado primero, pero Kihyun no tenía que levantarse con él. Les tocaban distintos horarios y por supuesto que cualquier sueño extra debe ser tan aprovechado como respetado. Por lo tanto, Hoseok salió de la cama, arrastrándose un poco, y lo dejó dormir.

Hyunwoo y Changkyun ya daban vueltas por el dormitorio y la cocina, preparándose para el resto del día. Minhyuk se durmió de nuevo sobre la mesa y Hoseok se preguntó cuándo fue que la imagen dejó de ser inusual.

Después de ducharse y vestirse, Hoseok volvió a la habitación por su teléfono y su mochila.

La débil luz del sol de la mañana se colaba casi inexistente dentro del cuarto, lo suficiente como para no tener que encender la lámpara y molestar a sus compañeros.

Hoseok buscó sobre su mesa de noche en la oscuridad, intentando hacer el menor ruido posible. Entonces, cuando estaba a punto de irse, escuchó a Kihyun llamarlo y removerse.

-Hyung.- Murmuró Kihyun y Hoseok se acercó a su lado para oírlo. -No me despertaste.- Se quejó.

Desde la noche anterior, Kihyun estaba completamente al tanto de que no tenía que despertar todavía, y ahora ni siquiera abrió los ojos para hablar, así que Hoseok sonrió al verlo tan confundido por el sueño.

-No, Kihyun. Todavía es temprano. Duerme un poco más.-

-¿Por qué te vas?- Preguntó, restregando su mejilla contra la almohada.

Hoseok rió en voz baja. -Qué lindo eres.- Se acercó más y le pasó una mano por el cabello. -Tengo que irme temprano hoy, Kihyun. Nos veremos luego.-

Tea and Milk (even if it hurts sometimes) // kihoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora