Fin de semana

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Me despierto callendo del sofá gracias al estridente sonido de una llamada en mi teléfono. Luke también se despierta, está tallando su ojos y su bonito pelo rubio está despeinado. Suelto un gruñido,¿quién se ha atrevido a arruinar mi sábado?. Miro la pantalla del teléfono y aparece un número que no conozco,sin embargo decido contestar.

-¿Quién eres y qué quieres?- me levanto del suelo y camino a la cocina, necesito un café.

-No creo que esa sea la manera en que debas dirigirte a tu jefe, Juli -

La taza que estaba sosteniendo resbaló de mi mano y se estrelló contra el piso.

-Mierda- susurré.

-Tampoco creo que sea apropiado maldecir cuando tienes al jefe en el teléfono. -

-Lo siento- digo, levantando los pedazos de mi taza rota.

Max ríe por el otro lado de la línea, es el sonido más hermoso que he escuchado, si así se ríe no puedo imaginarme su voz rasposa de las mañana después de...

¡Concéntrate Julietta!

-Está bien, solo estaba jugando.-

-Y ¿qué pasa?, el señor T. nunca llamó en fin de semana, excepto claro cuando estábamos de viaje de negocios. -

-En realidad quería pedirte un favor, compré un departamento nuevo y necesito mudarme y redecorar el lugar. Me preguntaba si podrías ayudarme - lo último sonaba más como una pregunta que como un pedido de un jefe.

-Está bien- respondí. Me había preparado por fin una taza de café y había tomado la mitad, ya estaba despierta.

-¿En serio?-preguntó, la emoción de su voz se notaba y me hizo sonreír.

-Seguro- tomo otro sorbo de mi café -no tengo problemas.-

-Genial, nos vemos en media hora frente a la empresa ¿te parece? -

-Si.-

Max se despide de mi. Preparo otra taza de café y se la entrego a Luke que está mirando las noticias en la sala.

-¿Quién se atrevió a interrumpir nuestro sueño de belleza?- pregunta. Le entrego la taza de café y me lanza una mirada de agradecimiento.

-Massimo DiAngelo- respondo.

Luke se atraganta con el café así que le quito la taza y comienzo a darle palmadas en la espalda. Cuando por fin se calma, Luke me mira de manera escéptica.

-¿Hablas en serio?-

-Oh si. Y me pidió que le ayudara a redecorar su nuevo departamento.-

-¿Entonces?¿qué le dijiste? -

-Que sí - respondo y sacudo los hombros para restarle importancia.

Veo a Luke apretar la mandíbula y sus manos cerrarse en puños.

-No pudo fijarse en tí cuando eran mejores amigos, ah pero cuando cambiaste sí. De seguro piensa que puede tenerte de vuelta.-

Pongo mis manos sobre las de Luke.

-Tranquilo, no me ha reconocido, y no creo que lo de tenerme de vuela sea probable, nunca salimos como pareja. No puede TENERME de vuelta porque nunca me tuvo.-

-No quiero que salgas lastimada. Tu y yo sabemos lo que pasó cuando el idiota de Jackson jugó contigo.-

-Está bien, no volverá a pasar, te lo prometo.-

Con una última mirada Luke se tranquiliza y me voy a dar un baño.

Decido ir a la empresa en taxi, después de pagar me siento en uno de los escalones. He llegado muy temprano.

No pasa mucho tiempo cuando un Camaro negro aparca frente a mí. Continúo mirando el auto cuando decido fijarme en la persona que está bajando del lado del conductor. Max.

Me paro de las escaleras y me acerco a él, que ahora está frente a mí. Por alguna razón Max decide verme de manera muy descarada, sus ojos me siguen de arriba a abajo. No puedo identificar lo que sentí cuando nuestras miradas se cruzaron. ¿Deseo?.

Desvío la mirada y Max se aclara la garganta .

-Te ves bien- me dice no sin antes que sus mejillas tomen un muy ligero color rosa.

Yo también me sonrojo un poco.

-Gracias -

Después de hacer una escala en el restaurante familiar más cercano para desayunar, Max y yo por fin llegamos a nuestro destino. La tienda parece interesante, debo admitir que es extremadamente enorme. Hay un piso entero dedicado a decoración de la casa, lo cual incluye claro muebles, centros de entretenimiento electrónico y otras cosas. La tienda tiene más departamentos en otros pisos, pero decidimos concentrarnos en el piso en que estamos.

Max y yo pasamos el resto de la tarde comprando, honestamente no sé por qué me pidió que lo acompañara, era él quien estaba a cargo de decidir qué compra, lo curioso fue que nunca dejó de preguntar mi opinión. Lo considero ilógico, no es como si fuera su novia y fuéramos a vivir juntos.

Comimos en la zona de restaurantes de la tienda. Después de que Max pagara por sus cosas y las subiéramos al auto él me pidió que le acompañara a su departamento y le ayudara con la decoración. Lo pensé un poco, ya que tenía que comenzar con la pintura del señor T. y su esposa pero aún tenía el domingo entero, así que acepté.

No presto mucha atención a las calles que recorremos, Max y yo no hablamos en el trayecto a su casa, no es un silencio incómodo, al contrario, es bastante tranquilizante.

-Ya llegamos- dice Max apagando el auto.

Me bajo del carro y observo el lugar donde estamos. Es el estacionamiento de mi edificio.

...

...

..

.

¡Chinga tu madre!

-¿Juli?- pregunta Max- ¿está todo bien? -

-Eh,sí. Ya voy-

Ayudo a Max a bajar las cosas del auto. Subimos al elevador y Max presiona el botón del último piso. El penthouse.

Bajamos y Max abre la puerta de su departamento.

El lugar es asombroso, la cocina está hecha de mármol, el piso parece ser de cedro, la sala tiene muebles de piel y hay un gran ventanal que da a la ciudad, proporcionando una vista hermosa.

Dejo las cosas en el comedor y me acerco a la ventana, ya es de noche y las luces de la ciudad parpadean sin cesar.

- Es precioso- susurro.

-Lo es- dice una voz detrás mío haciendo que de un saltito.

Doy la vuelta y veo a Max peligrosamente cerca de mí. Me está mirando con una sonrisa en el rostro. No sé que pasa pero me pierdo en sus hermosos ojos verdes y estoy bastante segura que él está perdiéndose en mis ojos.

Nos quedamos así varios minutos, perdidos en la mirada del otro. Max da un paso hacia mí, estamos demasiado cerca, las alarmas de mi cerebro se disparan diciéndome que me aleje de él, pero mi cuerpo parece no escucharme hasta que un pensamiento aparece.

Si no te separas ahora, terminarás lastimada como la última vez.

Rompo el contacto visual con Max y me alejo un poco. Para mi suerte mi teléfono suena, Luke me ha enviado un mensaje diciendo que la cena está lista y me está esperando.

-Lo siento- le digo a Max, dirigiéndome a la puerta -debo irme.-

-¿Nos vemos el lunes en el trabajo?- dice

- Yo nunca falto- abro la puerta del departamento y antes de salir le doy una última sonrisa a Max. Al mirarlo tiene una expresión que no puedo identificar.¿tristeza?, ¿decepción?.

No lo sé.

Let me love youWhere stories live. Discover now