🐁Capítulo 7🐁

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Cuándo por fin el peligro se fue, Misha suspiro aliviado y abrió las puertas del armario

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Cuándo por fin el peligro se fue, Misha suspiro aliviado y abrió las puertas del armario. Había corrido allí arrastrando a Lenya después de sentir como su padre se tensaba y su madre salía con un "arma", algo estaba pasando y no era para nada bueno. Para tener tan poca edad, el joven Nikiforov ya era bastante maduro en cuánto a responsabilidades se trataba, después de todo el habia prometido cuidar del pequeño minino apodado Lenya Altin Plisetsky.

—Misha...— murmuró el más pequeño mientras tomaba la mano de este mismo y lo seguía fuera de la habitación.— Tengo miedo...

—Tranquilo, nada te pasará si te quedas aquí a mi lado.— Aseguró risueño a la vez que se detenía y se inclinaba para ver a su pequeño acompañante a los ojos, esas lindas esferas esmeralda que combinaban a la perfección con su rubio cabello.— Misha te protegerá siempre.

—¿Siempre?.— Preguntó el infante mientras un adorable sonrojo se esparcia por sus mejillas.

—Toda la vida, Lenya.— Concluyó el de cabellos azabaches mientras tomaba entre sus brazos al rubio y caminaba hacia la sala, donde ahora mismo descansaban los adultos.

Yuuri estaba recostado en el sofá con su cabeza en las piernas de Viktor, mientras este mismo acariciaba su cabello e intentaba calmarlo de alguna manera.

Por otra parte estaban los más jovenes sentados en sofás separados, estaban confundidos y más aún el rubio que mantenía su mirada perdida en el suelo.

—Viktor.— llamó el kazajo mientras se inclinaba un poco sobre su posición para verlos.— ¿Qué significa lo que acaba de pasar?.— Preguntó, preocupado por saber la respuesta y aunque se observará serio por fuera, estaba muy preocupado en su interior.

—Éso no puedo explicartelo con claridad, Otabek.— suspiró el ruso a la vez que hacía una leve mueca con sus labios en forma de corazón.— Hay algo que no esta bien con ese hombre, él hizo algo horrible...Algo que lastimó hace un tiempo a...Yuratchka.—

El silencio abrumo la sala mientras el Kazajo dirigía su mirada al decaído y nervioso ruso, suspiro y estiró su mano para tomar la del otro con delicadeza y compasión.

—Yura.— llamó con dulzura.— Se que no recuerdo nada de lo que ha sucedido ni todo por lo que hemos pasado, pero yo no te dejaré solo, nunca.

Las mejillas del rubio se encendieron de inmediato, logrando sacar una sonrisa de parte de los esposos Nikiforov, realmente y aunque no se recordaran, seguían amandose muy en el interior de sus jóvenes y dolidos corazones.

—Beka...—

—¡Mamá!.— Exclamó el pequeño de contextura pequeña tras el hijo de los dueños del hogar, se deshizo del agarré de éste y corrió hacía sus padres, saltando a los brazos del más bajo, su madre.— ¿Están bien?, ¿Porqué estas tan rojo? ¿Tienes fiebre, mamá?.— Preguntó preocupado el infante a la vez que tocaba la frente de su madre y hacia una mueca.

—N-No Lenya, estoy bien...— Murmuró el ruso mientras reía levemente, encantando el sentido auditivo de cierto Kazajo.

—Deja a mamá Lenya, se pondrá mas rojo.— Bromeó Otabek a la vez que tomaba en brazos a su pequeño retoño y lo alzaba.— No te preocupes tanto que si no quedarás calvo como tu abuelo Viktor.

Risas se esparcieron por el lugar a la vez que el mencionado gritaba: «¡No estoy calvo!, sólo tengo una gran frentota...» seguido de hacer un puchero y suplicar a su esposo cariños para aliviar un poco su vergüenza.

Por otro lado de la ciudad, un hombre de cabello negros y recortados al igual que todos los hombres a la moda, observaba ansioso las vistas desde su ventana en el auto blindado

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Por otro lado de la ciudad, un hombre de cabello negros y recortados al igual que todos los hombres a la moda, observaba ansioso las vistas desde su ventana en el auto blindado. La sonrisa entre sus labios no desaparecia y no planeaba disimular su emoción.

Por fin el plan que tanto había detallado y deseado, se estaba haciendo realidad.

El automóvil avanzaba con ritmo acorde, es más, el conductor sólo deseaba ver a su familia y cerciorarse de que estaban bien, después de todo había sido amenzado si no aceptaba ser parte del terrible plan entre manos de la organización.

«Micky...Estarás bien, porfavor no dejes que te lastimen.» Suplicó a sus adentros a la vez que ingresaba con el automóvil hasta la mansión de su jefe, donde estaciono a las afueras de lo que seria la gran casona de la actual familia Leroy.

—Bien, ya puedes ir a tu pequeño Hogar, Emil.— Dicho esto, el alegre Canadiense bajo del auto y se giro antes de que se fuera su conductor para decir.— Saluda a tú amado esposo e hijo de mi parte.

Emil solo asintió con un dolor horrible de su estómago, asqueado por sus palabras, pues realmente no quería que hablará demás hacia las únicas dos personas que tenía en el mundo, su mundo.

Arrancó de nuevo el automóvil y condujo hasta la parte trasera y más alejada de la mansión, donde se extendía una casa un tanto pequeña, un huerto y un pequeño gallinero; inspiró profundo y bajo del auto.

— ¡Papá!.— Se escuchó el grito de un pequeño niño que a la vez corría hacía él, sonrió e instintivamente atrapó a su retoño en el aire para darle un tierno beso en su mejilla.

—Hola Samy.— saludó el mayor.

—¡Emil!.— La voz de su esposo logró ponerlo aún mas alegré, realmente amaba mucho a su linda familia.

Después de ser atrapados por las amenazas de haber conocido tanto a JJ como a su "esposa", fueron obligados a vivir y trabajar para él. Ayudaban con la limpieza, el transporte y como antes...En planes que dejarían sus manos sucias en vez del ahora millonario Canadiense. Vivían en una "Villa" nombre que los propietarios le dieron a esa pequeña casa que compartian junto a dos familias más, quienes eran bastante jóvenes y realmente no merecían esos tratos.

Isabella era la hija de un matrimonio millonario gracias a trabajos ilegales, aunque realmente debía casarse con alguien que no la amase, alguien que quisiera hacer lo que se le diera en gana y la dejará tranquila para viajar,  comprar, salir y quien sabe que otras cosas que una chica millonaria haría.

Isabella era la hija de un matrimonio millonario gracias a trabajos ilegales, aunque realmente debía casarse con alguien que no la amase, alguien que quisiera hacer lo que se le diera en gana y la dejará tranquila para viajar,  comprar, salir y qu...

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Hola ❤ Esperó que les haya gustado, quería explicar un poco el «¿Porqué?» de algunas dudas, aunque aún quedan muchas incógnitas 😱 Esperó que sigan apoyando la historia y disfrutando de esta misma como yo lo hago al escribir, besitos a todos💞 ¡Nos vemos! 💞

Mamá, Papá...¿Me olvidaron? [En Pausa]Where stories live. Discover now