2. La Edad No Importa [Segunda Temporada Acabada]

Capítulo 85

Narra _______:

Hoy me había levantado con energía, con ganas de hacer cosas, ya me encontraba mucho mejor de la gripe que había tenido estos últimos días.

Decidí salir un rato para ir a comprar ropa y de paso hacer la compra de la semana y ayudar un poco a mi mamá. Tenía que compensar la ausencia de todo ese tiempo sin venir a casa.

Fuí al centro de Barcelona y entré en un par de tiendas... bueno, para que mentirnos, entré en incontables tiendas. Me compré mucha ropa nueva y también un poco de lencería para sorprender a Justin cuando nos volviéramos a ver, le iba a encantar...

Me estaba dirijendo a mi casa que estaba algo lejos del centro, por el camino ví que pasaban ambulancias con la tipica sirena molesta y seguidamente policías, pero no presté cuenta. Por dentro siempre me sentía mal cada vez que veía una, ya que pensaba que alguien no estaba en buenas condiciones en ese momento.

Me paré en una tienda para hacer algunos recados que necesitábamos en casa. De pronto mi corazón se aceleró al escuchar unos gritos y llantos que sonaban desde lejos. En ese momento me quedé quieta esperando a que esos gritos pararan pero vinieron más, uno tras otro, sin cesar.
Ví a una mujer que entraba a la tienda con su hijo agarrado de la mano, parecía desorientada y con la respiración agitada.

-¿Qué está pasando? -Pregunté.

Ví que esa mujer frunció el ceño mirandome, se tocó el pecho y me dijo en inglés:

-Han atropellado a gente, casi atropellan a mi hijo.

-¿Cómo que han atropellado a gente? -La respondí en el idioma en la que ella hablaba ya que yo lo manejaba bien y sabía hablar medianamente perfecto.

-Una furgoneta, ha ido por en medio del paseo sin importar a quien pudiera atropellar, hay gente herida y muerta en el suelo.

Mis músculos se tensaron y me entró un escalofrío por todo el cuerpo. No supe reaccionar, me quedé helada, ahí parada delante de aquella mujer que seguía pálida por el susto que se había llevado hacia unos minutos.

-¡Están diciendo que cerremos todo, vamos apartese señorita! -Dijo un hombre que trabajaba allí.

-Tengo que irme. -Yo sabía que algo iba mal, algo malo estaba detrás de todo esto.

-¡No, no puede hacerlo! -Aquella mujer me agarró del brazo.

-Mi casa esta justo al lado. -Salí corriendo de aquella tienda con mis piernas totalmente temblorosas, saqué las llaves y las agarré con fuerza. Corrí lo más rápido que pude para llegar cuanto antes y una vez pude abrir la puerta de mi casa, me sentí segura. Cerré con pestillo, toda la seguridad que teníamos en esa casa la activé. Mamá no estaba en casa y me empecé a preocupar por ella.
Tiré las bolsas que llevaba en la mano al suelo y corrí para llamarla al trabajo.

Llamada telefónica:

-¿Mamá?

-Hija, dime que estas bien ¿te has enterado?

-¿Qué está pasando mamá? Estoy bien, estoy en casa, acabo de llegar.

-Gracias a Dios que estas bien. Acaba de suceder un atentado terrorista, una furgoneta ha herido y matado a gente, todavía no se sabe cuanta. El hombre que llevaba la furgoneta ha escapado y ahora lo están buscando por todas partes, prohíben que salgamos de casa, así que por nada del mundo salgas porfavor.

-¿Es enserio? No puedo creerlo mamá estoy en shock.

-Estamos bien, es lo importante, si ves a alguien herido o que necesite ayuda no dudes en hacerlo.