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¿Mala noche Hela?
Era lo que todos sus compañeros de trabajo decían cuando miraban su rostro, con ojeras violeta que torpemente eran tapadas con maquillaje, ella solo asentía y bajaba la mirada. Si bien la noche anterior durmió "bien" su semblante no cambio pues sentía esa presencia, haciendo presión en su pecho, torturando sus pensamientos.
Intentaba concentrarse, revisando las notas, artículos o columnas que le traían, pero eso no quitaba la sensación. Quería llorar, correr lo más rápido posible y tirarse del puente más alto de la ciudad; pero no era correcto, eso era lo que quería "el" 
Apago el computador que tenía frente a ella, hizo a un lado el teclado y recostó su cabeza en el escritorio, cerró los ojos y suspiró dejándose llevar.

- Hela, es hora de irse.

Dijo una suave voz masculina, acariciando su espalda delicadamente y Hela abrió los ojos para encontrarse con su amigo.
Un chico pelirrojo, de piel clara y ojos verdes, le sonrió con dulzura ayudando a Hela a pararse y salir de la oficina.

- ¿Siguen esas malas noches verdad?

Consultó el pelirrojo mientras caminaban hacia el estacionamiento al ver lo distante que estaba su querida amiga

- se han vuelto peores Dave, quiero acabar con todo pero sé que estaría haciendo lo que esa cosa quiere que haga.

Dijo Hela pasándose una mano por el cabello y sus ojos grises se cristalizaron por la frustración.

Dave  la miró apenado, el había intentado ayudarle a deshacerse de esa cosa, pero nada había funcionado, por ello se había puesto a investigar y creyó encontrar la solución.

- quiero darte esto- puso unos libros en sus manos- creo que mucho de ahí puede ayudarte y darte respuestas, inténtalo puede que deje de molestar.

La castaña asintió con una sonrisa leve, besando en la mejilla a su amigo.

Pero cuando vio a Dave alejarse sintió como si alguien le apretara el pecho, haciendo que el aire de sus pulmones saliera de golpe, se sostuvo de su auto ya que por la falta de aire sus piernas flaquearon y su vista se nubló por unos segundos.

La sensación duró poco, pero el miedo que dejo en ella la hizo soltar lágrimas, Hela respiró profundo y ya más tranquila subió a su auto para encaminarse a su hogar, rezando por qué la presencia la dejara dormir.

No la dejo leer y mucho menos dormir, estaba más molesto de lo normal, solo quería desquitarse y ella era la mejor.

-  !Por favor basta¡

Grito la pequeña echa bolita en su cama, intentando rezar pero tenía un nudo en la garganta, no podía articular bien las palabras y lo único que causó en James fue  risa, hizo que esa risa tan siniestra y obscura fuera escuchada por Hela, quien se encogió un poco más en su cama y lloró con más fuerza .

- haré lo que tú quieras, solo quiero dormir.

Dijo susurrando por el miedo, no quería desenvolverse de entre sus sábanas pero un crujido de la madera hizo que por curiosidad sacara un poco la cabeza.
Pudo observar unos ojos azules entre la obscuridad, tan profundos y llenos de odio que horrorizada se volvió a tapar.

- no me hagas más daño por favor

Hela tomo valentía y se paró, caminando lento hacia la figura que ya no se veía con tanta seguridad.
James estaba asustándose, no la había visto así nunca, tenía apretados los puños y el rostro con un puchero que a su parecer era tierno.
Ese punzante dolor en lo que alguna vez llamo corazón volvió a hacerse presente, estaba arruinado...de nuevo

No permitiría que eso volviera a suceder así que la dejó inconsciente. Se recargó en la pared frente a su cama y la  miró toda la noche, le dio pesadillas y parálisis del sueño . Pero su rostro lo estaba cautivando, no desde ese día si no desde que ella comenzó a crecer y hacerse mujer, pero había reprimido eso y fue cuando sus ataques se volvieron más brutales.
Solo quería terminar con lo que le causó dolor, no quería sentir de nuevo, no quería que alguien lo volviera a lastimar y mucho menos a humillar de tal forma.

Una forma muy conocida lo saco de esos vagos pensamientos , era un ángel, no había recibido visita de uno desde hace tiempo.

- Otra ves tú James.

Dijo el joven de piel blanca, cabello castaño y ojos azules, un ángel muy hermoso que atendió al llamado desesperado de la muchacha castaña.

- ¿ Qué quieres David no ves que estoy trabajando?

Refunfuñó el rubio dirigiéndose al bello ángel, David  delicadamente se acercó a la castaña  y soplo un poco en su rostro trayendo un poco de paz a su alma atormentada.

- Solo déjala en paz un momento, no vez que ya no tiene a nadie.

James rodó los ojos, ya no se acordaba de la nobleza de aquellos seres.

- Y tú no entiendes que yo solo quiero librarme de esta estúpida familia.

David al escuchar eso se levanto de la cama y se puso las manos en la cintura, volteo un poco para ver a Hela su rostro era bello y en su mente ideó un magnífico plan.

-  Ella puede libarte.

Dijo sentándose en la cama , dandole caricias en su cabello ondulado, dandole sueños hermosos por primera vez en mucho tiempo.

- Cómo crees que ella pueda hacer que me libre, su familia me hizo esto.

James casi gritó y se intentó acercar para darle un buen golpe en la cara, pero la fuerza del pequeño ángel era más fuerte, hizo un gesto de disgusto, y se alejó de el hasta llegar a la puerta del dormitorio pero la voz de David lo interrumpió.

- De la misma manera en la que te metiste en esto.

El rubio se quedó perplejo, no pensó que la noticia se  diera tan  pronto

- Cómo lo sabes.

David se puso de pie y se acercó al estupido demonio que no entendía nada.

- Eh visto como te la quedas mirando cada vez que entra a darse una ducha, también cuando trata de pedir tu piedad tu corazón siente algo ¿no es así?

Pico con sus dedo índice el pecho de James sonriendo con burla.

- Pff claro que no, jamás volveré a caer en esos sucios juegos.

James se dio la vuelta y salió de la habitación siendo perseguido por el ángel, quien con una voz noble le dijo.

- Vámonos, solo dale una oportunidad, veo su corazón todos los días y no hay una pizca de superficialidad...ella no es igual a su tatarabuela.

La furia de James creció e intentó golpear a el castaño...no lo logró y mejor se resignó .

- Solo una oportunidad, no más, obsérvala esta semana y si al final no te convence, yo ya no intervendré en nada.

Continuó el ángel con una sonrisa, era una oferta que no podía rechazar, James acepto un poco a regañadientes.

"Quién sabe podría salir algo bueno en esa semana" pensó James

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Bien les dejo el nuevo capítulo.

Pido una disculpa por no actualizar en bastante tiempo,  se que casi nadie lee esta historia pero la disculpa va dirigida a esas cuatro o cinco personas que se toman el tiempo de leer.
Voten y comenten, cualquier duda, sugerencia o critica por favor díganla.

Loverman (Ángel) Where stories live. Discover now