—llegamos —anunció el conductor, en este caso, Antoine.

Él fue el primero en bajar y en abrir la puerta de Ally. Salí del auto y miré la hermosa casa. Es súper linda, estoy segura de que tenía alberca detrás. Esperé a que ellos fueran delante y luego los seguí. Antoine tocó el timbre de la casa y esperamos a que saliera alguien. Cuando abrieron la puerta, casi me voy para atrás. Se encontraba Saúl Ñiguez en la puerta. Era más lindo en persona este chabón.

—¡Eh, Antoine! —saludo y lo abrazo —tú debes ser Allison, ¿Cierto? —pregunto y le dió la mano. Ella asintió y lo saludo —y tú, la amiga de Allison —me miró y sonrió

—Mucho gusto, soy Bea Rodríguez —dije y extendí mi mano. Él la aceptó.

—Yo soy... —antes de que terminara, me deje ganar por la emoción y lo interrumpí

—Saúl Ñiguez, lo sé —me sentí apenada, por interrumpirlo, pero su sonrisa me hizo sentir tranquila —me encanta como juegas —dije sin pensarlo. El río —disculpa, es solo que...soy gran fan del equipo —mencioné. Antoine me miró confundido.

—si es así, creo que te dará algo entonces. Pasen —dijo y los tres pasamos a la casa.

Todos, literalmente, todos estaban allí. Algunos con sus esposas o novias y otros solos pasando el rato. No podía creerlo. Literalmente, era como un sueño hecho realidad. Me presentaron a todos, absolutamente a todos; me agradaron en primera instancia. Las chicas nos sentamos a hablar sobre temas triviales como que estudiamos y esas cosas.

Me distraje de las chicas y vi a los chicos jugando FIFA. Me emocioné, ya que tenía tiempo sin jugar FIFA, a pesar de tener la consola en casa. Es aburrido jugar sola y Ally no quiere jugar conmigo nunca. Sin que las chicas se dieran cuenta fui al grupo de hombres y pregunté si podía jugar.

—¿¡Sabes jugar!? —preguntaron todos al unísono

—Claro —me encogí de hombros, como si fuera lo más normal —me encanta jugar FIFA —mencioné con una sonrisa.

—vaya, me sorprendes —dijo Saúl sonriendo

—Cuando termine esta partida, vas con el que gana —dijo Pogba, quien se encontraba jugando con Antoine. Asentí estando de acuerdo y tomé asiento al lado de Koke.

—¿Cuántos años tienes, enana? —pregunto Koke curioso, me reí por su apodo

—¿Cuántos me pones? —le pregunté alzando las cejas

—¿Sabes que es mala educación responder una pregunta con otra? —frunció el ceño.

—¿Lo es? —alce una ceja. Y luego de un rato, ambos reímos.

—ya enserio, te pongo...veinte —dijo con los ojos entrecerrados.

—Me alagas, pero nop. Tengo veinticuatro —

—¿Enserio? —preguntó Fernando Torres incluyéndose en la conversación —tienes la misma edad que mi esposa —dijo sonriendo.

—eso no es cierto, Fernando. Tu esposa tiene veintinueve —dijo Koke riendo.

—¡Shh! —dijo Fernando riendo —quizás así si le habla y motiva a Tefi a que juegue FIFA —le dijo a Koke. Luego me miro a mi —a ella no le gusta jugar FIFA conmigo —hizo un puchero.

—Te escuché, Torres —dijo entre risas una de las chicas, la que reconocí como Stephanie. Esposa de Fernando.

—Es que es cierto, nunca quieres jugar conmigo —dijo como si de un niño pequeño se tratase, los que estábamos prestando atención reímos.

TAKEN → Antoine Griezmann ✓Where stories live. Discover now