cap. 7

33 2 0
                                    

Me desperté a causa de un sueño. No era una pesadilla, pero me hizo despertarme a mitad de la noche. Hacía mucho calor así que me cambié el pijama largo, por uno más corto que constaba de una camisa fina rosa palo con encaje negro en el escote, de tirates y un pantalón corto del mismo color con el encaje en a cintura, me calcé las zapatillas de casa, y me salí al balcón.

Abrí la puerta y la cerré a mis espaldas. Cuando me giré, me quedé ahí, quieta y asombrada. Toda la ciudad estaba a oscuras, excepto por la luz de las farolas, las estrellas y la gran y famosa Torre E' Iffel a dos manzanas de aquí. Era todo precioso. Me apollé con los codos en la barandilla, sin hacer nada, solo observando el paisaje.

No se cuanto tiempo pasó, casi 30 minutos, cuando me empezó a dar sueño. Entré, cerré la puerta y volví a dormirme.

Al día siguiente, mi padre entró a despertame, como me prometió.

- ____, cariño, dúchate y vistete con algo cómodo e informal.- me dijo.

-Vale Pa.- le respondí antes de entrar al baño. 

Me deshice de la ropa y me metí en la ducha. Estuve todo el tiempo pensando, y pensando y pensando en que sería la sorpresa que mi padre me quisiera hacer. A lo mejor se sacrificaría y vendría un día entero de compras con migo, daríamos vueltas por todo parís... Ni idea.

Me salí de la ducha y me puse unos shorts negros, una camisa a rayas azules y blancas y unas sandalias blancas. Me adorné la cara con unos pendientes de aro mediano dorados y un collar del mismo color. Me puse rimel y brillo, y bajé al vestíbulo a esperar a mi padre.

Cuando llegó, me cogió de la mano y me llevó a la calle donde un taxi nos esperaba. Noss entamos atrás los dos y, a los diez minutos de viaje, me tapó los ojos con un pañuelo.

-Ya hemos llegado.- me dijo cuando el coche dejó de moverse.

Mantuvo una minuscula conversación con el taxista, y me volvió a cager la mano, sacándome fuera del taxi. Dimos unos cuantos pasos y nos paramos.

-Preparada?- preguntó mi padre.

-Supongo.- le respondí, insegura.

Contó hasta tres, y me quitó la venda. No podía ser. Me quedé en shock.

-Más vale tarde que nunca-. me susurró en el oído.

Estabamos en un lugar, detrás de una valla negra, con un lago delante y  en frente un centro con muchas flores de colores y un... ¿hotel?

Me fijé mejor y pude ver en las flores, una cara del famoso ratón de disney, y un letrero en grande encima de la puerta del "hotel" en el que ponía Disneyland París. Cogí a mi padre de la mano  y lo llevé corriendo hasta la entrada.

¿Inmaduro?, no. ¿Infantil? a lo mejor, pero este desde siempre fue mi sueño, desde que tenía 4 años, y aun con 17, me seguía haciendo ilusión.

Pasamos por la puerta de entrada, mi padre entregó unos tickets al guardia, y nos levó por una puerta en un lado, en vez de esperar a la fila entera. Entramso y llegamos a algo parecido a un pueblo raro con calles y cosas. El suelo eran baldosas rosas y blancas. Me encantaba este sitio. Andabamos y andabamos y lo único que se veía eran restaurantes y personajes disney tomandose fotos con niños pequeños.

Todos los personajes que veía estaban ocupados tomandose fotos y firmando autógrafos, y vi a campanilla y a Wendi  tomándose fotos con chiquillas. ¿Y Peter Pan? Era mi personaje favorito de disney, y era el único con el que quería una foto pero no estaba. Bueno, ¿qué más da? Estaremos todo el día aquí.

Nos fuimos los dos hacia la zona de las atracciones y pasamos la mañana allí. Nos montamos primero en las de agua. AL acabar, fuimos a comer en un restaurante en el que compartimos una pizza de cuatro quesos con forma de mickey y al acabar, nos dimos un paseo por la zona del castillo para bajar la comida. Allí, nos tomamos unas cuantas fotos y volvimos para montarnos en las demás atracciones. Ahhora nos montamos en las fuertes como Rock & Roller Coaster, EL Tren de la mina, Hollywood Tower Hotel, Pirates of the caribean, space mountain...

Nos dieron las nueve y nos fuimos a descansar en una plaza. Mientras íbamos hacia allá, vi una pluma roja sobresaliendo entre las cabezas de la gente. Arrastré a mi padre hacia allá y vi a un chico alto de espaldas a mi, vestido de Peter Pan. Me puse delante de el, y mi padre le pidió una foto con migo en francés, así que me junté a el, me puso la mano en la cadera y yo la mia en el hombro y nos tomamos una foto. Me fui hacia mi padre dandole las gracias y perdonandole por los pisotones y para mi sorpresa, el chico sabía español.

-¿Sois de España?- preguntó en un perfecto español.

-Si, de Madrid.- respondí.

-Anda, yo también soy de Madrid pero me fui de allí hace mucho tiempo. Vine aquí por verano, para sacarme un poco de dinero.

-¿Y puedo preguntar donde vives ahora?

- Si, vivo en Nueva York.- respondió.

Cuando dijo eso, sonreí y le dije:

-Yo voy a viajar desde aqui por parte de europa y america hasta Nueva York. Alli llegare cuando empiecen las clases de vuelta y entrare en la universidad.

-¿Qué edad tienes?- preguntó.

-Tengo 17 años, cumplo 18 el once de noviembre.- le expliqué.

-Ah, yo ya tengo 18, los cumplí el 1 de febrero y también entro en una universidad. Iré a la Universidad de Columbia, en el centro de Manhattan para estudiar medicina.

-Yo todavia no se a cual iré. Podemos intercambiar números y hablamos. - propuse.

El aceptó y mientras nos los intercambiábamos, me quedé mirándole. Era alto, con el pelo rubio apagado y rizado. Tenía los ojos verdes y cuando sonreía, le salían dos lindos hoyuelos en las mejillas. Nos despedimos ye fui con mi padre.

Till the sun dies (hasta que el sol se muera) Harry Styles y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora