(Des)encuentro Escolar [Frerard]

Mirar no es pecado

Entré al aula del recreo y ví un bolso.
Estaba cubierto de pines y parches de rock, bandas desde Pulp hasta disturbed la adornaban, Bowie y los padrinos mágicos, una mezcla demencial que me encantó, aquel bolso me caía bien.
Al final del recreo le pregunté a mi hermano de quién era el bolso.
—De Frank— me contestó y no se quedó ahí, dió un grito y le dihi al chico del bolso—FRANK, A MI HERMANO KE GUSTAN TUS PINS, REGALALE UNO—
Y voy a tomarme un momento para describir lo que pasó cuando mi hermano gritó eso, porque aunque estuviera enamorado de Emma, quedó grabado en mi memoria.
El chico llamado Frank me miró y sonrió, me preguntó cuál quería y me tiró uno de Green day, que en realidad yo ya tenía pero se lo pedí, mi cerebro estaba trabajando al máximo para podér concentrarse a pesar de su sonrisa. De los tatuajes en sus brazos y de lo bien que se veía.
Unas horas después le dije a Emma que un chico me había regalado un pin, ella me dijo que no le interesaba lo que un chico me hubiera regalado. Era bastante celosa y más aún cuando le hablaba de algún amigo.

Frank tenía novio y se veían bien juntos. En mi uniforme definitivamente él parecía más punk y más sexy que yo pero no lo era.
¿Tuve celos cuando lo vi? No lo sé, si los tuve lo reprimí recuerdo haberle mirado el culo, yo estaba en una relación feliz con la chica de mis sueños. Y no es sarcasmo, realmente creía que nunca encontraría a alguien tan perfecto como ella. Aunque nunca tuviéramos sexo, aunque me hubiera dicho que prefería salir con mujeres, aunque se sintiera como salir con un crossplay de Sheldon Cooper, realmente la amaba.

Pasaron las semanas y cumplimos un mes, pero a ella no le interesaban esas cosas.
Frank también cumplía un mes con su novio y llegó a la escuela con un tatuaje nuevo, HALLOWEEN marcado con tinta en sus manos, pensé que esas manos se verían bien rodeando mi cuello, y fue un pensamiento del todo sexual, pero lo saqué de mi mente. Amaba a mi novia.
Por su parte Frank le enseñaba su tatuaje a todo el que lo viera y cuando yo le pregunté cuando se había hecho (obviamente en el fin de semana pero era una forma de empezar la conversación)
—El domingo— me dijo— y este también y me mostró el otro.