7A. Predestinado

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"Lo que está predestinado a suceder, tarde o temprano se cumplirá, pues el caprichoso destino siempre encuentra la manera de abrirse camino hacia la realización, desafiando nuestras expectativas y sorprendiéndonos en el proceso"

CAPÍTULO 7A. Predestinado.

Angelina's pov:

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Angelina's pov:

—Wow, esto es... impresionante —Susurro haciendo referencia a la inmensa habitación ahora que estoy sola y más relajada; dejo que mis ojos vaguen por cada detalle con asombro. Su sinuosa decoración parece ser escupida por Pinterest, con un toque de extravagancia que me deja boquiabierta.

Harry Kessler no se mide a la hora de gastar, ¿eh?. Inmediatamente pienso.

Desde el techo, con los hermosos relives; la cama, que parece un nido de almohadones con un impresionante dosel; la iluminación, estratégicamente colocada, los espejos, adornando las paredes y que la hacen ver todavía más amplia de lo que ya es; hasta el piso, recubierto de alfombras. Todo en tonos blancos y madera natural, como un lienzo esperando ser pintado con algo de vida.

En una esquina, una silla columpio de mimbre se balancea suavemente en el aire, junto a una mesita redonda donde reposa un cactus y un retrato de Harry Kessler. Lo tomo entre mis manos y lo observo meticulosamente: Es un retrato de él mirando directamente a la cámara, con el ceño fruncido en una expresión que más parece un intento de intimidación que una invitación a contemplarlo. Simulando un escalosfríos y con un gesto de fastidio, doy la vuelta al cuadro y lo estampo con más fuerza de la necesaria. —Definitivamente es un demente —murmuro para mí misma.

Una sonrisa irónica se dibuja en mis labios mientras reflexiono sobre el retrato. No me sorprendería que lo haya colocado con la intención de intimidarme y recordarme que sus ojos están siempre sobre mí como en la recepción de nuestra boda. Pero luego recuerdo que él no tenía forma de saber que yo sería su esposa, así que descarto esa posibilidad por completo.

Giro sobre mí misma, con la boca ligeramente torcida en una mueca mientras admiro el lugar, preguntándome si mi hermana ha tenido algo que ver en su decoración. Es innegable que el estilo refleja a la perfección su gusto: estético, sobrio, pulcro, casi frío en su impecabilidad y tan impersonal como esos catálogos de muebles de diseño que suele ver con deleite mi madre.

No había tenido el -placer- de conocer a Harry Kessler hasta ahora. Siempre he tenido la tendencia a esquivar las cosas que no me incumben o simplemente no me interesan, y los asuntos relacionados con mi hermana caen en esa categoría de desinterés. Si Harry ha visitado nuestra casa con anterioridad, lo desconozco completo. Si ha estado aquí en Cheshire antes de ahora, tampoco tengo idea de ello. Incluso si ha tenido algún tipo de historia con Debra, eso también me pasó inadvertido.

Todo lo que sé es lo que mi padre o All me han mencionado: un hombre dispuesto a brindar ayuda económica, a cambio de un solo y persistente deseo: la mano de mi hermana en matrimonio. Había escuchado rumores sobre el anciano Kessler, describiéndolo como un hombre hosco y malhumorado, dueño de una enorme mansión en las afueras del pueblo. Pero ni siquiera me interesaba el hombre, ni su residencia, hasta que me convertí en la esposa de su nieto.

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