VIII. Back To You.

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- Entonces...- Astrid estaba sentada frente a él, en el bar del hotel. Probablemente, pensó ella, debieron haberse reunido antes, porque más que mal tenían que armar el discurso para la boda de Lily y James, que ya era la noche siguiente.- Creo que deberíamos hablar lo de la boda.

No habían estado hablando mucho, la verdad. Ambos habían pedido un café, pero más que las palabras que cruzaron cuando 

-Okey.- Nico, que estaba sentado frente a ella, se enderezó en su asiento.- ¿Qué?

Astrid lo estaba mirando fijamente, con miles de pensamientos pasando por su mente a cada instante. Estaba realmente irritada de verlo, para ser sincera, porque estaba 100% segura de que se veía mejor que hace tres años, y además se sentía triste de verlo y pensar que este sujeto podía ser completamente distinto al que terminó con ella hace tanto tiempo, además se sentía nerviosa de verlo ya que no podía sacarse de la cabeza de que este sujeto, allí frente a ella, había estado dentro de ella más de una vez, además (Y por qué no admitirlo) se sentía demasiado tentada a lanzarsele a los brazos, y--

-No hay forma de que pueda hacer esto completamente sobria.- Le dijo, seriamente, mirándolo a los ojos.

-Gracias a los dioses,- Murmuró él, dejando salir un suspiro.- No tenía idea de como iba a pedir alcohol sin que te dieras cuenta.

¿Había bebido algo antes de que ella llegase? Por supuesto, es decir, estaba solo y nervioso, pero con todo lo que se demoró esa pequeñísima ayuda que le había dado el alcohol se había evaporado antes de que llegara, y el café que habían bebido no había hecho nada por mantener el efecto relajante del alcohol.

-Mesero,- Llamó Astrid, apenas capaz de poder contener la sonrisa, porque si, eso sonaba a algo que su Nico, el Nico de hace años, habría dicho.- Un mojito de menta y un whisky en las rocas.

Ella pidió por él, y Nico no dijo nada, la verdad, en parte porque si, eso era lo que bebía siempre y en parte porque algo dentro de él se removió al darse cuenta de que ella aún recordaba eso.

-Bien,- Dijo ella, después de acabarse casi todo su trago de un sorbo.- ¿Qué crees que  deberíamos decir en el discurso de la boda?

-No sé,- Dijo él, terminando el contenido del vaso y haciéndole un gesto al mesero para que trajera otra ronda.- Es decir, en este tipo de discursos de habla de amor, ¿No?

-El amor entre las dos personas.- Dijo ella.

-Lo sé.- Se encogió de hombros.- Y tú y yo sabemos de eso, ¿No?

-¿Qué quieres decir?- Sintió sus mejillas sonrojarse, e intentó no darle mucha importancia al asunto.

-Conocemos a Lily y a James desde que comenzaron a salir, sabemos como ha sido su relación,- Tosió un poco.- ¿A qué creíste que me refería?

-A eso mismo,- Rectificó de inmediato la más joven, intentando alejarse del sentimiento que le produjo creer que estaba refiriéndose a que ellos dos sabían del amor entre dos personas porque ellos dos se habían amado, hace tiempo.- Lily y James.

Los tragos comenzaron a circular entre ellos, y cuando la tercera ronda llegó, se les comenzó a soltar la lengua.

-¿Sabes?- Dijo ella, acabando de a sorbitos cortos el contenido del vaso en su mano.- No...No creo que seamos las personas más ideales para hablar en la boda de Lily y Jamie.

-¿A qué te refieres?-Preguntó él, a la vez que se acababa la mitad de su vaso de un trago largo.

-Obviamente no somos el mejor ejemplo de...

-¿De qué?

-De mantener una relación, Nico.- El mesero llegó y cambió los vasos.- Por favor, ni siquiera he tenido una relación seria desde ti. 

Break Up [Nico di'Angelo; Historia Corta]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum