Calum estaba recostado sobre su cama pensando en el error que había cometido hace un par de noches, no lograba explicarse como había llegado tan lejos con alguien a quien apenas conocía, y lo peor de todo ¡era un hombre! Y era mayor que él, ¿cómo podía ser tan idiota?.
Pero aun que él odiara admitirlo, muy en el fondo el gustó de ese beso, gustar es poco. ¡Le encantó! Pediría al cielo por repetirlo.
Eso era lo que más lo molestaba.
Se encontraba lamentándose cuando escuchó que su móvil sonaba gracias a una llamada entrante como millones de veces antes, sabía que se trataba de llamadas y mensajes de sus amigos pero no se encontraba en forma como para recibir reproches por sus inasistencias y mala conducta en la escuela, ¿pero es que nadie podía entender?.
Por supuesto que no, ya que Calum no le contó a nadie.
— Calum. — dijo Mali-Koa irrumpiendo en su habitación. — tienes visitas chico, arriba.
Con un gran e inconfundible pesar reunió fuerzas para no estrellar todo contra la puerta y quemarse vivo por el gran rencor que sentía en su contra.
Bajó las escaleras y pudo visualizar a nadie mas ni nadie menos que Tyler, George y ¿josh?, si ahí se encontraban ellos.
— ¿sucede algo?.
— tu dinos, ¿pasó algo de lo cual no nos enteramos?. — dijo George con una ceja alzada.
— no mucho en realidad, ¿eso es todo?.
— Calum, solo queremos saber que es los que te ocurre, y mira que pudimos dejar que el paranoico de Clifford y ash vinieran, pero mira aquí estamos. — habló Tyler esta vez.
