[Rakan x Xayah] Formas de ver [League Of Legends]

[Capítulo 1: Tardanza]

La clase estaba sumida en un silencio bastante incómodo hasta para el profesor. El motivo era que Xayah, quien pasaba su vida escolar en un orden perfecto, notas excelentes y sumo silencio en sus clases, había llegado tarde en la primera clase del último día de clases antes del fin de semana.

Su rostro estaba pálido, lleno de sudor bajando por sus mejillas, signo de haber corrido durante un buen rato, unas ojeras se denotaban bajo sus bellos ojos ambarinos y lo que más le llamó la atención a Rakan fue una mancha morada en su brazo y un hinchazón en su labio inferior.

— ¿Qué ha ocurrido, señorita Xayah?— Cuestionó el profesor Heimerdinger a la par que sacaba un papel de un cajón, quitando la falta de asistencia a la chica.

— Yo...— Suspiró, mientras su voz parecía romperse, por lo que el profesor la hizo callar. No pasaba nada, después de todo era la primera vez que Xayah llegaba tarde en una de sus clases.

Pero Rakan quería saber el motivo de su tardanza y del por qué de sus heridas. ¿Algunos chicos de grados superiores la habían golpeado? ¿O quizás maltrato por parte de su padre o madre? O solo quizás había sido un accidente.

Y a Rakan debía darle igual, después de todo nunca había mantenido una conversación estable con ella, por lo que no la podía considerar su amiga, solo una simple compañera de aula y una conocida. 

Rakan no tenía motivo para que su corazón latiera tan fuerte y sintiera unas indomables ganas de preguntarle qué había ocurrido, incluso sabiendo que no obtendría ninguna respuesta por su parte.

Quizás el hecho de que fuera más callada y no tan fiestera era lo que le llamó la atención, pues además vestía de manera simple y bonita. Aunque Rakan debía confesar que aquella chica se veía bonita con cualquier prenda.

Las otras chicas y chicos del salón, al ver el rostro avergonzado de Xayah, como si ésta no supiese qué hacer, empezaron a reír, formando una gran escándalo. La chica de cabello escarlata simplemente ignoró las burlas, sentándose en su puesto.

Uno de los pocos que no se habían puesto a reír fue Rakan, quien solo miraba a la chica con curiosidad. Ya había intentado bastantes veces el hablar con ella, pero nunca obtenía resultados positivos. ¿Qué era lo que llevaba a Xayah a ser tan poco amigable?

Además, Rakan nunca la había visto con ninguna o ningún amigo en la hora del recreo, aunque la verdad es que nunca sabía dónde se encontraba en aquella hora de descanso, por lo que quizás sí tenía amistades de otras aulas pero no estaba enterado. Quizás con dedicación lograría llegar a poder hablar en buenas condiciones con ella.

El profesor mandó a callar a todos los burlones estudiantes, que hicieron un chasquido de lengua y abrieron los libros. Debían retomar sus rutinas de estudio, aguantar hasta la noche, pues como ya la mayoría de la clase sabían, había una fiesta en la casa de uno de los chicos más populares de la universidad.

Y Rakan había accedido a ir por dos motivos: porque cuando Ahri le estaba hablando no prestó la atención y dijo lo primero que se le vino a la cabeza, y la segunda razón era porque necesitaba cuidar su reputación y popularidad, y algo que le sumaba puntos era asistir a las fiestas organizadas por otros populares.

El profesor les dio unos cuantos ejercicios que hacer durante la hora, dándoles libertad para hablar con sus vecinos de mesas, solo que sin armar jaleo. Aquella era una de las cosas que pocos profesores concedían a los alumnos, y Rakan sentía que se encontraba en el cielo cada vez que podía trabajar a su propio ritmo a la par que hablaba.

— Hey...— Murmuró Ahri, haciendo que Rakan ladease la cabeza. Su amiga se sentaba a su derecha, y lo agradecía, pues era una de las pocas chicas con las que podía charlar sin incluir el tema de sexo.

— ¿Qué ocurre?— Preguntó Rakan, rascando su cuello. Al no entender la mayoría de ejercicios, los había dejado para hacerlos más tarde en casa, antes de la fiesta, así que en aquella hora de clase podría dedicarse simplemente a hablar con sus amistades.

— Jayce dice que cada invitado tendrá que llevar algo de comer o beber. Si no se lleva nada, no se puede acceder a la fiesta.— Explicó Ahri alzándose de hombros y arreglando su cabello.

— De acuerdo, ¿me lo podrías recordar en la tarde por el celular?— Cuestionó el chico, sabiendo de las tantas posibilidades que habían de que se olvidase de llevar algo de comer o beber.

— Cuenta conmigo.— Le sonrió con dulzura, mientras continuaba con su tarea de hacer su trenza todavía más bonita.— Y no seas tacaño. No puedes presentarte en la fiesta con una manzana, ¿de acuerdo?

— Ya, lo sé. Así que llevaré dos manzanas.— Bromeó mientras Ahri soltaba una suave risa. 

Rakan, a parte de ser extremamente atractivo, era amable y divertido, el único problema que se le podría encontrar era el que era un mujeriego de primeras. Pero bueno, eso era problema de poder contar con tantas chicas y no saber cuál elegir para un romance.

— ¿Cuántos irán?— Preguntó esta vez, interesado. Sabía que la casa de Jayce era grande, o más bien gigantesca y llena de cosas modernas y algo inútiles, pero no tenía ni la más remota idea de la cantidad limite de personas.

— Creo que irán todos los de último curso.— Respondió Ahri no muy segura, pues no había escuchado bien todo sobre la fiesta.

— ¿Xayah asistirá?— Preguntó Rakan sumamente interesado, pues si asistían todos los de último curso, significaba que la chica de cabello escarlata también iría.

— No lo sé, creo que no. ¿Y por qué te interesa tanto? Estos días estás muy raro, Rakan.— Dijo algo disgustada la de ojos ambarinos, casi del mismo color que los de Xayah, pero mucho menos brillantes y bonitos en la opinión de Rakan.

Porque los ojos de Xayah parecían irradiar brillo propio y miles de sentimientos reprimidos. Y Rakan quería saber todo lo que se escondía en la mente de esa misteriosa chica. Quería saber si en verdad muy en el fondo de su corazón era una chica amable y dulce.

— La verdad es que no sé por qué.— Respondió Rakan, inseguro de sus emociones al pensar en Xayah. Todo en torno a ella era extraño, y nadie la conocía por completo, o al menos en aquella clase nadie sabía sus gustos, hobbys y color favorito.

Xayah era invisible y a la vez no tanto, pues era frecuentemente tema de conversación entre clases vecinas o la misma en la que ella asistía, muchos rumores girando sobre su reputación que estaba por los suelos y distintas teorías sobre el por qué era tan callada en una universidad tan animada.

Y solo por eso quizás podría haber sido invitada a esa fiesta, pero a saber sí aceptó la invitación o la rechazó como pudo. Pero solo quedaba una cosa para poder averiguar eso: llegar a la fiesta aquella noche.

— No me gusta verte así de preocupado, lo sabes.— Susurró algo preocupada Ahri, en verdad odiaba ver cómo su amigo se encerraba en su propio mundo y no poder hacer nada para evitarlo.

Ella en verdad se preocupaba por su amigo y por nada en el mundo deseaba tenerlo que perder por algún error suyo, no por nada llevaban desde primaria siendo amigos. Y aunque ella solía preocuparse más por la moda, también solía preocuparse por sus amistades, que aunque era popular, solía seleccionar bien a las personas que la acompañarían.

Y ella solía hacer todo lo posible para poder hacer feliz a Rakan, pues habían compartido tantas experiencias juntos que se sentiría mal si lo viese triste por cualquier motivo.

— Quiero hablar con Xayah.— Dijo después de un rato estando pensativo. Ahri le hizo una sonrisa, pues sabía que cuando su amigo usaba ese tono es que no quería nada con aquella chica, solo deseaba poder llegar a ser su amigo y quizás en el futuro algo más.

— Si eso te hace feliz, te ayudaré, ¿de acuerdo?— Respondió Ahri mientras le sacaba la lengua en posado juguetón. Rakan sonrió, mirando con felicidad los ojos de su amiga.

— Mucha gracias.

— Solo lo hago para que seas feliz, Rakan. Si ella te interesa, lograré que ella se interese en ti.— Prometió la chica de cabello negro mirando hacia la mesa donde Xayah leía un libro, ocultando su cara por completo.

Ahora Rakan no estaba solo en su plan.

~CONTINUARÁ~