13. Nose queda así.

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13.

Nathaniel.

     Luego de por poco ser "violado" por el intenso del Castiel, me levanto temprano y no, no tengo clases hoy, él señor pelirrojo es él que tiene y como no se va a levantar me toca a mí levantarlo.

Me paro de la cama y le arranco la sabana de un tirón, —¡Es hora de despertar señor calentón! Tiene que ir a clases y no va a llegar tarde.

Castiel bosteza, —¿Me puedes dejar dormir 5 putos minutos más?— oh, se enojó. Que divertido. —Tengo sueño. No asistiré a la primera clase, entro en la segunda como si nada.— dijo aún con los ojos cerrados.

Meneo la cabeza, —No señor. Irás a clases de inmediato, quieras o no.— digo serio.

Noto que abre un ojo, —¿Que harás si no quiero?— su voz ronca entra en tono desafiante, como siempre.

No digo nada.

Castiel se levanta y se acerca a mi, —¿Cómo pretendes amenazarme si no tienes cómo?— se sigue acercando hasta hacerme chocar con la mesa de noche.

     Sigo sin decir nada, con la mirada en bajo. ¿Por qué lo provoqué?

     Noto como Castiel implanta un beso en mi mejilla, levanto la mirada enseguida.

—Me encanta tu pasividad,— sonríe, sigo sin decir nada. —venga, ya me he levantado. Iré a clases.

Sonrío, —Genial.— se me sale un bostezo.

Castiel levanta una ceja, —¿Hm? ¿Te levantaste temprano para despertarme? ¿Hoy no era tu día libre?

Vuelvo a bostezar, —Eso no importa, cuando te vayas me acuesto de nuevo y ya.

—Eso espero.— dice serio.

     Luego de unos minutos, Castiel termina de arreglarse y antes de irse me implanta un beso corto en los labios, se va sin dejarme decir una sola palabra.

Castiel

     Cuando salgo de la habitación me dirijo a mi clase. ¿Eh? ¿Pero qué estoy haciendo? ¿Por qué mierda voy a clases? Ah ya, mejor me apresuro.

     Al llegar al salon de clases me siento en una silla alejada al tablero al lado de Dake un ex compañero de años en mi antigua universidad.

Me ve sentarme, —Qué onda Castiel, ¿y ese milagro que asistes a las clases?— dice burlón.

Ruedo los ojos, —Eso no importa, vengo cuando se me da la gana.

—Uhhhh, ¿te levantaste con el pie izquierdo o qué? Que delicado.

No digo nada.

—Oye, ¿Quieres que cuando termine la clase vayamos a la cafetería?

—Que querrás ahora Dake.

Ríe, —Ya lo verás, te tengo que contar algo que es serio.

—Espero no me hagas perder el tiempo con bobadas— dije.

     La clase comenzó y no pudo ser mas aburrida de lo que había esperado, al tocar el timbre de salida la directora mando a llamar a todos los profesores para hacer una reunión en la sala de profesores. Me fuí con Dake a la cafetería, me invitó un refresco para luego sentarnos en una de las bancas que estaban afuera.

—A ver escupelo,— digo tomando del refresco.

—Castiel, no quiero asustarte ni nada, tú no eres de esos, pero tienes que tener cuidado con lo que haces.— dice serio.

Me acomodo en mi puesto, —¿A qué te refieres?

—Lysandro,— arqueo una ceja, —le contó a toda la universidad que te estas cogiendo a Nathaniel a escondidas.

—Pero que mierda, ¿¡Por qué dijo eso!?— la rabia empezó a consumir me.

—No me enteré de la razón, solo quería decirte, sé lo mucho que odias que la gente se meta en tu vida.

Me pongo serio, —Gracias por decirme Dake.

Dake sonríe, —No hay problema.

     Suena nuevamente el timbre y me entro a mi siguiente clase, ésta vez casi me duermo, cada vez que el profesor abría la boca el aburrimiento empezaba a llegarme cada vez más.

     Vuelve a terminar la clase y me dirijo a la siguiente, Arte, ésta si la disfruto ya que me gusta hacer las cosas que quiera con mis propias manos, en vez de escuchar cosas aburridas. Al entrar al salón veo a Lysandro al lado de la ventana, la rabia vuelve a mi y me dirijo a él antes de que llegara él profesor.

—¡Hey! Lysandro, tengo que hablar contigo.

Lysandro me ve y sonríe, —Genial, pero a quien tenemos aquí, ¿el señor Castiel viene a pedirme perdón?

Me cruzo de brazos, —Veo que te alegra verme, pero no te emociones, no será por mucho tiempo,— me pongo frente a él —quiero saber, ¿por qué cojones hablas con todos de mi vida privada?

Sonríe, —Que yo sepa tú no tienes vida, solo sirves para cojerte a los chicos que te gustan y después desecharlos en busca de otro.

—Serás un hijo de,— llega el profesor

Lysandro se aclara la garganta, —¿Te gustaría irte a otro puesto? Me tapas la vista.

Susurro, —Esto no se queda así.— empujo su escritorio y me siento en otro sitio.

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Lo que dicta el Corazón  ✅ ~CastielxNathaniel~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora