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Bien... Esto se ve mal.

Y es que siempre lo supiste, Bruce. Sabias que yo nunca fui alguien que tuviera a primer plano una referencia prejuiciosa de una persona, y a ciencia cierta, eso no me interesaba en lo más mínimo. Venía de herencia. Ya sabes, algo parecido a aquel dichoso refrán de no juzgues a un libro por su portada, pero estarás de acuerdo que lo primero que mira una persona de otra es el como se presenta frente a ella, esto va más allá de qué tan humano sea, era más bien la forma en la que viste o en la que se expresa; es algo contradictorio realmente. Quizás era por esa inseguridad que se ocultaba tras el cinismo y el molesto sarcasmo de mi imagen adolescente que me limitaba a guardarme mis opiniones, evitando así que miraditas irritadas y poco amigables me destruyeran aquel frágil castillo de naipes que le hacía fuerte a mi autoestima.

Lo sabes, porque fue así contigo.

Lo digo más bien por la chica que está a mi lado, sonriente. Se nota orgullosa, como si lo que acababa de hacer la hiciera automáticamente acreedora de un premio por ser excelente en la arqueria. La flecha se incrustó justo en el centro de la diana, en el origen del radio en el pequeño círculo... ¿Crees que entra aquí aquella materia estúpida de último grado?, no es necesario que lo digas, ya puedo imaginarme tu voz en mi cabeza diciendo las palabras que solo me hacen sentir un idiota empedernido que una vez más, está equivocado. Pero dime, ¿verdad que Kate no aparenta ser mejor que yo?, gracias.

Baja de la barra de equilibrio de un salto con la gracia que nos caracteriza; me sonríe cínica, burlona, con superioridad y es que no era para menos, llevaba acertando en el centro unos tres tiros atrás. Es maravillosa. Aquella chica, Kate Bishop, una joven aprendiz que me ha seguido desde que comencé el trabajo de un arquero olímpico dedicado; es bueno y muy gratificante descubrir que alguien aspira ser como tú. La sensación es bonita, hasta llega a hacerte sentir superior, casi especial. Justamente ahora tengo curiosidad, ¿qué habría pensado la chica cuando me presente por primera vez como su instructor? Cosas buenas, cosas buenas.

- Todo tuyo, jefe. - Me tiende el arco, deja el carcaj sobre la barra y se asegura de dejar las flechas a mi alcance.

Realmente espera que suba también, que quizás pruebe mi valor colocándome en un pie y tirar con precisión al centro, como todas aquellas veces en las que la deje perpleja. Pero la verdad es que no puedo, me he sentido mal antes de siquiera poner un pie en el salón de práctica, el tipo de malestar que te hace sentir un torpe por no enfocar bien las cosas y ser incapaz de vislumbrar un punto fijo para tirar la flecha. Suponía que no debería importar ya que anteriormente se debía a mi desvelo, porque tiendo a quedarme despierto hasta tarde, viendo cualquier tontería en Internet; lo raro es que siempre ando como si nada sucediese, pero esta vez, es diferente. Hasta atontado me siento.

Me mantengo de pie al lado de la barra, teniendo siempre a la vista mi objetivo, se mira algo fácil aunque pensándolo bien ahora que intento enfocar el objetivo, se miraba como algo fácil. El cable se tensa, los músculos de la espalda se contraen, relentizo mi respiración, exhalo y finalmente relajo la mano.

Y... el sonido seco del lienzo siendo penetrado por la punta de mi flecha. Kate me mira de soslayo, quizás evitando burlarse. El centro està intacto, el lateral está hecho mierda. Es el primer tiro, me relajo y trato de no pensar en lo que acaba de suceder. Sigo con otra flecha.

Se escucha el martilleo de las manecillas del reloj en lo alto de la columna de concreto frente a nosotros, es un ruido mortífero entre el mutismo que mantenemos en el salón.

¿Cuando te digo que esto se ve mal? Te prometo que se siente peor.

Me irrita, me irrita la vocesilla traicionera en lo más recóndito de mi cabeza, esa que me tiene constantemente informado del desastre que soy hoy. Me irrita la borrosa visión que tengo ahora mismo. Me irrita sentirme irritado por algo que conozco tan bien y que sin miramientos, podría hacer diez veces seguidas mismas que podría diez veces seguidas atinar.

Ojos color sol || Hulkeye AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora