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Capítulo 22.

2 de 2.

Me siento en la sala de estar, mientras ceno y veo la televisión. Es domingo por la noche y llevo sin hablar con Aaron y con Harry desde el sábado por la mañana. Tengo que hacer las paces con Aaron, pero no se cuando voy a ser capaz de eso. Trate de llamarlo dos veces pero me saltó el buzón de voz. 

Estoy enfadada con Harry. El fue grosero conmigo ayer por la mañana y por la noche eramos unos idiotas riendo y bebiendo té a las tres de la mañana. Me gusta Harry cuando estamos así, me dan ganas de conocerlo mejor y de ser amigos. Cada vez pienso que es una persona decente, no un imbécil. 

He evitado salir estos dos últimos días. Los dos chicos que me pararon el la calle el otro día todavía me persiguen, pero la curiosidad se quema en mi interior como un incendio forestal, que rabia. ¿Quienes eran? ¿Que tiene que ver Harry con ellos? ¿Por qué iban detrás de mi? ¿Que quiso decir Harry cuando dijo que era un contador?

Trato de escapar de las miles de preguntas que me molestan, pero es inútil. Sé que si vuelvo a seguir a Harry después del trabajo, alguien lo va a ver y voy a meternos en problemas. Si hubiese una manera más fácil..

Me detengo para masticar mi comida. Harry se enteró de muchas cosas de mi apartir de mi archivo. Tal vez si pueda ponerme en contacto con el suyo, consiga algunas respuestas. Tal vez no sobre los dos chicos, pero sí sobre su pasado. 

 La idea despierta en mi como un fuego artificial. Mañana en el trabajo necesitaré una excusa para ir a la oficina de Crystal y mirar en sus archivos sin que me pillen. ¿Como voy a ser capaz de hacer eso?

Nunca he sido muy cautelosa, y no rompo las reglas con mucha frecuencia. Pero sé que si no obtengo respuestas pronto voy a explotar. 

Limpio los platos y mando un mensaje a Aaron para ver si quiere venir. Sé que el probablemente no me responderá, pero dedico que no importa.  Si el no quiere tratar de fijar esta relación, que así sea. 

Sorprendentemente, recibo un mensaje de vuelta de Aaron diciendo que estará aquí en diez minutos. Rápidamente doy una vuelta por mi apartamento para organizarlo y limpiarlo. No puedo decir que no estoy nerviosa. ¿Y si Aaron me deja?

Llaman a la puerta y abro. Aaron sacude las otas de lluvia de su cabello y camina hacía dentro, con las manos en los bolsillos. 

''Es brutal lo que cae ahí fuera.'' comenta. 

Asiento con la cabeza. Yo no he estado fuera en todo el día, pero estoy de acuerdo con él de todos modos. 

''¿Puedo ofrecerte algo?'' Pregunto. ''¿Agua?¿Café?''

''No, esta bien.'' 

Asiento con la cabeza y él se apoya contra el respaldo del sofá. 

''Así que..'' El comienza. 

''Lo siento mucho.'' Me apresuro. ''No sé que se apodero de mi, y no quiero que este sea el final para nosotros.'' 

Aaron suspira y mira por la ventana. Nunca hemos peleado antes; esto es nuevo para los dos. Estamos a acostumbrados a que todo vaya bien y estar así no me gusta. 

''Yo tampoco quiero que esto sea el fin.'' Dice y respiro un poco con alivio. ''Supongo que estaba sorprendido por encontrarte en la casa de Harry cuando decías que le odiabas.'' 

''Y lo hago.'' Le digo y trato de convencerme a mi también. ''El solo me estaba haciendo un favor.'' 

Aaron asiente. ''Esta bien.'' Dice y envuelve sus brazos alrededor de mi, apoyando mi cara en su pecho.Estoy tan contenta que no nos separamos. incluso si Aaron y yo tenemos nuestras diferencias, él me da una sensación de seguridad que me gusta. 

''¿Mañana puedes recogerme después del trabajo?''Le pregunto. Se que debo parecer una idiota por pedirlo, pero debería darle una oportunidad de redimirse. 

''Si.'' Dice. ''Lo prometo.'' 

Aaron me besa y dice que tiene que correr, le han llamado. Trato de no parecer decepcionada con la despedida. El tiene un trabajo importante que atender y no debo quejarme. 

Me siento en sofá. Veo un poco la televisión y reflexiono. ¿Voy a ver realmente el archivo de Harry mañana? El pensamiento envía emoción y miedo a través de mi. ¿Seré capaz de hacerlo? ¿Debería?

Me voy a dormir con los restos de la persistente risa de Harry en mi cabeza.