Capítulo 1

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Termino de prepararme, biquini, vestido suelto y bolso de playa.
Cojo a mi pequeño niño y camino hacia la casa de los Hernández.
Si sólo vivo a unos 10 minutos de su casa.
Me encantaría colarme por el balcón  como solía hacer, pero es mejor que llame al timbre como personas civilizadas.
Mientras que me abren la puerta juego con mi pequeño que esta sentadito en su carro.
-Buenas señora Hernández, soy Iria, la hija de Fer.
-Dios te ha visto y dios te ve, como has cambiado- dice dándome un caluroso abrazo y un beso en la mejilla- ¿y este niño precioso quien es? ¿Cómo se llama?
-Es mi hijo, se llama Pablo.
-Enorabuena cariño. Pasa, Marta esta arriba en el cuarto de Pilar, justo al lado del suyo, no tiene perdida.
Le doy las gracias con una sonrisa, saco a Pablo del carro y subo hacia el lugar donde de encuentra Marta.
Toco con los nudillos y un "Adelante" mal pronunciado es lo que se escucha de respuesta, sin duda a sido Pilar.
Pongo a Pablo en el suelo cuando abro la puerta y, lenta y torpemente, echa sus pies intentando andar, cosa que consigue agarrado a mis manos.
-Qué rápido pasa el tiempo, hace nada estaban chiquititos, durmiendo y llorando a todas horas.
Asiento con una sonrisa triste en mis labios.
-Aunque ahora estoy muy bien sin tener que levantarme tres veces en mitad de la noche para darle la toma eeeh.
-Lo se, eso era lo peor.
Cuando va llegando la hora de la fiesta le pongo al pequeño una camiseta finita de manga larga y bajamos al jardín trasero, donde se encuentra ya mucha gente, entre ellos Elena y mi "padre".
Nos acercamos a un par de tumbonas que hay solitarias y nos sentamos.
No tarda mucho en llegar Elena para darme un abrazo.
-Cariño, como has cambiado.
-Lo se Elena, lo se, pero era necesario todo este cambio, lo único malo es que no me acostumbro al castaño, puede que lo vuelva a dejar rubio.
-Tu padre lleva intanquilo desde que se enteró de que llegaste hace una semana- dice cambiando de tema- Y.....
-Hola preciosa- David la interrumpe dándome un beso en la sien mientras me quita a Pablo de las manos.
-Elena, si me vas a hablar de Christian mejor vete ¿si? Porque bastante mal lo estoy pasando ya.
-Solo una pregunta más- dice poniéndose en pie, pues estaba en cuclillas- Ese niño... ¿Es de Christian?
Aparto la mirada de ella y suspiro, es la pregunta que más tiempo llevo esperando oír pero la que menos quiero responder.
-Sí es de él quiero saberlo, tengo derecho a conocer a mi nieto.
-Elena, si es o no es suyo no es de tu incumbencia, ahora vete junto con mi padre.
Mientras ella se aleja aparece mi madre de la mano de César, merece ser feliz y sin ninguna duda él la completa.
-¿Y este niño tan bonito?- se le escucha decir en un tono de voz demasiado aniñado.
-Mamá, ahora no es el momento
Oh oh, menuda es Judith.
-Será el momento cuando yo decida, aquí, en casa como si estoy en la Conchinchilla.
-Esta bien..... por cierto ¿Te lo puedes quedar esta noche?
Ella asiente y yo la abrazo.
Se lo lleva para, según ella, "Presumir de nieto".
Me siento de nuevo en la tumbona, después de haberme quitado el vestidito, dejando ver mi precioso biquini.
David no tarda en acercarse a mi, se sienta detrás de mi, haciendo que mi espalda este total y completamente recostada sobre su pecho y su boca queda a la altura de mi oído.
-Preciosa, ¿Sabes lo mucho que me pones con ese biquini?
-No mucho la verdad
Digo en un tomo íntimo que me hace estremecer hasta a mi.
Me siento mejor, dejando mi culo ligeramente sobre su paquete, lo oigo resoplar y sonrio victoriosa.
-No sigas por donde vas, morena, porque vas a encontrarme y no quiero no nos arresten por escándalo público.
-Nadie te ha dicho que lo tengamos que hacer aquí.
-Esta bien, más tarde, cuando nos vallamos de aquí.
Él asiente ligeramente con la cabeza y yo me levanto para coger una cerveza de la mesa que han puesto con las bebidas.
-No sabia que bebieras.
Esa voz..... ronca no puede ser de otro que de mi padre.
-¿Que quieres?
-Para empezar que me respetes y también
-¿Qué te respete? ¿A ti? ¿Al hombre que no sabe aceptar la relación de su hija? Si claro y luego te despiertas.
-Ya hablaremos de eso; ahora solo quiero saber de quien es el niño que tiene tu madre en brazos.
- Mi hijo, ahora si, adiós .
Camino hacia las tumbonas.
- ¿Nos podemos ir ya?
Simplemente asienten, Marta va a cambiarse a su habitación, yo aviso a mi madre de que se quede con el niño y ella tan contenta de poder consentir a su nieto.
Voy hacia mi casa , me cambio de ropa y cojo mi moto.
David se monta de paquete conmigo y nos dirigimos hacia el descampado donde siempre nos emborrachamos.
-Mira a quien tenemos aquí, a la desaparecida, ¿Donde te has dejado a Christian? Aaah es verdad que esta otra vez con Lucía.
Respiro hondo antes de soltarle un derechazo en su agujero con dientes y me acerco a David, me cuelgo de su cuello y lo beso.
Cuando me separo de él busco una botella de Larios Rose y le doy un trago, ni Seven up ni pollas, necesito olvidarme del mundo.
- Iria, no - dice Marta quitandome la botella de las manos - Te lo echas en un vaso.
Cojo la botella y un vaso de mala gana y cuando voy a volver a darle un trago a la botella Marta me la quita, echa un poco de Larios en el vaso, hielo y Seven up.
No tardo mucho en beberme un poco de todo.
- Vamos a jugar al yo nunca- dice Eric.
Después todos estamos sentados en el suelo con nuestros respectivos vasos de chupito llenos de tequila delante.
- Tu empiezas por gilipollas.
-Yo nunca me he acostado con mi hermanastr@.
Cojo el vaso de chupito y me lo bebo de trago.
- Yo nunca he participado en ponerle los cuernos a mi mejor amig@.
Ahora es Eric el que coje el vaso y se lo bebe.
Así estamos hasta las tantas de la mañana.
David me lleva hasta su casa, nuestra tensión sexual es demasiado palpable.
Cuando metemos la moto en su garaje, sin bajarme le digo.
- ¿ Sabes? Siempre he querido hacerlosobre mi preciosa Ducati.
No podía haber dicho más, se acerca a mi y me besa con pasión.
No tarda mucho en desnudarme, desnudarse y meterse en mi interior.
Uno
Dos
Tres
Cuatro
En mi bajo vientre comienza a formarse una sensación de bienestar demasiado gustosa para dejarla ir.
Siete
Ocho
Nueve
Díez
Noto como mi vagina empieza a supcionar esa " máquina " que hace que no pueda dejar de hacer lo que hago.
He perdido la cuenta de cuantas veces a entrado ya en mi, solo se que una ola de calor se instala en mi cuerpo, arrasando con todo lo que pilla por delante para concentrarse en mi monte de Venus haciendo que llegue a un intenso orgasmo devastador.
David recoge nuestra ropa,  me coge en brazos y me lleva a su habitación, haciendo de nuestra noche, un momento inolvidable.

Te Has Perdido Quien Soy  {T2 LFFTE}Where stories live. Discover now