Seis

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Narradora:

--¡Tú!

--Y-yo.. --la pobre Yerin se señaló a sí misma.

--Si, ¡tú! Por favor necesito tu ayuda, te pagaré..

SinB y Yerin cruzaron miradas al mismo instante con expresiones de confusión y alivio a la vez.

--¿Puedes trabajar por lo menos hoy para mi?! --siguió hablando el dueño del lugar casi de rodillas.

--Jef.. --trato de hablar la menor de todas.

--¡SinB! --la señaló-- Tú también, por favor... ¡Umji y Yuju n-no podrán venir hoy en la tarde! Y últimamente viene más gente a esas horas --añadió desesperado--, te pagare el doble, ¿si? mira yo-

--¡JEFE! --grito Sowon para callarlo-- Lo siento, pero, ¿por qué no mejor las escuchas y luego sigues?

--S-si, tienes razón.. ¿Qué dicen, chicas? --miró a la castaña y a la pelinegra con preocupación.

--Y-yo acepto.. me vendría bien el dinero --añadió algo tímida Yerin.

--Yo también, no se preocupe jefe, de paso le explicaré algunas cosas a Yerin..

El hombre sonrió y grito de la emoción, sin duda, este era uno de los pocos dueños más divertidos y buenas personas que habían en Corea.

--¡Gracias! --sonó el celular de él-- Ahora debo irme, pero en serio... gracias --hizo muchas reverencias hacia Yerin y SinB y se fue a paso rápido hacia la puerta--. ¡Hasta luego!

--No te asustes, él es así --añadió Eunha una vez que él se fue--, pero es genial tener a un jefe así..

--Claro que lo es.. --rió la pelinegra-- esto es genial, ¡justo necesitaba dinero! --dio un pequeño salto y abrazo a SinB-- el dinero que reciba te lo daré por ayudarme.

La castaña algo sonrojada negó-- ese es tu dinero, te estoy ayudando sin pedirte nada, así que me niego.

--Pero-

--Pero nada.

Yerin hizo un puchero haciendo sonreír levemente a la menor. Mientras las otras dos chicas miraban con ternura aquella escena.

--Bien, basta de amor --dijo Sowon ganándose una mirada de Eunha por cortar el momento-- es hora de desayunar, vamos..

Todas asintieron y se adentraron más a la cocina para preparar algunas cosas. Sowon parecía una madre indicándole a las tres chicas como hacer las cosas, sin duda, era un cómodo y nuevo ambiente para Yerin.

.

La mañana paso algo rápida para las chicas. Yerin, siempre intentaba ayudar a sus tres nuevas amigas en lo que fuese, porque, realmente es una de esas personas que no pueden quedarse quieta, ni mucho menos ver a todas las personas trabajar a su al rededor y ella no hacer nada.

Ahora se encontraba descansando en la casa de SinB, para ser exactos, en habitación que le había dado. Hablando de esta, se estaba duchando, ya que, solo faltaba ella y en unos pocos minutos debían ir a trabajar, nuevamente.

--Aún me pregunto el por qué lo haces.. --susurro levemente Yerin para si misma y se recostó boca bajo en la cama-- eres una idiota.

La pelinegra se levantó de la cama y, con algo de nervios, empezó a sacarse la ropa lentamente para poder ponerse el uniforme de trabajo que SinB le había entregado.

Miro su cuerpo y sonrió tristemente de lado. Estaba muy delgada, pero el cuerpo tonificado no se le iba, el correr, trepar y las demás cosas que antes hacia le había aumentado su musculatura, también eso le recordaba la mala alimentación que llevaba, por suerte, llevaba, porque ahora apareció como un hermoso ángel en su vida para ayudarla, Hwang EunBi.

Empezó a ponerse el jean negro, cerró el cierre de este junto con el botón gris que llevaba. Se acerco a la cama para recoger la camisa, pero para su 'buena suerte', alguien había entrado sin tocar.

--Oye, Yer.....

Cualquiera le diría que cerrase la boca porque le podría entrar un insecto. La pobre Yerin sonrosada agarro la camisa y tapo su abdomen y sus pechos como pudo.

--¿A-acaso tu no aprendiste nunca a tocar la puerta?! --dijo una nerviosa pelinegra-- ¡¿Te quedaras viendo?! --completo la frase al ver que la contraria seguía mirándola tontamente.

--Y-yo..

--¿T-tú qué? --volvió a preguntar de espaldas mientras se ponía la camisa, o bueno eso intentaba.

--Realmente lo siento.. --susurro sin dejar de ver como Yerin se intentaba vestir-- No, no va así, déjame ayudarte..

La castaña se acercó a la pelinegra, parecía que estaba en shock por como hablaba, realmente le llamaba demasiado la atención la mayor. Se acerco a su espalda y agarro suavemente la camisa. Rozando su piel la deslizó hasta sacarsela, ambas se estremecieron ante tal contacto. SinB dio vuelta la camisa, ya que, estaba al revés, y giro a Yerin para indicarle con la mirada que la ayude a ponerle nuevamente la prenda.

Yerin seguía con la mirada las manos de Sinb, que se encontraban abrochando los pequeños botones blancos de su camisa, siempre rozando la pálida piel de la mayor.

--Listo.. --susurro y miro fijamente a la pelinegra-- solo falta esto --se acercó aun más intensificando el ambiente y puso un moño rojo al rededor del cuello de la camisa.

--Eso es lo que distingue el negocio, espero que no te sea incomodo --dijo dirigiéndose al accesorio anteriormente dicho.

--G-gracias SinB.. --dijo con una sonrisa tímida.

--N-no es nada, termina rápido q-que debemos irnos ya.

Y salió.

--Maldita EunBi, qué me estas haciendo.. --susurró con su corazón a mil y acomodando su ropa-- Tú me provocas entonces, ¿por qué yo no?





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Ufufuufuf se encendió está merda.

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PD: ME ESTOY MURIENDO CON EL COMEBACK DE RAINBOW 😍

La vagabunda | SinRinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora