Capítulo 14

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Julián hablaba animadamente con una licántropo, quien minutos antes, casi intentaba matarlo, pero al notar que él no quería dañarle, se detuvo y comenzaron a hablar. Al momento llegó Emma junto a Cristina, La licántropo le dedicó una mala cara a ambas y se despidió de Jules, no sin antes, darle su número. Emma solo rodeó los ojos mientras Cristina se apartaba para ir a la orilla del mar, dándole espacio a los Parabatai

– Malcolm está en el instituto, quiere verte– Comento Emma en voz baja hacia él quien le veía, tenso en su totalidad.
– ¿Para que quiere verme el brujo ese? –Gruñó con un mal gesto mientras resoplaba y comenzaba a caminar de vuelta al instituto, dejando atrás a Cristina y a Emma. Y evitando así, escuchar la respuesta de su Parabatai.

Al notar Cristina como él se iba comenzó a caminar para ponerse a la par de Emma y juntas seguir los pasos de él, unos cuantos metros detrás de él.

– ¿Cuándo crees que se le pase?– Mientras hablaba giro el rostro hacia Cristina –Extraño mucho a mi Parabatai, al Julián de antes– Quiso decir su Julián, porque era verdad, era de ella, se pertenecían por más quisiera negarlo.

–No lo sé Emma pero creo que el hecho de que Malcolm este en el Instituto será de mucha ayuda, de igual manera todos están buscando soluciones, pronto estará de regreso tu Parabatai– Le sonrió de lado ligeramente, ella sabía que por más que Emma demostrara fuerza, esta situación le mataba, le dolía.

Continuaron caminando detrás de él en silencio, permitiendo que el único sonido fuera el de las olas chocando contras las piedras, al llegar al instituto, Julián entro dejando la puerta y casi inmediatamente sintió un corte de aire, no podía respirar, Emma también lo sintió y corrió hacia él, sacando un serafín que llevaba en el bolsillo.

–Tranquila Niña, es por su bien– Malcolm le guiño un ojo y le sonrió a Emma mientras se encargaba de llevar a Julián por sobre el aire hasta la sala. Él solo se limitaba a gruñir y apretar las manos contra su cuello, ante la sensación de no poder respirar, hasta que sintió la primera bocanada de oxígeno entrar en él.

– ¡Eres un idiota! –Grito Julián intentando moverse, pero estaba bajo la magia del brujo– ¡Venga Emma, ayúdame! – exigió hacia ella quien se limitó a negar y apartar la vista.

Malcolm sonrió agradecido ante la acción de Emma y se giró para ver a todos los que estaban presentes, Emma, Cristina, Livvy, Khaterine, Tessa y Jem quienes apenas llegaban tras los gritos de Julián.

–Déjenos solos por favor– Pidió amablemente hacia los espectadores quienes estaban sorprendidos por los gritos y protestas de Julián– ¿Qué acaso nunca cierras las boca Blackthorn? –de un movimiento silencio sus gritos y suspiro tranquilo viéndolos a todos– Fuera, ahora.

Tessa y Jem guiaron a todos fuera de la sala y cerraron las puertas tras de sí, dejándolos solos, Emma fue a abrazar a Livvy quien a pesar de verse tranquila, estaba preocupada.

–Mi hermano estará bien– Dijo más para ella que para Emma quien solo se limitó a asentir. –Iré a cerciorarme de que Dru y Tavvy estén bien, también buscare a Ty.¬–

–De acuerdo, cualquier cosa te la hare saber¬– Emma le sonrió y la vio salir corriendo escaleras arriba, se giró para con Cristina y le sonrió más tranquila ahora si– Malcolm se encargara de regresarnos al viejo Julián. –

–Y podremos darle una paliza por su mal comportamiento–Dijo respondiendo la sonrisa y negando–

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Dentro de la sala Julián seguía intentando hablar en balde, mientras Malcolm metía varias cosas en un vaso y recitaba en latín, al terminar alzo la vista y vio a Julián.

–Vas a beber esta cosa que me encargue, sepa malísima, después de ello, el dolor de cabeza que tendrás no se podrá quitar ni con mil iratzes, pero tranquilo, tu Parabatai no lo sufrirá, estarás mareado y tendrás nauseas–Se quedó en silencio unos segundos y sonrió– Sentirás básicamente lo mismo que una mujer cuando está embarazada y en unos dos o tres días ya estarás mejor, así que debes beberlo todo–.

Julián inmediatamente negó e intento moverse, sin ningún resultado, no le molestaba su situación y realmente no quería beberlo, Malcolm le hizo beber y cuando se aseguró que bebiera todo le soltó, permitiendo que el chico pudiera llevar sus manos a la cabeza, cayendo de rodillas y soltando un gruñido, por el dolor que apretaba en su cabeza.

– ¡Detente! –Rogo entre jadeos a lo lejos escuchaba a Emma desde fuera de la sala, pero lentamente su conciencia se nublaba por el dolor.

–No puedo Julián, es el único remedio que encontré– Movió las manos haciendo que las puertas se abrieran permitiendo que Emma corriera hasta su Parabatai quien ya había perdido la conciencia. – Fue lo único que encontré Emma, en unos días se sentirá mejor, no dejen que salga solo del instituto. – Al decir lo último salió de la sala y posteriormente, del instituto.

–No puedo Julián, es el único remedio que encontré– Movió las manos haciendo que las puertas se abrieran permitiendo que Emma corriera hasta su Parabatai quien ya había perdido la conciencia. – Fue lo único que encontré Emma, en unos días se sentirá mejor, no dejen que salga solo del instituto. – Al decir lo último salió de la sala y posteriormente, del instituto.

Emma, Cristina y Katherine levantaron a Julián como pudieron y lo llevaron escaleras arriba, entraron en la habitación de él y lo tumbaron en la cama, Emma comenzó a quitarle los zapatos mientras que Katherine fue a abrir las ventanas.

– ¿Puedes hacerte cargo tu sola? –Cuestiono Cristina a Emma, dándole a entender a Katherine que lo más apropiado era dejar solos a los Parabatai– ¿Tú te sientes bien? –siguió viendo fijamente a Emma.

–Estoy bien y si, puedo hacerme cargo yo sola, se los agradezco– Les dedico una última mirada antes de girarse y acomodar a Julián en la cama.

Ambas chicas se retiraron cerrando la puerta tras de sí, Emma se levantó y fue a poner el pestillo antes de volver a sentarse junto a él. Toco su frente y noto que tenía fiebre al igual que su expresión era de dolor, estaba sufriendo, pero era lo mejor para él. Cuando se aseguró que él estuviera bien, fue al baño por toallas húmedas y las coloco en su frente viéndolo muy detalladamente. Sus facciones, ya no eran de un niño, eran afiladas, pómulos altos y pestañas largas y densas las cuales creaban sombras por debajo de sus ojos, también tenía ojeras, más profundas de lo que recordaba.

Se sorprendió a ella misma, acariciando la mejilla de él, donde tenía una cicatriz, ligeramente roja, muy pronto desaparecería, y aparto la mano de golpe, regañándose mentalmente por semejante acto. Sabía que estaba mal el cómo lo tocaba, como lo veía, como lo deseaba.

Tomo aire y busco valor, rogándole a Raziel que Julian no abrieras los ojos, mordió su labio un segundo y se inclinó sobre él, acercando terriblemente sus labios a los de él, sintiendo su respiración entre cortada, pero no pudo, suspiro y se giró milimétricamente, dejando un beso, en la comisura de sus labios, se apartó y rápidamente se levantó de la cama sentándose en el sillón pero sin dejar de verle.


Parabatai (Jules Y Emma)Where stories live. Discover now