Capítulo 1

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Unos sonidos molestos se escuchaban. Camila abrió los ojos, notando que habían máquinas a sus costados y agujas en sus brazos. Trató de mover su pierna derecha, provocando un molestoso dolor que se extendió por toda esta.

Se abrió la puerta, dando paso a una enfermera que traía un carrito con alimentos para Camila, causando que esta se confundiera mucho más. Al observarla, le ofreció una amable sonrisa. Era linda. Bueno, bastante linda. Camila se sonrojó  inmediatamente ante la idea que cruzó por su mente.

- Disculpe... Uhm, ¿eso es para mi? -Dirigió la mirada hacia la bandeja, admirando esta por un momento.

- Bueno, yo no veo a alguien más aquí - La enfermera observó al rededor, enfatizando sus palabras- ¿Tú ?

- Oh... Bueno... No. - La castaña dejó escapar una pequeña risa, bajando por un momento la mirada.

- Bien, entonces... Provecho. -Una vez más, una sonrisa se extendió por los labios de la enfermera, dejando la bandeja en la mesita corrible de la camilla de Camila.

La castaña observó por un momento la comida, mordiendo su labio inferior, queriendo  soltar la pregunta que tenía en mente.

- ¿Qué me pasó?... - Camila tomó sus cubiertos, comenzando a comer un tanto nerviosa.

- ¿No recuerdas nada? - Al escuchar esto, Camila despegó la mirada de la bandeja, observando a la enfermera fijamente.

- ¿Debería? - La enfermera frunció levemente el ceño, para luego sonreír un poco.

- No, no. Bueno, recibiste un balazo en la pierna, como ya te diste cuenta. - Camila miró su pierna por unos segundos, tomando luego un poco más de comida para llevarla hasta su boca- mejor amiga te encontró y te trajo de inmediato. Perdiste mucha sangre, así que si no hubiera sido por ella, no estarías aquí.

Un borroso recuerdo pasó por la mente de Camila. ¿Su mejor amiga? ¿Sandra la encontró? Soltó un suspiro de alivio, tomando en cuenta de que tendría que hablar con Sandra.

- ¿Algo más que no sepa? -Camila apartó un poco la bandeja de ella, en señal de que estaba satisfecha.

- Bueno... Los Lakers ganaron la final. - La enfermera rió un poco, tomando la bandeja de la castaña para dejarla en el carrito. Camila sonrió un poco ante el comentario.

Un golpe en la puerta llamó la atención de las dos. La enfermera se dirigió hacia esta, cogiendo el pomo para abrirla. Un hombre alto con una placa del FBI en su camisa se adentró en la habitación, agradeciendo a la enfermera.

- Vaya, por fin decides despertar. - El oficial le sonrió a Camila, mientras que extendía su mano derecha hacia ella- Oficial Raymond, para servirte.

Camila tomó la mano del policía, dándole una pequeña sacudida.

- Bueno Camila, estoy encargado de tu caso. -El oficial miró a la enfermera, asintiendo levemente hacia ella. Esta tomó el carrito, empezando a empujarlo para salir de la habitación. Cuando iba a cerrar la puerta, le sonrió por última vez a Camila, haciendo que esta se sonrojara. El oficial Raymond, ignorante ante lo acontecido, prosiguió- Necesito hacerte algunas preguntas sobre lo ocurrido.

¿Lo ocurrido? ¿Qué era lo ocurrido? Camila comenzó a pensar. El recuerdo llegó hacia ella. Jason tocó a su puerta y traía una pistola con la que le apuntó, se fue adentrando en la casa y... Luego de eso, ya no había nada más.

- Bueno, no recuerdo mucho, Señor. -Dijo Camila, observando al policía. Este le dedicó una pequeña sonrisa triste.

- A veces un pequeño detalle hace la diferencia, Camila. - La castaña frunció el ceño, para luego comenzar a narrar lo poco que recordaba.

Al cabo de un rato, el oficial Raymond se fue diciendo a Camila que haría lo posible para dar con el actual paradero de Jason. La enfermera, que ahora Camila sabía que se llamaba Katherine, fue a decirle que le darían el alta en unos momentos.

Estando ya fuera del recinto, Camila hizo su camino de vuelta a casa. Cuando estuvo dentro de esta, la castaña se fue hacia la cocina para tomar un vaso y beber agua, se apoyó contra el mueble, mientras que bebía el contenido del vaso. Comenzó a leer la receta  que le dio el doctor, donde decía que tendría que usar las muletas por unos días más, ya que la herida estaba sanando rápidamente. Se fue a sentar en el sofá, dejando las muletas apoyadas contra el reposabrazos. Encendió el televisor en busca de algo interesante.

Al no poder concentrarse en esta, Camila comenzó a pensar en lo ocurrido. De la nada, recordó algo. ¿Cómo la había encontrado Sandra, si supuestamente esta se encontraba de viaje con Marielle?

Pero, si no fue Sandra, ¿entonces quién la encontró?

Y como si queriendo que pasara, un recuerdo pasó por su mente, esta vez, más claro que los anteriores.

Antes de que Jason le disparara, alguien apareció en la puerta. Alguien que se le hacía familiar a Camila. Entonces, recordó aquella vez en la que era una nenita y se cayó de la casa del árbol que su padre le había construido. Alguien la atrapó antes de que tocara el suelo y le sonrió, pero a los momentos Camila se desmayó, siendo más tarde encontrada por su madre en las afueras del jardín.

Luego de eso, recordó aquel momento en el que estaba en el baño de la escuela llorando, ya que le habían lanzado la bandeja encima de su blusa favorita a propósito, logrando que sus compañeros se rieran de ella. No se sentía sola en ese momento, es decir, no del todo. Sabía que alguien estaba allí porque le vio cuando se lavó el rostro. Era aquella chica de la casa del árbol con esa potente mirada verde que le decía que todo estaría bien.

También esa vez cuando tuvo su examen de conducir y casi se estrella contra el árbol. El inspector se había sorprendido ante la habilidad que la castaña tuvo para esquivar este, deteniendo el automóvil a unos metros más allá. Alguien le dijo lo que debía hacer. Alguien la salvó de la caída de la casa del árbol. Alguien estuvo con ella cuando nadie más lo hizo. Y para finalizar, alguien la salvó del loco de Jason.

Sintiéndose de la nada cansada, Camila decidió que estaba pensando demasiado y que era hora de dormir, lo cual hizo de inmediato.

La castaña cayó en un profundo sueño. Pero lo que no sabía, era que alguien la estaba observando y estaba siempre con ella, aunque la mayoría de las veces nunca se dio cuenta.

Lauren estaba admirando la facilidad con la que Camila respiraba tranquilamente, descansando después de lo agotada que estaba por lo ocurrido hace un par de días. ¿Cómo alguien sería capaz de matar a tan bella criatura?

Al darse cuenta en la dirección que iban sus pensamientos, la ojiverde miró por la ventana, admirando la belleza de la Luna.

Su misión era cuidar de Camila, nada más que eso. Y con la primera ráfaga de viento que hizo que las hojas de los árboles se movieran, Lauren desapareció de aquel lugar, tan rápido como apareció.




Primer capítulo kfjfls. Quiero agradecer a mi mami, ya que ella puso una canción que me inspiró xd. Espero que les haya gustado (: .

Ángel Guardián (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora