EL VUELO A UNA VIDA MEJOR

LA VIDA NO ES PARA TODOS

Todo estaba borroso. Mi mente no se aclaraba, tenia preguntas pero no respuestas. De pronto vi que estaba en una cama blanca, tan blanca como la nieve. Las paredes eran del mismo color. Al frente de la cama se encontraba, en una mesa de color gris, un florero. Era un florero muy hermoso, con un diseño único. Dentro había muchas, demasiadas flores. Todas muy hermosas. El florero estaba en el borde de la mesa, parecía tan frágil. Sentía como si de un suspiro se cayera y volara en pequeños pedacitos. Mis manos estaban atadas a mi cintura y sentía que mi cara estuviera llena de vendas. En eso veo que algo se acerca por la ventana, me quize parar para ver que era pero no tenía fuerzas. Entonces de un vuelo, entró a la habitación. Era una pequeña ave. Su plumaje era plateado. Un plateado muy intenso y hermoso. Pero entre todo ese plumaje habia una pluma dorada. De pronto sentí una vibración en mi cuerpo que me decía que la arrancara. El ave se había posado al costado del florero y estaba que observaba las flores. Cogió una de color azul y la puso a mi costado

-gracias pequeña, pero no puedo sostenerla. Ya viste mis manos?- le dije un poco desorientada, ya que aun no entendía nada.

-no te preocupes, yo la sostendré por ti- y en eso se levanta y sosteniendo la flor, revolotea hasta dejarla cerca de mi nariz-huélela, siente su rico aroma

Yo estaba desconcertada. Su voz era dulce, pacifica, transmitia paz por cualquier lado. Pero algo me decía que no podía confiar en ella. Sin embargo obedecí. El aroma de esa flor era magnífico. No se comparaba con el de otras flores.

-vez que no hay nada de que temer? Anda, cambia esa cara de asustada por una sonrisa, que yo no muerdo.

Estaba petrificada, no podía ni siquiera mover la cabeza. No entendía nada. Un ave que hablara? De seguro estaba soñando.

-quien eres tú? Que haces aquí?- fue lo único que pude decir

-no he venido para hablar de mi. He venido para verte a ti, no a otras personas, a ti.

Mas preguntas venían a mi mente. Sin embargo, cada vez menos respuestas. En eso, vino algo a mi mente. Quedé en shock. Había una enfermera, gritos y más gritos. Escuchaba que decían "no deberías estar aquí" "lárgate", "deberías estar muerta". No sé si era mi voz o de otra persona, no recordaba nada.

-estas bien?-me preguntó la pequeña ave

-cómo te llamas?

-ya te dije que no vine para hablar de mí, pero si quieres saber, me llamo Gabriela. Pero me puedes decir Gaby. Soy una golondrina, alguna vez has visto una?

Simplemente negué con la cabeza.

-tu cómo te llamas?

-no recuerdo muy bien...mmm... creo que empezaba con a.. a.. auch¡- en eso sentí un pinchazo en la cabeza, como si cada vez que intentara recordar algo mi mente me lo impidiera.

-tranquila, ya irás recordando, después de todo lo que has pasado es normal que estés así. Por ahora es momento de que vayas a descansar. Mañana volveré a visitarte, aún hay mucho de que hablar.

Gaby, como me dijo que la llamara, alzó en vuelo y se fue alejando de mi habitación, como una hermosa ave que disfruta del día a día sin preocupaciones. Yo me acosté como pude en la cama y caí en un sueño profundo. Cuando de la nada...

-ahh¡-grité de golpe a la vez que me levantaba

Había tenido un sueño horrible. Yo estaba en un incendio y alguien gritaba "ariana" "¿Dónde estás?" "ya vamos por ti" y cuando alzo la vista un bloque enorme de cemento estaba a punto de caerme encima. Pero en eso desperté. No se cómo puedo soñar con eso. Fue una pesadilla, la peor que creo que he tenido. Volví a dormir, con temor de que volviera a aparecer esa pesadilla. Tuve otro sueño pero en ese alguien me decía, no se quien, que me llamaba ariana. Pero no le tomé importancia