¿Que ocurre con todos?

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Tres días pasaron rápidamente, Roxan ya se sentía mejor de sus mareos por la medicina de Ewelein, incluso, se podría decir que estaba mucho mejor, quien por otro lado empeoraba y casi no se le veía era Calaeena, pero el cambio más radical y del que todos en el C.G se dieron cuenta fue el de Ezarel y Nevra, por extraño que pareciera para muchos estaban atentos a cada paso de la humana, incluso se alteraban cuando la escuchaban estornudar, era como si estuviese a punto de morir.

Miiko había pedido a Roxan se reuniera con ella en la sala del cristal, para la castaña que le citaran en ese lugar ya no era ninguna sorpresa como tampoco que Leiftan estuviera presente.

-Esto tiene que ver con que tengo que marcharme ¿verdad? – Miiko cuando la vio no perdió mas el tiempo y comenzó toda una catedra sobre la importancia del C.G y como esta ayudaba a quienes lo solicitaban, de antemano las dos sabian que esa información la recibió poco después de su llegada a Eldarya y si quería irse por las ramas lo estaba logrando.

-Ciertamente, el problema es que no puedo mandarte con las Onidas. - Dijo con desgano, y eso le sorprendió un poco ¿No ser marcharía?

-Como lo mencione desde un principio. – Aclaro Leiftan siendo que Miiko no sabia que responderle. – Estas bajo la tutela de los tres jefes de guardia, a pesar de que Miiko sea quien manda sobre ellos, no tiene el poder suficiente en estos casos, a lo que me refiero es que Valkyon alego para que no te marcharas.

-Define alegar Leiftan. – reprocho Miiko.- sus palabras fueron: no aguantara ni me dio día si los ataques siguen, será la primera en ser tomada por la fuerza.

-Ciertamente lo dijo, pero no con mala intención.

-Que amable. - expreso la oji lila con sarcasmo. - Yo tengo una duda. Ambos le miraron. - ¿Quién manda realmente en la guardia brillante? ¿Leiftan?

Las colas de Miiko se erizaron visiblemente y de sus labios escapo un gruñido para posteriormente llenar su mano libre de llamas, eso la había ofendido y mucho, Leiftan negó con la cabeza colocando su mano sobre el hombro de la Kitzune.

-Mi función es diferente, pero me atrevió a aconsejar cuando se requiere. – Respondió con firmeza el rubio.

- ¡Suficiente! – exclamo Miiko, las llamas se extinguieron y aun con las colas erizadas le dio la espalda en caminándose al cristal. – si, la decisión estuvo a tu favor, no te marcharas por años con las unidas, pero eso no significa que te has salvado.

-Pues se más clara por favor, no te comprendo y menos si gruñes cuando terminas de hablar. – la tensión entre ambas era evidente, Incluso Leiftan ya se imaginaba en medio de ambas sujetando a Miiko para que no atacase a la humana.

-Te marcharas, si, pero solo por unos días, eso hasta que tu "suplente" este lista.

-¿Suplente? Pero, pensé que... se supone que además de Valissa, Calaeena es lo más parecido a un faery humano.

-Calaeena está en una situación complicada y posiblemente se le dará de baja en la guardia dentro de un tiempo, eso sino es que Ykhar ya ha comenzado con los informes.

Roxan simplemente no dijo más nada, la conversación había quedado zanjada por parte de Miiko. Leiftan le acompaño hasta la salida de la sala de cristal quería hablar con ella de algo importante, más apenas ambos abandonaron la sala, sintieron la temperatura descender de forma extraña, la castaña no pudo evitar abrazarse así misma y temblar de frio ¿Qué ocurría? Leiftan también había sentido aquello, por lo cual sin pensarlo dos veces se quitó el abrigo y lo puso sobre los hombros de la humana, el podía soportar el bajon de temperatura, pero ella había enfermado hace poco y no le gustaría verla recaer. Cuando Roxan estuvo por agradecerle el gesto un golpe seco se dejó escuchar por todo el pasillo incitados por la curiosidad ambos se dirigieron a donde el sonido pareció provenir.

Dulce VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora