Un viaje no muy inesperado

273 19 9
                                    

Oh por Dios, 1k lecturas. Casi no lo puedo creer, les estoy muy agradecida por su paciencia y el que continúen leyendo mi historia, he tenido ciertos problemas personales y nunca pensé que podría seguir escribiendo en mi estado actual, pero el ver que añaden mi novela a sus listas de lectura, sus votos y comentarios me han hecho sentir que vale la pena continuar. Espero que el capítulo de hoy les guste, sé que no es muy largo, lamento eso perono se olviden de dejar sus opiniones y sugerencias en los comentarios.

Atte: Tony Valdez

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Seamos sinceros, si tienes planeado viajar en una fecha específica comienzas a hacer las maletas con suficiente anticipación, revisas el clima del lugar en el que estarás para saber qué tipo de ropa y zapatos llevarás, teniendo también en cuenta la ocasión. Pero ahí es donde yo tengo un problema aún siendo una adulto de 22 años no puedo ser lo suficientemente responsable como para empacar a tiempo para un viaje.

Faltan cinco minutos para que el taxi que la empresa ha contratado venga por mí y me lleve al aeropuerto, allí me encontraré con mi jefe, o al menos ese era el plan.

Corro por mi habitación doblando lo más rápida y cuidadosamente posible mis blusas, faldas jeans y otros, una vez he empacado toda la ropa que considero necesaria meto varios pares de zapatos, mi cosmetiquera y mis artículos de higiene personal. Meto mi laptop, tablet y celular a una mochila junto con mi cartera y sus aditamentos.
Por mi ventana logro ver que el taxi ha llegado, termino de acomodar mis cosas y las llevo por el elevador.

Cuando el taxista abre la cajuela del auto para que introduzca mi maleta no parece muy feliz, no, no es por el tamaño, mi maleta es mediana. El conductor no es feliz porque he bajado más tarde de lo previsto y ahora vamos al aeropuerto con media hora de retraso.

Al llegar a la terminal corro arrastrando mi maleta, paso a través de la revisión sin problemas y escucho que el vuelo saldrá en 10 minutos. Mágicamente llego a tiempo sin que tengan que nombrarme por el altavoz.

Una de las azafatas parece desesperada pero me ayuda a encontrar mi asiento. Es primera clase, como se esperaba de la empresa. Después de poner mi mochila bajo mi asiento (no, no creo en eso de poner tus pertenencias en la parte que está arriba de tu asiento, me da un no se que),al sentarme al lado de mi jefe se quita los lentes de lectura y cierra su libro . Debería ser ilegal que un hombre apuesto use lentes mientras lee.

—Llegas tarde— comenta.

—Tuve en pequeño contratiempo en casa— respondo.

Mentira, olvidé empacar e hice mi maleta al último minuto.

—Bueno, espero que lo hayas resuelto. Tenemos un largo viaje, habría detestado si perdías el vuelo por no llegar a tiempo— dice sonriendo.

Solo lo dice porque es mi jefe, seguro no le gustan los retrasos, ¿cierto?.


Estamos a mitad del vuelo, al menos eso creo. El cambio de horario me está afectando, sólo sé que es hora de que nos traigan nuestra comida, o ¿acaso es cena?, no importa, el punto es que comeremos, y en buena hora, estaba a punto de abrir mis bolsas favoritas de snacks y me hubiera odiado si las malgastaba en un simple vuelo.La comida estaba buena, pero nada comparada con lo que Luke cocina, después de que una azafata recogiera nuestra basura decido sacar mi laptop y ponerla en la mesita que tiene el avión, Max se pone sus lentes de nuevo y continúa con su lectura, mientras tanto, yo me pongo mis audífonos para escuchar Kings of Leon mientras trabajo.

No sé si debería alegrarme o estresarme por este viaje, es una buena idea cambiar de ambiente de vez en cuando, pero desgraciadamente tengo continuar revisando informes, cambiar la agenda de mi jefe, la mía y hacer reportes para que sean aprobados por el comité ejecutivo de la empresa, sin mencionar que el señor T me ha pedido un extraño favor. Si, me voy a divertir mucho en este viaje.

Mis dedos teclean rápidamente, estoy por terminar de escribir el reporte de ganancias de la empresa de este mes, un documento menos, 15 más por revisar y corregir. Tras unos minutos por fin termino, usando el wi-fi del avión le envío un correo a cada miembro del  comité con el informe, excepto a mi jefe,él podrá leerlo ya que estemos en el hotel, con calma. Al revisar un informe que no esperaba me topo con problemas, el equipo de programación necesita ayuda, así que le envío un mensaje a Cal para que les ayude,sé que no se negará, le respondo al equipo que su ayudante estará allí mañana. Suelto un suspiro y continúo trabajando, ahora sin problemas, hasta que alguien quita uno de mis audífonos de mis oídos.


—¿Qué estás escuchando?— pregunta Max con mi audífono en su mano.

—Kings Of Leon— respondo simplemente al tiempo que escribo unas correcciones en un informe.

  — ¿Y me puedes explicar por qué estás trabajando frenéticamente?—

  — Porque tenemos que ir a este viaje si queremos cerrar un trato, y si el tiempo en el que estaremos visitando la ciudad es el que he calculado, no habrá suficiente para realizar correcciones a los informes y no podré realizar los documentos que necesito, sin contar que tengo que volver a organizar toda tu agenda para cuando volvamos.—

  Max suelta un suspiro, seguramente está pensando que tengo demasiado trabajo y que es mejor me relaje, justo como cuando éramos pequeños y me ponía a estudiar para los exámenes tanto que mis calificaciones eran anormalmente perfectas.

— Julie, no está bien trabajar tanto, no quiero que te enfermes por estrés o sobre esfuerzo, vamos a París, tienes que relajarte un poco, piensa en esto como unas pequeñas vacaciones. Además, si estás tan preocupada por el trabajo, déjame ayudarte, yo no tengo mucho que hacer, excepto revisar un contrato, eso es todo.—

Pongo pausa a la música y me volteo a ver a mi jefe.

  — Este es mi trabajo, no importa cuánto sea, no puedo compartir la carga. No te preocupes, tendré todo terminado para cuando aterricemos ¿por qué no tomas una siesta? servirá para que el viaje no sea tan largo.—

  — Está bien, pero no quiero que te enfermes, si te sientes cansada duerme y deja el trabajo, ¿entendido?—

— Sí señor.—  contesto sonriente.

Estoy tan absorta en mi trabajo que una azafata me sorprende, ella me pide amablemente que guarde mi laptop y cierre la mesita, ya que no falta mucho para aterrizar. Hago lo que me han pedido, cuando volteo para mirar a mi jefe me encuentro con un Max dormido. Mi corazón se sobresalta, fueron pocas las veces (cuando aún éramos amigos), en las que Max se dormía en mi presencia, verlo así hace que mariposas revoloteen en mi estómago, sus labios ligeramente abiertos, sus largas pestañas enmarcando sus ojos cerrados, se ve tan tranquilo que casi no quiero despertarlo, casi, siendo la palabra clave.

—Max, despierta, casi aterrizamos.— susurro sacudiéndolo.

Lentamente Max abre los ojos.

—¿Qué pasa?— pregunta borracho de sueño.

—No falta mucho por aterrizar, mira por la ventana.—

Max se asoma a ver por la ventanilla del avión, sus ojos se abren como platos al ver que estamos volando relativamente cerca de la Torre Eiffel, es de noche, pero hay luces de colores iluminándola, y la ciudad brilla por los focos, parece mágico.

—Bienvenido a París.—

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Nov 09, 2017 ⏰

Adaugă această povestire la Biblioteca ta pentru a primi notificări despre capitolele noi!

Let me love youUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum