Para no volver

Mulai dari awal
                                    

Mi mirada parece perdida, como intentando reconocer un rostro entre la gente que de a poco pasa, con prisa, como siempre ocurre en las grandes ciudades, recuerdo que nunca te gustaron, la idea era irse de aquí, pero terminé por "echar raíces", de esas de las que tanto me burlaba y me quejaba, supongo que esas platicas planeando la vida eran tan solo un momento para distraer la mente, un pasatiempo más antes de entrar a una clase o salir a comer algo, como para hacer más ameno el camino, nadie hubiera pensado que todo eso no era real, bueno, quizá si, las burbujas en donde nos encerramos suelen ser tan eficientes, tanto que a veces no parece que estemos dentro.

Y una vez más un suspiro sale de mi boca, el frío comienza a pegar con fuerza, los recuerdos se esconden a prisa, tienen miedo a mojarse y ya de camino a casa poco importa, a pasos cortos, como intentando nunca llegar, aunque siempre termino girando la perilla de aquella puerta, sola y con ese pequeño olor a humedad que nunca supe de donde venia. Las cuentas por pagar amontonándose en la mesa junto a una gran taza de café, sucia, como era de esperarse, dos sillas y un plato de comida, seguro que la cajera de aquel supermercado me debe tener bien ubicado, el único imbécil que compra comida para uno, de la barata, por supuesto, junto a una cajetilla de cigarros y de vez en cuando una o dos cervezas, mismas que nunca tomo completas.

Pequeñas lagrimas se asoman de repente, ese olor a nostalgia volvía cargado de esas viejas imágenes, esas que parecen borrosas; amigos de los cuales apenas si recuerdo sus nombres, otros más que no tengo ni idea y unos que quisiera no recordar, esa sensación en el pecho que da un valor insospechado a esas que creíamos tontas acciones, nadie en ese momento hubiera pensado que momentos tan simples ahora tuvieran tal magnitud. Tantas cosas, tantos sueños, tantos chistes a los que nunca encontré significado, tantas personas y, entre tantas, llegas tú, más que nadie, ocupando la mayor parte de mis pensamientos, gastando mi tiempo, aunque para ser honesto el tiempo nunca ha sido un problema contigo.

Después de tantas cosas, de las mentiras que de piadosas pasaron a crear una doble vida, una que nunca me imaginé que te correspondería a ti, después de esos enojos que acababan de a poco conmigo, de esas miradas con culpa, o aquellas otras intentando ver la verdad a través de tus ojos, nunca lo conseguí, eso es cierto. Un suspiro y nuevamente la nostalgia, siempre quise aferrarme a algo que no iba a suceder, y es que es la verdad, tú jamás ibas a cambiar y mucho menos por mí, fue tonto creerlo, eso también lo sé, pero es que cuando uno es así de ingenuo todo parece ser posible, casi como en las películas, de esas historias que solo se ven a través de una pantalla. Justo lo que te molestaba, eso fue justo lo que me quedó cuando te fuiste y, por supuesto, a lo que me aferré después, cuando ya no quedaba nada más, tan solo esas noches sin dormir, llorando, como siempre, casi igual que cuando estabas tú. Ahora todo eso suena tan tonto ¿No? Creo que si me hubiera retirado a tiempo el dolor no hubiera sido tan destructivo, pensando de esta manera he sido yo el de la culpa, como un suicidio o algo parecido, como un estúpido intento más para hacerme daño.

Las horas pasan al igual que la madrugada, entre cobijas como cuando era niño, creyendo ciegamente que con eso los fantasmas no se acercarían, la almohada se humedece conforme mi llanto se hace más grande, el trabajo comienza a las siete y aún sigo preguntándome porque no me han despedido, la madrugada pasa despacio, o al menos eso parece, los recuerdos y ese viento frío recorren sin descanso la habitación, fue en ese momento, perdido entre el pasado que llegó a mí aquella sensación, esa que apenas si se puede describir, se sentía como antes, como en las muchas ocasiones en las que nos sentíamos seguros riendo entre amigos, como si lo malo estuviera tan lejos, como cuando nos sentíamos protegidos. Todo en ese momento se sintió como aquellos días, cuando una simple sonrisa lo curaba todo, como si de nuevo volviera a ser el niño que confiaba, que lo intentaba y se divertía en el proceso, se sintió tan como antes, como si fueras a recostarte a mi lado y susurrar que nada pasaba, todo se sentía tan tranquilo y en esa calma tan esperada por fin se comprendía el mensaje, a veces solo eso se necesita.

Una sonrisa sin explicación antes de que el sueño gane la batalla de todas las noches, el despertador suena antes de que el tenue color azul ilumine la habitación, un último bostezo antes de poner ambos pies en la alfombra, un café, como siempre, tan cargado que hasta ahora me sabe mal, camino con prisa hasta la parada del autobús, con suerte consigo un lugar, menos gente que de costumbre, como tanto reclamé por años. Las mismas calles ahora parecen distintas, conforme comienza el camino pude notarlo, hay tantas cosas de las cuales me perdí mientras me concentraba en pensamientos tan vagos, lo que lo hizo diferente tan solo fue el juzgar demasiado rápido, ahora que todo se siente como antes esta ciudad sigue sorprendiéndome y es que la verdad es tan simple como eso, a veces el sorprenderte es lo único que necesitas para darte cuenta de lo que significa el tiempo y estar aquí siendo testigo de todo, como debió haber sido desde un principio.

FIN

Para no volverTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang