Capitulo 11.

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Decir que el niño se había acostumbrado a vivir con los muchachos era decir poco, al principio parecía preocuparle que en cualquier momento lo regresarán con sus tíos debido a su anormalidad, o algo así había dicho, pero agarrandoles un poco más de confianza eso dejo de preocuparle.

Ya no se sentía ansioso y o nervioso, al contrario, se sentía relajado, aceptado y querido por los jóvenes, dos semanas después ya tenían establecida una rutina. Sasuke y Naruto nuevamente habían cambiado de rango, Sakura y Karin se habían empleado como enfermeras personales y se turnaban los turnos, valga la redundancia, Juugo se había encontrado trabajo en una tienda de mascotas y les trajo sorpresas. Suigetsu, bueno, él entrenaba máscotas nuevamente aunque ya no en el acuario, mascotas más normales, no acuáticas, le hacían caso y nadie sabía cómo, de Juugo se podría entender pues sus habilidades innatas, y de nacimiento cabe destacar, con la naturaleza le daba ciertos privilegios. Claro que tambien podría ser porque es parte pez, sea como fuere a Suigetsu le iba bien en su empleo y también ganaba bien.

Se podría decir que trabajaba con Juugo, él entrenaba las mascotas y su amigo las vendía, algunas eran rescatadas de las calles y otras compradas o criadas por los dueños de la tienda, así, entrenadas, era menos probable que se deshicieran de ellas cuando se les acabará el encanto de la pequeñes y la lindura, ósea cuando crecieran.

Y Harry, él estaba encantado, incluso había pedido una mascota cuando fueron a visitar a Juugo al trabajo. Se turnaban para dejarle y traerle de la escuela, ya se habían acostumbrado, tanto que parecía como si siempre hubieran estado juntos. Habría muchas cosas que al niño le faltarían, como los consejos de un padre que ha vivido mucho y quiere evitarle dolores y sufrimientos a su hijo, claro que ellos podrían hacerlo pero no sería lo mismo, tal vez habían vivido tanto o más cosas que su padre, pero no era igual, él lo sabía, ellos lo sabían, todos lo sabían. Ellos serían un apoyo para Harry y le darían tanto como pudieran aunque sin olvidarse que no se trataba solo de dar sino también de recibir, el niño sabría que tiene que dar lo mejor de si en los estudios. Eso era importante.

Le darían un hombro donde llorar cuando estuviera triste y él en cambio les daría un motivo por el que sonreír. Ambos lados saldrían ganando, tendrían al fin la familia que siempre quisieron. Felicidad al fin.

*

Habían pasado algunos meses desde que el pequeño Harry llegó a sus vidas, o más bien desde que por casualidad pasaron por el parque donde estaba siendo molestado por otros pequeños y lo defendieron y rescataron de sus abusivos tíos, realmente había sido una buena decisión. Se había llegado diciembre y las fiestas de invierno se acercaban, ni que decir de lo emocionados que estaban todos por celebrar navidad en SU casa, con SU familia... Juntos.

Estaban pensando hacer una pequeña fiesta en su casa e invitar a los amigos de Harry y a sus padres para que celebrarán juntos la primera navidad del niño, no que fuera su primera navidad pero sí la primera que tenía permitido celebrar, recibir regalos y estar feliz, en resumen, era la primera vez que tenía permitido mostrar su existencia.

Otras veces le habían permitido estar el tiempo suficiente fuera de su alacena para ver como tía Marge le entregaba sus regalos a Dudley, jamás había estado celoso de los regalos de su primo, sin embargo era el cariño lo que envidiaba, el hubiera sido feliz de recibir calcetines, que no fueran los de tío Vernon, y estar con sus padres o con alguien que lo quisiera, como los ángeles, eso había pensado que eran los muchachos que lo salvaron de Dudley y sus amigos aquél día en el parque, con sus cabellos diferentes y rasgos bonitos. Eran perfectos, jamás había visto gente así, no que hubiera salido mucho o viajado, pero en sus escasos siete años de vida no había visto a nadie así.

Sí pudiera elegir entre ellos y un mundo lleno de magia, definitivamente los elegiría a ellos, a sus mimos, sus abrazos, sus besos en la cabeza, la magia que ellos hacían. Todo de ellos.

Viviendo Mejor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora