Capítulo 21 Mira A Los Valientes.

Start from the beginning
                                    

—Ya te diré mi respuesta —contestó con una rápida mirada.

—Perfecto. Niños, ¿me ayudan a traer unas cosas de la cocina?

—¡Claro! —exclamó Bell.

—Si Doctor Watson.

Ambos niños siguieron a John hasta la cocina y Sherlock se mantuvo en twitter ignorando el mundo a su alrededor.

La pequeña celebración concluyó temprano. Molly, su sobrino Thomas y Bell ayudaron a limpiar, la señora Hudson se mantuvo cargando a la bebé y Lestrade estaba decidido para aprovechar este momento y hablar con Sherlock sobre algunos casos pendientes en Scotland Yard pero, antes de que pudiera cruzar una palabra, él le respondió:

—No. No me interesa el caso de la perla de los Borgia. Sobre lo otro, arresta al cuñado.

El inspector solo cabeceó, agradeció por la rápida ayuda y cooperó con la limpieza antes de retirarse.

Sherlock tomó asiento en el sofá individual de la casa para seguir con sus respuestas en Twitter mientras que la pequeña Isabelle ayudaba con el resto de la limpieza.

—Sherlock —llamó John—. ¿Cuál es tu respuesta?

—Que Lestrade necesita enfocarse más en su trabajo, no en sus payasadas románticas —dijo muy seguro. John quedó pensativo unos momentos, se refería a una conversación que tuvieron en ese rato, más nunca pensaron que él estuviera atento.

—No me refiero a eso. Me refiero a lo del bautizo.

—¡Oh! —Exclamó alzando la mirada—. Sí, porque no.

John sonrió y se acercó a Sherlock para darle un gran abrazo. El detective le miró con una ceja arqueada y retomó la vista al móvil.

Bell y Tommy estaban sentados en el comedor, jugando con el celular de John un juego para dos. Molly, la señora Hudson y John se mantenían platicando con respecto al futuro bautizo y Sherlock siguió en su planeta.

—Yo podría hacer un pastel, varios muffins y biscuits para la fiesta —dijo la señora Hudson con una enorme alegría.

—¿De verdad señora Hudson? —preguntó John con una sonrisa. Ella cabeceó alegre—. ¡Se lo agradezco mucho!

—Tenemos que prepararnos con los vestidos —continuó Molly muy animada.

—Es verdad querida.

—¡Si! —Exclamó alegre—. He estado pensando en muchos diseños pero quiero comentarlo con Mary, tal vez ella ya tenga idea en mente.

En esos momentos Mary llegó, una vez durmió a su nena, a la estancia curiosa por escuchar su nombre.

—¿Qué quieren hablar conmigo? —preguntó con una sonrisa.

—Sobre la vestimenta para el bautizo —respondió Molly.

—¡Oh ya veo! —Exclamó—. Bueno, no he pensado mucho en ello, pero si me gustaría que llevarán vestido.

—¡Claro Mary! —exclamaron las dos mujeres.

John observó y escuchó con una sonrisa a su mujer.

—Hablando de vestidos... —continuó la señora Hudson mientras volteaba a ver a Sherlock— Querido, Bell no tiene ningún vestido.

Todos en perfecta coordinación voltearon a observarle curioso. El detective trató de ignorar todos esos ojos llenos de intriga pero le fue imposible, suspiró amargamente mientras rodaba sus ojos para observar a los cuatro.

La Niña que llegó al 221B de Baker Street. 【E D I T A N D O】Where stories live. Discover now