Es inevitable fruncir mis cejas. El día en el que Günter fue a verme para proponerme aquél acuerdo, me hizo prometerle que jamás le diría la verdad a Drac por su propio bien, pero por más que le diera vueltas al asunto, no tenía sentido alguno esconderle una verdad que cambiaría su vida, decirle que su hermana estaba con vida, más cerca de lo que el imagina, sencillamente lo haría felíz.

- El merece saberlo, Günter-replico, cortante- Debe saber que su hermana está más cerca de lo que el piensa.

- No es tu deber decírselo-me espeta, borrando la sonrisa de su rostro y apretando sus labios.

- Pero es el tuyo, deberías decírselo si en verdad te interesa salvarlo-le aconsejo, intentando acercarme a medida que el se aleja- Solo así el será felíz finalmente, Günter.

- ¡Maldita sea, solo intento protegerlo!-me grita, haciendo vibrar sus cuerdas vocales- Solo de esa manera será felíz, algún maldito día, Sullivan-sus ojos viajan con descontento hasta los míos, el celeste de sus ojos había adquirido un tono sombrío, el cual hacía que mis piernas flaqueran. Podía notar la amenaza latente en sus pupilas- Si te llegas a involucrar en esto me veré obligado a expulsarte del juego, Amber Sullivan.

Me dejo llevar por el enojo que invade mi torrente sanguíneo con tanta fuerza que me tiemblan las piernas. Siempre que me enfadaba sentía la necesidad de llorar, ese es mi vergonzosa debilidad, la impotencia que hierve adentro de mis venas no me permite decirle que está cometiendo un completo error al ocultarle la verdad. Es merecedor de conocer el paradero de su hermana de sangre, esa a la cual tanto se ha desvivido, culpandose y señaladose así mismo por su supuesta muerte.

Günter da un paso al frente centrando sus ojos en los míos, su mirada emana aversión, repulsión, más que odio, lo cual es incomprensible, se supone que debo ser yo quien le tenga tan grande aberración.

- Te quiero fuera de esto, Sullivan-me advierte, caminando de manera grácil hasta a estar frente a mí, el es unos cuantos centímetros más alto, pero no me permito lucir amedrentada.- Puede ser Nicholas el siguiente en la lista.

Comprendo su indirecta e instintivamente abro mis párpados por completo. Conociéndo al temido Günter Dolveur, estoy consciente de que no debo esperar nada gratificante de su parte después de todo lo que le he ayudado a cubrir su mentira. Esa mentira de la cual no podía escapar. Por tanto, no me asombraría que involucrara a Nick después de todo.

- No tienes que involucrar a Nicholas en esto-murmuro, bajando el tono de mi voz, incluso cuando me encuentro muriendo internamente con un cólera a ciegas.- Drac no se enterará de mi parte-me sincero, por más que duela no podía sacrificar la vida de las personas que amaba solo por abrir mi boca.- Pero ten en cuenta que las mentiras tienen patas cortas, así que algún día el se va a enterar, y tú...-lo apunto con mi dedo, acercándome a su rostro- lo vas a lamentar.

. . .

Después de mi disgustante encuentro con el desgraciado de Günter, recibí una llamada de Derek invitándome a tomar un café, no tardé mucho en comprender que se trataba sobre algún tema delicado a juzgar por el tono frágil y flaqueante de su voz.

Aparco en el primer lugar disponible que encuentro en el estacionamiento. Había olvidado la cantidad de habitantes que ahora se exiliaban en Portland porque una hilera de vehículos yacía delante de mi. Por suerte, un pequeño escarabajo, un volkswagen para ser precisos, no demoró en cederme su lugar. Estaciono, asegurándome de estar en medio de ambas líneas blancas y salgo del auto. El viento es frío y solpla con fuerza, así que me envuelvo entre mis brazos para protegerme sin despegar la vista del sendero frente a mi. La grava suena bajo mis pies debido a que se encuentra algo húmeda.

DOMINIK© [2]✔Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum