Un Panecillo

29 4 2
                                    

Fred POV

Nos quedamos así un rato, realmente era reconfortante tenerla entre mis brazos y su rostro contra mi pecho, ella parecía haber olvidado lo anterior y sospechaba que permanecía allí solo por gusto.

-Fred- susurró aun contra mi pecho, y en mi interior ya sabía que vendría luego de aquello –creo que deberíamos regresar ya.

-No es muy relevante- respondí restándole importancia.

-Seguro Angelina estará buscándote- soltó una pequeña risa.

-Realmente no me importa.

De repente su risa cesó y ahora me miraba directamente con esos ojos ámbar que centelleaban con la luz de la luna, no me había dado cuenta de que desde el comienzo no llevaba sus zapatos de tacón, y solo me percaté porque justo ahora me estaba mirando desde abajo, aunque ella fuese considerablemente alta yo aún le llevaba un poco de altura.

Sin pensarlo demasiado acaricié su mejilla suavemente con mi pulgar, sus pecas estaban imperceptibles aquella noche, pero en cambio se dejaba ver una piel perfecta como de porcelana, mi mano se paseó suavemente por la línea de su barbilla y sostuve su mentón con mi dedo pulgar obligando a que levantara un poco más su rostro, me sentía hipnotizado, como en un trance, ya nada me importaba en aquel instante, ni Angelina, ni el baile, ya cuando me di cuenta mi rostro se estaba acercando al de ella, noté como sus mejillas se estaban haciendo rojas.

Yo ya estaba saboreando sus labios suaves.

Si no fuese por un molesto sonido que aturdió mis oídos.

-¡FRED!- gritaba la voz de Angelina con muy notable enfado una y otra vez.

Sentí como Záthura se sobresaltó levemente entre mis brazos.

-Te dije que debías volver con tu pareja de baile- se burló en una risita, aunque se dejaba ver un tono de melancolía.

Ella soltó sus manos de mi espalda y acarició fugazmente mi mejilla, se colocó en puntillas, cerró sus ojos y depositó un pequeño y húmedo beso en ella, se soltó de mi agarre y fue a por sus zapatos.

-¡Fred! Con que aquí estabas- decía molesta Angelina quien al fin me había encontrado, su voz sonaba irritada y de que podría matar a alguien en ese momento.

Pero su mirada me dio miedo cuando se percató de la presencia de Záthura.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con un tono muy grosero a la pelirroja.

-No te preocupes, ya me iba- contestó brindándole una sonrisa burlona.

Angelina la siguió con la mirada hasta que se marchó y yo permanecía inmóvil sin saber exactamente qué había ocurrido.

-Ahora tú vienes conmigo.

Y ya sin tener escapatoria Angelina me tomó del brazo y me llevó de regreso a la fuerza de una manera bastante rustica.

Luego de aquello no volví a ver a Záthura en el baile, solo pude observar a mi hermano bailando con algunas francesas. Cuando fui a dormir me quedé con el sentimiento cálido en mi pecho y recordando cómo casi había podido besar a Záthura y maldiciendo a Angelina por haberlo impedido.

Záhura POV

Me desperté temprano debido a un sueño muy raro donde Angelina era una serpiente y me perseguía subida a una bengala enorme del Dr. Filibuster, intenté conciliar el sueño pero no lo logré así que sin tener opción decidí levantarme. La mañana estaba particularmente fría así que me aseguré de cubrir bien mi cuello ya que mi voz había amanecido algo rasposa y susurrante, no tardé demasiado en arreglarme ya que no me maquillé, ni me peiné.

Bajé a la sala común y como imaginé no se encontraba ningún alumno mayor al segundo curso, seguramente se encontraban descansando luego del baile. Pasé por el retrato de la Dama Gorda y me dirigí al Gran Comedor, mi estómago demandaba comida así que tomé todo lo que me apeteció de la mesa, de todas maneras, el mesón de Gryffindor se encontraba vacío. Comía muy lentamente un panecillo de vainilla con mi barbilla apoyada sobre mi mano, observando el techo, intentando perder un poco de tiempo, cuando vi entrar a una única lechuza que depositó un pequeño sobre frente a mí, me sobresalté un poco, pero lo tomé de inmediato, seguidamente lo abrí para leer su contenido.

Querida Záthura,

¿Cómo te ha ido con tu querido amigo Fred? Necesito saberlo.

Te quiere mucho, Alphonse.

Aquel contenido me dejó desconcertada, sin dudas había sido directo, suspiré y guardé la carta en mi abrigo, tomé algunos panecillos que también oculté en mi abrigo y me dispuse a tomar un paseo, mis pies me llevaron hasta la orilla del Lago Negro, hacía mucho frio, pero de alguna manera me era agradable, así que tomé asiento al pie de un árbol y saqué mi lectura del momento para empezar a leer.

Mi mente divagaba, lo cual hacía que tuviese que leer la misma línea varias veces para poder comprenderla, estaba dispersa, y por más que no quería mis pensamientos me llevaban a mi encuentro con Fred, una vez más había permitido que viese parte de mi debilidad, y eso no estaba bien.

-Con que aquí estabas- dijo una voz, logrando que diera un salto.

-¡Casi me causas un infarto!- le regañé mientras colocaba mi mano sobre mi pecho para calmar mi pecho acelerado.

-Lo siento- se disculpó, aunque la risa que soltó luego no lo hizo sonar como que lo sentía.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó sentándose a mi lado

-Me estoy escondiendo de ti, bobo- bromeé.

-Ya, es que no querías que te dijera lo fea que te ves- y estalló en risas.

Mi cara se tornó tan roja como mi cabello, ya que acababa de recordar que justo estoy con el chico que me gusta, con prácticamente un pijama, sin peinar y sin maquillaje.

El chico que me gusta.

Alejé esos pensamientos velozmente y sacudí levemente mi cabeza para eliminar el sonrojo, aunque Fred pareció notarlo y ahora reía con más fuerza.

-¡No te rías!

-Es que debiste ver la cara que pusiste.

Yo solo me giré dándole la espalda con un sonoro "jum" fingiendo estar enojada con él, Fred aun reía cuando sin previo aviso sentí sus labios sobre mi mejilla provocando que el color regresara nuevamente a mis mejillas.

-Te lo debía- fue lo único que dijo, mirándome de una manera expectante.

Permaneció de esa manera durante unos segundos, esperando una respuesta de mi parte, sin embargo lo único que pude decir fue:

-¿Quieres un panecillo?

Vi un poco de desconcierto en su rostro.

-Por supuesto.

Y me arrancó el panecillo de la mano.

Pensé que quizá se enojaría, pero a decir verdad, permaneció igual de risueño que antes. En ese momento me percaté de que cuando estábamos juntos siempre había una sonrisa en mi rostro y eso me gustaba, me estaba dando cuenta de que era feliz de esa manera, aun si había decidido no luchar por mis sentimientos hacía Fred, estaba bien solo estar junto a él de esta manera.

Y me había dado cuenta, gracias a un panecillo.


Hola chicos, sé que he estado super perdida, sobre todo en cuanto a esta historia, la razón de esto es porque estoy en tesis, lo cual me deja muy poco tiempo libre y además, estar redactando el trabajo me deja muy pocas ganas luego de escribir historias, sinceramente, pero ya falta poquito para la presentación, luego de eso, probablemente pueda actualizar mas seguido e incluso tengo varias historias nuevas en mente, yay. Espero les guste este cap, sé que está cortito, pero la verdad a mi me gustó bastante :)

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 20, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

¿Bromeamos Juntos? (Fred Weasley)Where stories live. Discover now