Chico cinema

Prefacio

—¿Verdad o reto, Laura?—Preguntó Talia comiendo un bocado de sus palomitas.

Acabábamos de salir de ver la película «50 sombras de Grey» y casi no puedo soportar mi trauma. Eso de que la chica tuviera sexo en casi toda la película no fue de mi agrado. Bueno, por lo menos la moraleja fue que la protagonista era bien pendeja. Aunque no debería decir eso porque la verdad yo también estoy medio pendeja, pero ella estaba a un nivel incansable.

Ahora, Tali se la paso gritando y alangando a Grey lo cual no entiendo y diciendo: "dale duro contra el muro" mientras todas las chicas hormonales le seguían. No entiendo, tampoco, que en este momento quiera jugar ¿qué mosco le pico hoy?.

—¿Estas aburrida, verdad?—Respondí frunciendo el ceño y ella asintió—. Acabamos de ver una película, ¿no quieres que mejor te compre un libro y así te entretienes? 

—No, dale. ¡Juguemos!—Objetó, para nuevamente llenar su boca de palomitas. Una que sé de Talia es su obsesión con jugar verdad o reto y otra cosa muy importante de saber es que nunca se rinde cuando quiere algo. 

Levante mis manos en forma de rendición y ella embozo una sonrisa. Una batalla contra ella es una batalla perdida. Ya obtuvo lo que quería, genial.  

—Entonces, ¿verdad o reto?— Dijo elevando las dos cejas y haciendo un movimiento coqueto con ellas. Okay, esto es raro.

—Verdad. —Respondí rápidamente. Ya quería salir de esta situación e ir a casa.  

—¡Tu siempre eliges verdad, y sabes que soy tu mejor amiga. Me sé todos tus secretos!— Tenia razón.

—Okay, okay. Entonces reto y dale rápido que tengo que ir a casa antes de las 10. Ya sabes como es mamá.—Rodé los ojos y ella frunció el ceño en forma pensativa. Que Dios se apiade de mi. Sabiendo la mente retorcida de mi amiga, no me sorprende que termine tirándome de un edificio o sin ser virgen. 

Vi como su mirada se iba de un lado a otro, al parecer buscando algo para retarme o, bueno, a una víctima.

Me hizo una seña para que me acercara y cuando estuve suficientemente cerca me dijo:

—Te reto a que vayas a donde el chico del cinema. Ese que se encuentra en la barra de comida y le pidas su número. Después de eso, tienes que pedirle que te de un beso.—Dijo en forma de susurro. Yo miré al puesto y vi como el chico nos miraba sin entender que hacíamos. Esto no puede ser.

—¡¿Qué?! ¡Estas loca, Talia!—Exclamé, captando la atención de muchos de los presentes. Okay, debo mantener mi cordura—. Si piensas que haré eso, estas mal.

—Si no lo haces, tendré que ponerte un castigo. Tu eliges: hacer lo que te dije o darme todos tus posters y discos que tienes de TØP. Después los quemaré.— Dijo cruzando sus brazos y poniéndose en una posición de espera. 

Me maldije internamente. Eso me gano por jugar esas tipos de juegos con una lunática.

¡No tenía salida! Era eso o que quemaran mis discos y posters de TØP. La quiero matar, aveces me pregunto por qué es mi mejor amiga. 

—Bien, lo haré.—Respondí a regaña dientes.

Me dirigí al puesto de chucherías que siempre estaba en el cine. Divisé al chico que decía mi amiga, me lamente mucho por esto, pero era eso o TØP. Repito, eso me gano por jugar verdad o reto con una loca como Talia. Era de esperarse que saltara con algo.

Mire atrás por ultima vez y vi como mi mejor amiga me miraba con una sonrisa maliciosa esperando el acto de vergüenza que sufriría. Cuando notó mi mirada, aproveché y le levante mi dedo del medio, para después seguir caminando. 

Lo que estaba asegurado esta noche era mi muerte y un posible tragame tierra. Espero que alguien venga a mi funeral.