Orgullo, Prejuicio y más [EDITANDO]

Capítulo 31

Estoy enorme.
La puerta en mi casa suena al menos diez veces antes de que tenga la oportunidad de ponerme de pie, cada día mi estómago crece aún más y moverme se vuelve incluso más complicado.
- ¿Estás bien ahí dentro, Jones?- pregunta mi amiga del otro de la puerta.
- Solo dame un minuto- digo mientras me acerco a la puerta. Lucky está saltando como loco moviendo la loca de un lado a otro esperando a que abra la puerta.
- Tranquilo amigo- digo mientras lo muevo a un lado con el pie para poder abrir la puerta.
Olivia está detrás de la puerta levantando su tan temida ceja hacia mí en señal de pregunta. A lo que yo señalo mi vientre como respuesta.
- ¿Cómo es posible que cada día te vuelvas más enorme?- pregunta levantado una ceja.
-Dios, no lo sé. Me ha tomado al menos cinco minutos conseguir levantarme de la cama y eso que todavía me faltan cinco semanas.
Mi amiga entra a la casa y se acomoda en una de las esquinas del sofá. Coloca dos carpetas sobre la mesa en el centro y suspira.
- Son las cuentas de este mes. Tristan está bastante contento con el resultado- sonrío solo de pensarlo, el restaurante de mis padres está yendo mucho mejor ahora y todo gracias al dinero que Tristan ha puesto en el lugar.
- Eso es genial, pero no tenías que traer los papeles hasta aquí, podías solo mandármelos por email.
-De ninguna manera, Jones. No estamos pasando mucho tiempo juntas ahora y voy aprovechar cualquier oportunidad que tenga para escapar de la oficina.
- Está bien, empecemos con esto- digo sonriendo ampliamente- ¿Te has vuelto acostar con Tristan?- ella entrecierra los ojos hacia mí en señal de odio.
- No quieres ir ahí- dice apretando los dientes- Tal vez tú quieras hablar sobre cómo te hiciste amiga de tu ex.- ahora es mi turno de lanzarle una mala mirada-No me des esa mirada, Jones. Empieza hablar, cómo va esa mierda.
- No hay nada que decir, estamos bien. Creo que James y yo llegamos a un punto en cual podemos ser amigos y olvidar todo lo que pasó- Olivia no se contiene y me lanza la peor de las risas.
- ¿Qué?- pregunto.
- Dulce, dulce Sam. Los ex muy difícilmente pueden llegar a ser amigos, no cuando se ven como James y menos incluso cuando se miran de la forma en la que ustedes dos lo hacen.
- Estás diciendo tonterías.
- Créeme, ustedes dos son solo sexo esperando por suceder.
- ¿Cómo tú y Tristan?- pregunto sardónica.
- Touché, amiga.

Ambas seguimos hablando de todo, arrojándonos pullas la una a la otra, pero más que nada riéndonos de nosotras mismas y se siente como si el tiempo nunca pasara por nosotras. Hasta que James abre la puerta.
Cuando digo que la abre me refiero a que lo hace con una llave, una llave que yo le di.
¿En qué demonios estaba pensado cuando le di esa maldita llave?
Olivia no espera ni siquiera un segundo para lanzarme una de sus sonrisas y mis mejillas arden de manera dolorosa.
James se ve impresionado cuando ve a Olivia en la casa, pero sonríe amablemente y hasta hacen una pequeña charla, hasta que lo huelo.
- ¿Qué tienes ahí pregunto?- mirando a la bolsa blanca que James está cargando.- sus labios suben hacia arriba con una sonrisa.
- Esto te lo envía tu madre, espero que tengas hambre- ni siquiera tengo que contestar cuando extiendo mis manos pidiendo lo que sea que esa bolsa que huele como el cielo contenga.
- Te lo pondré en un plato- dice caminando hacia la cocina, como si fuera el dueño de todo el maldito lugar- ¿Quieres un poco, Olivia?-pregunta levantando la voz.
-Seguro-dice ella, pero no aparta en ningún momento su mirada de la mía. Diversión, absoluta y pura es lo que veo brillando en sus ojos.
- ¿Le diste una llave?- pregunta levantando una ceja hacia mí.
- Cállate- digo
- Esta cosa de la amistad está yendo mejor de lo que pensaba- dice e incluso ríe un poco, y James lo escucha.
- ¿Qué es tan gracioso?- pregunta tendiéndome unos de los platos mientras le pasa el otro a Olivia. La maravilla que olía tan bien es carne asada, con papas y verduras al vapor y una maravillosa salsa que solo Lauren sabe cómo hacer.
Esto es maravillsoso. El paraíso completamente servido en un plato y casi tengo ganas de llorar con lo bien que sabe.
-Tu madre es una diosa- dice Olivia
No puedo estar más de acuerdo contigo amiga.