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Capitulo 18.

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Harry exhala  recoge sus cosas del suelo.Rápidamente sale del ascensor sin decir una palabra.

Sigo pasándome una mano por el pelo.

''¿Cuanto tiempo estuvisteis ahí dentro?'' Me pregunta el Sr.Greenman.

''No lo sé.'' le digo. ''Harry pulso todos los botones así que debió de atascar el sistema.'' 

El Sr.Greenman rodó sus ojos. ''Maldita sea, yo le dije que parase con eso. Lo siento, Rose.'' 

Me encojo de hombros. ''Está bien.''

Greenman mira su relog. ''No me gusta pedirte esto Rose, pero ¿pero le importaría trabajar tarde esta noche? Tengo dos manuscritos adicionales que necesitan ser editados para mañana-''

Asiento. ''Por supuesto. Empezaré ahora.''

Camino de vuelto a mi lugar de trabajo y me siento, alejando los papeles de alrededor. Veo que Harry se ha marchado ya. Gracias a Dios. El es la última persona a la que quiero ver. 

Estoy nerviosa por las palabras que me dijo Harry. Yo no soy pretenciosa. Aunque admito que me sentí bien al golpearlo. Se lo merecía después de todo lo que ha dicho de mi desde que nos conocemos.

Pero, ¿Quiso decir todas las cosas que dijo? ¿Soy una snob? Mi padre es un ejecutivo en un gran negocio de Nueva York, pero es no me parece pretencioso.

¿Qué he hecho yo para que Harry me odie?

El reloj marca las cuatro y me pongo a trabajar. Le mando un mensaje a Aaron preguntando si puede recogerme y me dice que sí. Voy a tener la oportunidad de pedirle disculpas por lo que dije y todo va a estar bien.

Mi pluma roja vuelve a través de la pagina. Greenman viene a menudo y me da las gracias por quedarme hasta tarde. Dice que lo va a poner en el expediente del Sr.Crystal.

A las ocho en punto he terminado un manuscrito y la mitad del segundo. El Sr.Greenman viene otra vez mientas yo camino por la puerta. 

Marco el número de Aaron. Cuando suena el buzón de voz suspiro. 

El aire es frío y me envuelvo en la chaqueta. No veo su coche por ningún lugar, y mi corazón se hunde cuando me doy cuenta de que probablemente no venga.. de nuevo. 

Necesito hablar con Aaron sobre esto. 

Me estremezco y me siento en un banco. No voy a llorar esta vez. Empiezo a repensar mis pensamientos por Aaron. El me olvida todo el tiempo y apenas saca tiempo para mi. ¿El realmente trabaja o me esta mintiendo?

No, mi mente dice. No está mintiendo, ¿por qué iba a mentir? Él esta ocupado en su trabajo. 

Le llamo de nuevo y cuelgo cuando me salta el contestador por segunda vez. ¿Por qué me olvida tanto?

Por lo menos no está lloviendo. 

Miro a mi alrededor. Tampoco veo el coche de Harry. Me siento decepcionada y aliviada al mismo tiempo y no sé por qué. Él es un idiota y yo quiero tener nada que ver con él. 

Ten cuidado con lo que deseas, dijo Harry en el ascensor. ¿Que significa eso?

Espero un cuarto de hora en el banco. 

Creo que voy a caminar hasta casa. 

Maldita sea, ¿Por qué me pongo tacones hoy?

 Pienso en el camino a casa en mi cabeza y empiezo a caminar. Mis zapatos hacen clic contra el pavimento frío. 

Oigo gritos en la distancia. Me estremezco en la obscenidad de las palabras y sigo caminando. 

Giro una esquina y suspiro, levantando el GPS de mi teléfono y escribiendo en el mi dirección. Esperemos que no me lleve muy lejos. 

Oigo un movimiento detrás de mi pero lo ignoro. Será otro que camine hacía su casa. Las calles de Nueva York son mucho más peligrosas que las de Portland. ¿Por qué debería de tener miedo?

Vuelvo a oir otro ruido y me doy la vuelta, mis ojos escanean el vacío de la calle. Van al callejón por el qué segui a Harry un día. El miedo comienza a construirse dentro de mi y me pongo a caminar, está vez más rápido. 

Aquí no hay nadie. 

Aquí no hay nadie. 

Aquí no hay-.

Alguien me agarra de la muñeca y choco contra un edificio de ladrillo. Mi aliento sobre mi garganta. Grito por el duro impacto de mi cuerpo sobre la piedra. 

Hay dos chicos de pie delante de mi, la farola les baña de un halo misterioso. Luz tenue. Uno tiene el pelo rubio y los ojos azules, sus brazos cruzados sobre el pecho. El otro lo reconozco como el chico castaño que se reunió con Harry en el callejón. 

''Te tengo.'' Dice el chico de pelo marrón con una media sonrisa tirando de sus labios. 

Me dan ganas de gritar pero tengo un nudo en la garganta.

''Rose, ¿verdad?'' Pregunta el rubio. ''Que nombre  tan bonito.''

''¿Cómo-Cómo sabes mi nombre?'' Pregunto con voz temblorosa. 

''Nosotros sabemos muchas cosas Rose.'' El del pelo castaño comienza a caminar, sus ojos se reflejan con la luz. No parece mayor que yo; ninguno de los dos lo parecen. 

''¿Cuanto te dijo?'' Pregunta el chico rubio con voz ronca. 

''¿Q-Quien?''

''No te hagas la tonta Rose.'' Dice el otra vez. ''¿Que te dijo Styles?''

''¿Harry?''

''Ya me has oído.''

''Él no me  ha dicho nada.'' 

''No mientas. Hacerlo no te llevará a ninguna parte.'' El del pelo marrón se burla. 

''¿Quien eres tú?'' Pregunto. 

''Nosotros hacemos las preguntas.'' Dice el. 

''Oh vamos, amigo.'' Dice el rubio. ''Ella al menos debería saber nuestros nombres.'' 

El del pelo castaño sonríe. ''Muy bien, soy Louis, el es Niall. Ahora que todos estamos familiarizados vayamos al negocio.'' 

Trago. ''¿Que quieres?''

''Queremos saber lo que Styles te dijo.'' Dice Niall. 

''EL no me ha dicho nada.'' Le digo con una voz sorprendentemente fuerte. ''Yo ni siquiera quiero nada de el. Lo odio.'' 

Los dos se miran y se ríen. ''¿Entonces por qué te llevo a casa el otro día?'' Niall pregunta. 

''Necesitaba que me llevaran.'' le digo. ''Solo eso.'' 

Louis da unos pasos hacía mi, amenazante. ''Déjame decirte algo Rose.'' Dice despacio. Podemos hacer esto por las buenas o por las malas2. Pero de cualquier manera tendrás que hablar.'' 

Más gritos luchan por salir de mi, pero yo  me quedo paralizada. Debería de haber llamado a alguien para que me llevara.  No debería haber caminado. 

''No sé nada, estoy diciendo la verdad.'' Protesto. ''Por favor, sólo dejárme ir a casa.'' 

''Lo siento Rosie, no podemos permitir que eso suceda.''Dice Louis tomando mi muñeca en su mano. Me aprieta fuertemente y me estremezco. ''Ahora dime.'' gruñe. ''¿Que te ha dicho Styles?''

Me dan ganas de llorar, gritar y pelear, pero mi cuerpo no me deja y me quedo petrificada. Mi cabeza se libra de ser golpeada contra la pared y siento como me voy a desmayar. 

De repente, un coche derrapa hasta detenerse junto a la acera. Alguien salta en una carrera hacía nosotros. 

''¡Sueltala!'' Dice Harry, agarrando a Louis del hombro y tirando de él lejos de mi. Miro fijamente con incredulidad como los dos saltan a la vez sobre él.