Parte 2: el caso M

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En un arrebato de ira, Elizabeth se levanta, cansada de la discusión de sus hermanos mayores.

– ¡Hagan silencio! No discutirán por un caso, que, tal vez ni siquiera nos van a pagar. – Con aquellas palabras, Elizabeth calla a sus hermanos durante unos minutos.

– Yo opino que hay que investigar acerca de esa pelea. – Insiste Stephen, ganándose una mirada suspicaz de Elizabeth.

– Tú encárgate de investigar eso, y yo investigaré acerca del hermano de Martha, su caso es más genuino. – Decide John tras unos segundos.

– Apoyo a John. – Dice Elizabeth– El caso M es posible de resolver fácilmente. De todas formas, usaremos a ALPHA 1 y lo terminaremos todo de manera efímera.

ALPHA 1 irrumpe en la sala tomando la forma de un mayordomo con un holograma.

– ¿Ha dicho usar, Señorita Vald? – inquiere el androide. Elizabeth se carcajea levemente.

– Perdona, quise decir, pedir la ayuda de nuestro amigo robot. – Le responde con una sonrisa, ALPHA le responde con la misma sonrisa y se retira.

Stephen, preocupado por su actitud, se sienta junto a John y le acaricia fraternalmente la espalda. Mientras le pregunta qué le sucedía

– Solo olvídalo, ¿bien? Vamos a investigar, y matamos dos pájaros de un solo tiro.

El lunes en la mañana los hermanos Vald toman un tren que los envía a la Torre de La Campana, famosa por cuidar la campana con la cual se declaró el fin de la batalla para la libertad de su país. Luego de una hora llegan con cierto cansancio al techo del edificio, la señorita Dreir los esperaba con una mirada expectante sosteniendo una carpeta en donde resguardaba información recolectada de su hermano.

-¡Detective Vald! Necesito que haga todo lo posible para que lo encuentren... – dice mientras le entrega el sobre, que se veía mojado por unas lágrimas no muy recientes. Una esquina del sobre estaba quemada.

–Tranquila. – La consuela John guardando el sobre en su abrigo marrón mientras le da una palmada amistosa en el brazo viendo sus ojos – Seremos cuidadosos y precisos.

Luego se alejan mientras Martha suelta una risa en voz baja despertando sospechas en Stephen por su aparente felicidad. Luego toman un tren con dirección al despacho de los detectives se dirigen. Cada quien lleva su respectiva información dividida en el camino. Se acomodan en sus respectivos sectores, Elizabeth se dedica a revisar el escáner de actividad en la zona, mientras Stephen observa diferentes artilugios antiguos que tiene en su posesión. John se encarga de investigar la base de datos de la compañía de sus padres.

Pasan las horas, hasta que por fin, el reloj marca las diez y media de la mañana, hora que acordaron para planear la investigación.

– Lizzie, pienso que ya tengo un motivo por el cual su hermano pudo ser secuestrado. – Dice John con voz triunfal mientras pega distintos papeles con información de manera desacomodada.

Stephen en silencio reúne pistas acerca de la pelea que culmino en un final ácido –y nunca mejor dicho– para aquellos criminales. Con certeza, sonríe levemente.

– Chicos... He hallado algo.

– Dinos Stephy. – Dice John acercándose con Elizabeth hacia la mesa de su hermano.

– No me llames así, idiota. – Reclama secamente el mayor obteniendo un suspiro de John – Tengo una pista acerca de la pelea, según esta información, un testigo dice que el chico el cual fue a confrontar al criminal, era de clase alta, sabe que lo era, ya que pidió un Whisky Diamond Barry del 2000 y fue con ropa de precio considerablemente alto.

tales of liberty town | vol 1 | ||en proceso||Where stories live. Discover now