Verdades Reveladas

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-¡No puedo más!

-Bonniebel, trata de calmarte.

-¡No puedo! ¿Hasta cuándo voy a tener que soportar que Marceline ni siquiera me dirija una mirada, hasta cuando? ¡He intentado por todos los medios averiguar quién o quiénes nos hicieron esto! ¡Ahh, pero Marceline sigue creyendo que fui YO!

-Bonnie, tienes que entenderla. Para ella no fue nada fácil, dale un poco de tiempo y verá como se soluciona todo...

-¡¿Tiempo?! ¡¿Tiempo?! ¡Tiempo es lo que menos tengo, Anillo!

-Bonniebel, estas muy alterada. Voy a traerte algo de beber.

La Princesa del Anillo salió de la habitacion, dejando a la Dulce Princesa sola.

¿Por qué Marceline no me cree? ¿Por qué? -era lo único que se repetía la Princesa una y otra vez-

-¿Princesa?

-¿Eh? ¡Oh, Guardia Banana! ¿Qué sucede?

-Hemos encontrado a La Princesa Desayuno husmeando en el Palacio.

-¿Desayuno? ¿Husmeando? Que extraño. ¿Qué han hecho con ella?

-La hemos capturado cuando intentaba escapar. Esta en la habitación I.

-¿La habitación I?

-Si, así la llamamos, es una "I" de "interrogatorio".

-Oh, ya veo. Bueno, ¿me llevarías ahí?

-Por su puesto, Princesa. Vamos.

-.-.-

-Desayuno, por última vez... ¿Qué hacías en husmeando en el Palacio? -dijo la Dulce Princesa-

-Nada, ya te lo dije.

-No te creo, ¿sabes? De hecho, empiezo a pensar que tienes algo que ver con lo de Marceline.

-¿Yo? -dijo algo nerviosa-  ¿Yo? Para nada. No tengo nada que ver con eso.

-Ajá. Vamos Desayuno, dime qué pasó y tal vez reduzca tu castigo.

-Ahhh... De acuerdo. Sí, es cierto, yo ayude a Ricardio... Él, él... ¡Quiere secuestrarte Princesa! Al principio me opuse pero me dijo que podría volver a estar con Marceline.

-Que tú... ¿Qué? ¿Con Marceline?

-¿No lo sabes Princesa? Antes de ti hubimos varias.

-¿Marceline y tú...?

-Sí, y también Laurel, Flama, la Princesa Océano... Incluso Anillo.

-¿A.. Anillo? ¿Ella... ? Es decir... ¿Todas ustedes y Marceline...?

-Sí, y tú eres sólo otra en su gran lista.

-Pero.. ¡DIJO QUE ME AMABA!

-Sí, a todas nos ha dicho eso. Y yo caí en su sucio juego. ¡Caí como una estúpida! Me enamoré de Marceline, sí, igual que tú. Pero esta vez fui más lista. Ayudé a Ricardio: todos ganábamos. Me acercaría a Marceline y él a ti. Les ofreceríamos consuelo mientras seguíamos siendo amantes. Ja, no puedo creer lo ingenua que fuiste. Esa noche fui a la cocina y eché una pastilla en tu vaso de agua para que olvidaras todo y odiaras a Marceline. Funciono a la perfección, ¿eh? El resto lo hiciste tu sola. Incluso mejor de lo que lo habíamos planeado. Echaste a Marceline del palacio; solo tuvimos que enviar a los Guardianes de la Promesa Real, aunque créeme, no fue fácil conseguirlo.  Pero después de mucho esfuerzo, lo logramos. Llevaron a Marceline a una celda y le dijimos que todo era por ordenes tuyas y que ya no la amabas.
Pero empezaste a buscarla y entonces la encontraron. Yo vine hoy a buscar a Ricardio. Debería seguir aquí.
Esa es la verdad, fin.

-Tú...tú...tú... ¡¡Voy a matarte, Desayuno!! -Dijo la Dulce Princesa y le dio un golpe a la Princesa Desayuno.-

-¡Auch! ¡Oye! ¡Dijiste que te contara la verdad y eso hice! ¡No puedes golpearme así de la nada!

-¿Ah, no? ¿Quién lo dice?

-Yo lo digo, mi cielo. -Era una voz diferente, de hombre.-

En ese momento la Dulce Princesa se dio cuenta de que la Princesa Desayuno la había estado distrayendo con su historia para poder acabar con los Bananaguardias.
Volteo lentamente y vio a Ricardio acercandose lentamente.

-¿Me extrañaste, Bonnie?

-.-.-
¡Uhh,  por Dios! Creo que empieza a ponerse interesante... Jeje,¡ déjenme su opinión en los comentarios! Nos leemos la proximaaa :)

Confusiones Reales (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora