— Ken, mátame — dice Jin recostado en la mesa del comedor.
— ¿No que a el gran Jin le sale todo bien?
— Ken — lo mira mientras hace un puchero.
— ¿Qué pasó ahora?
— Mi compañero de trabajo...
— ¿Tú Dios?
— Si, ese, es un pervertido. Me siento incómodo estando con él.
— ¿No le ibas a decir que tuvieran un nuevo inicio?
— Traté, pensé que tenía todo bajo control, me dijo algo feo y me besó, obviamente no le correspondi.
— Si te sientes de esa manera... ¿Por qué no dejas el empleo? Ni siquiera necesitas el dinero.
— ¿Renunciar por algo así? — suelta una risa burlesca — además me cae muy bien la dueña del lugar.
...
— Jin, ¿me puedes hacer un favor? — se acerca la señora Kim con él.
— ¡Claro!, ¿para qué soy bueno?
— Acomoda estás cajas llenas de ingredientes en el almacén; tienes que cruzar la cocina para llegar ahí. Yo te cubro en la caja.
— Esta bien — dice mientras agarra las cajas.
...
Jin se encuentra acomodando y haciendo el inventario de lo último cuando llega alguien por atrás y lo acorrala en la pared.
— Hey Jin — Jin traga saliva al notar que se trata de Namjoon el que lo tiene en una posición así — que adelantada esta la ciencia que hasta los bombones caminan — le da una palmada en el trasero.
La única reacción de Jin del momento fue que se le cayera la caja de huevos, causando que se rompieran 48 unidades de aquel producto. La señora Kim al enterarse de lo que hizo Jin; le descuento de su paga esa pérdida.
[...] Tengan un buen día.
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