Nunca pensé vivir en menos de dos días tanto dolor y una felicidad indescriptible y única, tuve que enfrentar una verdad dolorosa, el engaño y la decepción puso a prueba el amor que le tengo al amor de mi vida ¿Podre perdonarlo?... pasaran muchos a...
Los recuerdos vienen y va sobre todo el último día, a veces creo escuchar sus gritos en mi cabeza que se desplazan una y otra vez perturbándome.
Los días pasaron eternamente, tengo dos meses de embarazo sin saber qué hacer con mi vida, hoy cumple dos meses de muerto Felipe, su familia me ha apoyado demasiado, está al pendiente y su hermana Gabriela me acompaña a las ecografías, debo descansa y no estresarme, pero como no hacerlo cuando has perdido a la persona que más has adorado en toda tu vida, con la que has compartido desde momentos felices y agrios, esa que te hacia despertar todas las mañanas.
Hija - la señora Ferrer me llama desde la cocina, la mayor parte la paso en la casa de la familia de mi esposo ¿Vamos a ir al cementerio en la tarde, vas a acompañarnos? - pregunta la señora Ferrar en tono de tristeza y melancolía.
yo - la voz se me quiebra, porque me doy cuenta que ha pasado 60 días desde que él se alejó de mi vida para siempre.
si no quieres ir, yo lo entiendo - dice la señora Ferrer cariñosamente.
iré - digo decidida aunque me duela el corazón aceptar esta pérdida tendré que enfrentarla en algún momento.
Ciertamente mi vida había dado un giro de 360 grados, estuve un buen rato buscando un vestido adecuado para ir al cementerio, en el camino compramos unas flores, mis favoritas, intentaba no mostrar la tristeza que me mataba, lo quería y aún lo sigo queriendo como se pudo haber ido de mi lado tan rápidamente.
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