Parte 2

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Pero todavía faltaba lo peor. Cierta mañana, La Piedad se desayunó con una noticia que conmocionó a toda la población:

"MURIO CHUPADO POR UN VAMPIRO"

El periódico local informaba que, por el rumbo de La Placa, la "cruz verde" había recogido el pálido cadáver de un reconocido borrachín y los galenos declaraban que, según la autopsia, había muerto sin una gota de sangre en las venas.

Los piedadenses se prepararon para una guerra: En los tianguis y mercados se agotaron las existencias de ajos, por la gran demanda de collares protectores, se fabricaron estacas de palo al mayoreo, gran venta de balas de plata y crucifijos que aparecían colgados de las puertas, junto a letreros que decían: "Este hogar es católico y no admite propaganda protestante ni de otras sectas."

Los estudiantes formaron "Brigadas antivampiro" que se distinguían por llevar espejos en la mano, así comprobaban si los sospechosos de alimentarse con la sangre ajena reflejaban su imagen. Los primeros en sufrir esta persecución fueron los comerciantes y abarroteros disque por ser reetiquetadores y chupasangre. Fueron linchados dos pobres sujetos que por su esquelético aspecto, producto de la carestía y no de la falta de hemoglobina, fueron señalados como candidatos a volverse vampiros.

Pero el vampiro seguía suelto. Todas estas campañas resultaron un completo fracaso ya que más difuntos sin sangre seguían apareciendo día a día. Otros barrios vieron enlutados sus hogares: Banquetes, La Quinta, San Francisco, Santa Ana, La Purísima, La México, El INFONAVIT, La Juárez, La Santa Fe, el FOVISSSTE, etc.

La policía especulaba que no era sólo un vampiro sino muchos ya que los cadáveres aparecían con huellas de ataques masivos, marcas de cientos de colmillos, como mil agujas hipodérmicas.

LA INVASIÓN DE LOS MOSCOS GIGANTESHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin