parte 3: el plan

13 2 0
                                    


Tras la fatídica noche, los hermanos despiertan y siguen su rutina. Al llegar al despacho John y Stephen se sientan y Elizabeth voltea una gran pizarra blanca, dando lugar a la otra cara de esta, que tenía un color negro. Este lado de la pizarra estaba reservado para llevar las anotaciones de cada uno de sus casos.

– Bueno, creo que ya sé por dónde empezar. – Elizabeth da la primera palabra mientras borra las anotaciones del caso M-A_1. Un caso pasado que requirió una exhaustiva investigación por la desaparición del primogénito de una familia cercana a los Vald– Según dice aquí, Bartolomé fue al bar para pagar unos 500.000 dólares por apuestas retrasadas y además...

La pelirroja se vió interrumpida por culpa de un toque incesante en la puerta y una voz que los tres reconocen.

– ¡Señor Vaaald! – Se escucha la voz de Martha con un tono armonioso mientras sigue tocando la puerta – Quisiera saber qué tal va el caso acerca de Bartolomé – explica la susodicha con una sonrisa siniestra para sí misma.

– carajo  – Maldice John– Stephen, oculta la pizarra, no podemos permitir que ella sepa que tenemos conocimiento de esto– susurra el de la barba mientras guarda con una increíble rapidez muchos documentos y papeles en un cajón bajo llave en su escritorio– Esto, ¡pase, pase! Está abierto Srta. Dreir – le responde por fin a la impaciente mujer.

– Señores y señorita Vald, ¿cómo se encuentran? – Inquiere Martha con una sonrisa cínica– Quisiera saber cómo se encuentra todo, ya que han pasado varios días y no quisiera que tuvieran algún... Inconveniente. Además, creo saber qué sucedió – le dirige ahora la mirada a Stephen con malicia que le deja a Elizabeth una sensación de asco, que aprieta entre su mano oculta en su bolsillo una manopla.

– Señorita Dreir no debe de preocuparse. – La interrumpe algo molesto Stephen, pero le dirige una sonrisa – Ya tenemos una pista la cual puede sernos útil.

– Me alegra saber eso. – Admite Martha alegremente y se levanta de la silla de manera muy decente – Quería informarle también que estaremos en una casa de campo el fin de semana por si querrían saber dónde estaré.

– Claro, claro muchas gracias. Cuando vuelva podrá tener una respuesta. – Le responde John a Martha estrechando su mano, y luego observa cómo se va – Ay, Dios – dice John mientras corre a cerrar la puerta con seguro y se dispone a hacer un triángulo de la mente con Elizabeth y Stephen.

Acto seguido los tres dicen al unísono lo que pensaban.

– Ella no está actuando como antes.

– Debería estar preocupada y triste por su hermano. Esperando una pista, no feliz y jactarse sobre la falta de información que tenemos. – Comenta Elizabeth mientras mira a sus hermanos que muestran una preocupación latente – Creo que algo malo está pasando.

– Y que lo digas, Martha no es la misma. – complementa John al recordar el día en la Torre de la Campana y la actitud de Martha en el momento que llegó a la oficina, sabían que algo no cuadraba y eso estaba mal – Su actitud cambió entre estos días, y eso no es normal. Algo debe estar pasando y descubriremos qué es.

Después de una sesión de charla prolongada en donde los tres hermanos pensaban las posibilidades que provocaron el cambio de actitud radical Martha Dreir, John y Stephen emprenden una caminata hacia el bulevar, puesto que tienen tiempo libre.

Se detienen en seco al llegar a la entrada del café de Jeremías, para después entrar. El café está casi vacío debido a que los habitantes de aquella zona preferían visitarlo en horas de la noche, ya que Jeremías tenía una buena reputación con sus tragos –que solo servía en horario nocturno– Este los recibe con una sonrisa mientras le sirve un café moccachino a John, e inicia la plática.

tales of liberty town | vol 1 | ||en proceso||Where stories live. Discover now