Capítulo 30: juntos

126 10 0
                                    

Lena se rió en voz alta mientras Julia hacía una mueca imitando a uno de los otros estudiantes.

"Julia, párate, te ves como un bagre de gran tamaño jadeando fuera del agua!"

-replicó Lena, aunque esto sólo alimentó el comportamiento tonto de Julia.

"Cuando tu rostro congela así no esperes ninguna simpatía de mi parte!"

Julia se limitó a mirar eso, su expresión se convirtió en una mueca.

"Oye, yo soy tu novia!"

Lena se rió en voz alta por el falso dolor en el tono de su pareja.

"Estás loco si eres cualquier cosa!"

Lena replicó, tratando de sonar serio, aunque fracasó.

"¿De verdad ?, ¿crees que estoy loco ?, entonces debes serlo también, porque fuiste tú quien dijo al tipo más popular de nuestro grado".

Lena se encogió de hombros.

"No me importa si él era el presidente de la clase. Nadie habla de usted como lo hizo".

-respondió Lena, con una expresión de vergüenza-.

"Puedo manejarlo."

Julia empezó a suspirar.

"Sé que puedes, simplemente no tienes que lidiar solo con eso, ahora me tienes a mí".

Julia se ruborizó ante la declaración, Volviéndose de Lena.

-Sí, bueno ... supongo que soy el que te protege.

Lena sólo rodó los ojos ante el comentario de su novia.

-Entonces, aceptemos protegernos unos a otros, de modo que ninguno de los dos está solo.

Más tarde esa noche Lena durmió junto a Julia, la niña más pequeña cuchareando la más alta. Parecía que Julia acababa de quedarse dormida cuando despertó con un grito, viendo a Lena sentada en la cama, temblando y mirando hacia sus manos.

Julia al instante supo lo que estaba mal cuando vio la mirada familiar sin alma en los ojos verdes de la pelirroja.

Silenciosamente envolvió sus brazos alrededor de Lena por detrás, presionando un beso en su sien como ella comenzó a susurrar dulcemente a ella, tratando de calmarla.

Lena podía ver la sangre, podía ver su cuerpo caer, sentir el arma en su mano.

Vio la luz salir de sus ojos.

Pero entonces una voz suave la llamó, recordándole por qué había peleado aquella noche.

-¿Salen las pesadillas?

Preguntó, haciendo que Julia suspirara.

"Ellos disminuyen ... Pero no, pero es matar o ser asesinado a veces, ese bastardo me hubiera matado y probablemente tú. Has matado en defensa propia."

Julia respondió, su voz casi demasiado baja para oírla antes de añadir

-Además, tomó algo de ti que siempre tendrías que controlar ... Bastard se lo merecía.

Un ángel y un diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora