Un link

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Como todo joven adolescente, Jung Kook salía corriendo cuando la campana sonaba. Metía sus cosas en la mochila como un maldito loco y era el primero en salir del aula. Atropellaba a quien se interpusiera en su camino para encontrarse con su amigo Tae Hyung. Ambos eran muy unidos y compañeros de juegos, claro. Y exactamente a las 16:00 horas, era el momento de conectarse y jugar online.

Tae Hyung siempre esperaba a Kook fuera de la institución, ansioso por verlo salir. Sus anteojos redondos eran más grandes que su cara y por ello era víctima de burlas y motes estúpidos. Pero a él no le importaba, en realidad vivía en su mundo y lo que pasara a su alrededor le era indiferente.

Ese día llovía de manera inesperada. Tae sostenía un gran paraguas rojo mientras que su pierna se movía al son de una música que recordaba en su cabeza. Tarareó hasta que vio a su amigo salir corriendo a refugiarse bajo su paraguas.

—¡Llevo un buen rato esperando!—se quejó el castaño— Ahora llegaremos tarde a la partida.

—Pues entonces corramos.

Entre risas y tropezones, ambos corrieron bajo el paraguas hasta llegar a casa de Jung Kook. Dado que sus padres trabajan todo el día, tenía la casa sola para disfrutar del sonido de su computadora sin auriculares.

Tae Hyung, quien parecía un hijo mas de los Jeon, se acomodó en la cama de su amigo con su laptop y esperó ansioso a que comenzaran una partida.

—Vamos, Kook, ¿quieres ingresar de una vez?—se quejó, rascando su nuca.

Jung Kook y sus manos tecleaban sobre las letras para acceder a su cuenta, pero la contraseña no parecía funcionar. Era extraño, ya que siempre usó la misma y eran letras y números que sólo él recordaba. Dijo algunas groserías mientras que Tae, tan impaciente como siempre, decidió empezar solo.

—¡Me hackearon la cuenta!—gritó Kook golpeando la mesa y lloriqueando—¡Hijos de puta!

—¡Wow, cuidado con esa boca amigo! —Tae jugaba como desquiciado mientras que su amigo sufría por su cuenta.

Tras minutos intentando ingresar de nuevo, Kook entró a su correo para cambiar la contraseña. Lo extraño allí resultó que éste no le hubiera sido robado. Pero ignorando el hecho de que entró sin problemas, se dio cuenta de que su bandeja de entrada estaba colapsada por un mismo correo. Éste ponía en el asunto "X.com". Por obvias razones, Kook decidió no abrirlo, seguramente era un virus o algo por el estilo.

Finalmente pudo recuperar su cuenta y así entonces volvió a las partidas online con Tae.

Cada día era lo mismo. Salían de la escuela e iban a jugar. Kook estuvo al menos una semana sin ingresar a su correo, pero tuvo que hacerlo al recordar que debia borrar todos aquellos que le llegaron como spam.

—No puede ser...

Una vez que entró, su bandeja volvía a estar colpasada por el mismo correo. Estaba empezando a pensar que era parte de una broma o alguien era muy insistente con que un virus entrara en su computadora. Cansado y hasta con una pizca de curiosidad por saber qué era eso, Kook abrió el correo y en el mensaje sólo había un link, nada más.

No le dio click, su instinto le decía que debía ser una página porno. Así que después de revisar que todos eran iguales, llamó a Tae y a otros de sus amigos para saber si les había llegado lo mismo a sus e-mails, pero todos le negaron. Kook se planteó la posibilidad de que podría ser también algún acosador; en las partidas había muchas personas que insistían en obtener su número de teléfono para hablar con él, pero ninguno lo habia conseguido.

Pasó un mes y siguió recibiendo lo mismo. Llegó a un punto en el que ya no le importaba si eso era un virus y su computadora explotaba, con tal de saber qué era tan molesto como para insistirle por un largo mes, Kook hizo click.

X.com [YoonKook]Where stories live. Discover now