Capítulo 9.-

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Tyler me miró sonriente mientras se llevaba una pieza de sushi a la boca y masticaba con entusiasmo, hacía tiempo desde que no salíamos solos y dado que Jenna se había ido un par de días a casa de sus abuelos ninguno de los dos tenía mejores cosas que hacer a parte de la banda.

-Estas callada. –dijo antes de beber de su refresco. -¿Es por lo de Brendon?

-¿Brendon?

Algo que a veces odiaba de Tyler era lo bien que me conocía, no podía ocultarle nada, nada en absoluto. Sabía cuándo discutía con Jenna, cuando tenía problemas con mi padre, cuando ocurría algo con un chico, etc. A veces sentía incluso que me conocía mejor que yo misma.

No era ninguna de esas cosas esta vez, ni siquiera era Brendon.

Era Josh Dun y la maldita noche anterior.

-¿Ocurrió algo en la fiesta de ayer? –dejó los palillos sobre la mesa y entrecerró los ojos mientras apoyaba la barbilla en sus nudillos.

-No, solo... yo... aún tengo un poco de resaca. –le sonreí para su tranquilidad y asintió poco convencido, me tomé unos segundos para buscar algo de lo que él pudiera hablar sin preguntar sobre mí. Su pierna no había dejado de moverse bajo la mesa desde que habíamos llegado al local y el nerviosismo era notable en Tyler, sobre todo cuando comía rápido y se rascaba la cabeza cada minuto. -¿Estás así por lo de la disquera?

-Un poco... sí ¿crees que funcione? ¿crees que ya nos escucharon? ¿y si no les gusta?

-Estaremos bien, estoy segura de que...

-Así que salen a comer sushi sin mí. –me interrumpió una voz bastante conocida, Josh puso una mano en mi hombro y se sentó junto a mi, Tyler sonrió con sorpresa.

-Aún dormías cuando salí, no quise despertarte, estábamos hablando de...

-Oh es que tuve una noche muy larga. –dijo estirándose sobre el futón y pasando un brazo por mis hombros ¿no podía ser más obvio? Lo hubiera golpeado si no fuera por Tyler.

-Oh... ¿saliste anoche? –La inocencia del pelinegro era de ayuda, a veces Tyler no descubría algunas cosas, esperaba que esta no fuera la excepción.

-Estuve por ahí.

-¿Con... una chica?

Bebí de mi malteada fingiendo desinterés mientras escuchaba con nerviosismo la conversación, Tyler no pedía detalles, no era ese tipo de chico, obviamente, pero Josh Dun se esmeraba en hacerme sentir incómoda y tentar a la suerte.

-Fue increíble, me gustaría repetir. –Tyler se rió.

-¿Tú? ¿Con la misma chica dos veces? Si claro.

-Estoy seguro de que pasará. –dijo el tintado mientras me robaba una pieza de sushi del plato. Suspiré y me giré hacia él.

-¿Cómo estás tan seguro? Quizás a ella no le gustó tanto como a ti. –golpe bajo. Tyler asintió entre risas y chocamos manos por encima de la mesa.

-Lo digo por la forma en que me pedía más mientras lo hacíamos.

-Todas pedimos más, es el momento, seguro se olvidó de ti esta mañana, lo digo por experiencia.

-Lo siento Josh, Alex lleva los lentes. –completó Tyler. –Iré por más bebida.

-Bom, cariño, seguro encontrarás a otra, eres Josh Dun. –dije cuando el pelinegro se alejó hacia la máquina de refrescos.

-Eres cruel.

-Y tu un idiota ¿quieres que Tyler nos descubra?

-Quiero volver a follarte.

Lo siguiente no me lo esperaba, al menos no allí, Josh se pegó a mi y sus labios chocaron con los míos, una mano tibia acarició mi muslo y me sobresalté segundos después, empujándolo hacia un lado.

-Josh...

-Vámonos de aquí.

-Tyler nos verá. –me quejé intentando controlar el temblor en mi cuerpo mientras Tyler se acercaba otra vez.

***

Brendon parecía melancólico, no había hablado mucho desde que me aparecí en su casa, mantenía el ceño fruncido mientras acomodaba las últimas cosas en su camioneta, la cual yo debería devolver a su casa en cuanto él tomara el vuelo.

-¿Estás bien? –pregunté consternada. Él dejó caer la última caja con fuerza y se recargó en la camioneta cruzándose de brazos. –Pareces molesto.

Finalmente sus hombros cayeron y bajó la vista a sus pies, suspirando.

-Me gustaría que él estuviera aquí, ya sabes... el me enseñó a tocar el piano y esas cosas.

-Brendon...

-Mamá dice que debe estar muy orgulloso. –la voz le tiembla un poco y no me mira a los ojos. No acostumbra a hablar sobre su padre, siempre se guarda las cosas, es terco y a veces bruto pero sé que le duele comenzar su nueva vida sin él.

-Estoy segura de que sí, donde quiera que esté, lo estás haciendo muy feliz. –le acaricié una mejilla y por fin me miró, sus ojos vidriosos y el labio temblando.

-¿Tú... crees eso?

-Sí. Y también creo que lo harás muy bien allá, pero cuidado con las chicas y vuelve de vez en cuando ¿sí? Tu madre te extrañará mucho. –el se rió, pasando sus brazos por mi cintura y besando mi frente.

-Gracias, Alex.


The Run And Go [Josh Dun Fic]Where stories live. Discover now