Entramos despacio muy delicados para que nadie de los que están en mi casa logre escucharnos. Por suerte todos seguían durmiendo, pude observarlo mientras subíamos por las escaleras, lentamente, y a veces crujían las maderas lo cual lo lamentaba demasiado y quería que este momento terminara de verdad.

Mordí mi labio inferior, mientras iba caminando detrás de Cheryl, tan nervioso y tan cuidadosamente para que nadie de mi familia venga a descubrirme que no pase la noche en casa. Cuando llegamos a la puerta de mi habitación, la abrí rápidamente y la invité a que entrara así cerrábamos la puerta y todo el mal momento pasaba.

Cerré la puerta con cuidado y le puse traba, y un alivio recorrió mi cuerpo, lo cual fue lindo sentirlo.

— Ufff tenía tanto miedo... —Murmuré mientras notaba como mis nervios se pasaban...

—Tus padres de seguro están durmiendo como unos ángeles...

— ¿Y mi hermana? No lo sé...

—Todos están durmiendo...— Dijo mientras miraba alrededor de donde estábamos. Mi habitación no tenía nada de llamativo que mostrar, era solo una habitación, normal...

Con una cama, con una mesita de luz, con una ventana bastante amplia, un espejo grande y un pequeño baño.

Encima había olvidado ordenarlo, lo cual habían algunas cosas en el suelo, la neetbook arriba de mi cama y las medias en el suelo.

—Vaya, que linda habitación...

—Esta desordenada.

—Pero es linda.

—Sí, es mi hermosa habitación...

Sonreí mientras recordé todo lo que hice en ella... y el tiempo que pensé que era mi única seguridad en la vida.

Tenía ganas de tirarme a la cama y cerrar los ojos, pero antes tenía que invitar a Cheryl, y no sabía cómo mierda hacerlo.

Ella se sacó la mochila y la dejé al lado de mi cama.

—Supongo que me vas a invitar a dormir al lado tuyo o tendré que dormir en el suelo...— Dijo ella con una sonrisa.

—Si...

Miré hacia abajo, mientras me sonrojaba un poco. Ella negó con la cabeza y empezó a sacarse las zapatillas, lo mismo hice yo, y lo último que hice fue mirar su figura sentándose en mi cama y desarmándola.

Realmente nunca creí que Cheryl durmiera a mi lado algún día... Nunca lo creí.

Me acosté al lado de ella y cerré los ojos, esperando sentir sus manos y bueno las sentí enrollándome la cintura como casi siempre hacia.

Su perfume impregnó mi nariz, y sonreí levemente mientras su calor hacía que el sueño se presente ante mí con más intensidad.

Sentí que ella se movió y de seguro estaba en frente mío, porque sentí su respiración haciéndome cosquillas el rostro.

Luego apoyo su frente en mí...

—Te quiero...— Murmuró.

—Yo mucho más...

—No te quedes dormido... —Dijo con una voz triste.

—No, no...

— ¿Te quedaras?

Apenas la sentí porque el sueño se estaba apoderando de todo mi cuerpo y aunque una parte de mi quería quedarse, otra ya no podía contenerse.

— Ehhh...

Los Demonios MentalesWhere stories live. Discover now