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En una pequeña aldea en donde se encontraban elfos, hadas, brujas y toda clase de personas que se puedan imaginar, vivían Park JiMin y Min YoonGi, hombres mitad lobo. El menor de ambos apenas terminaba la secundaria, mientras que el mayor ya comenzaba su carrera en leyes.

El lindo omega era amigo del paliducho alfa, bien no eran cercanos pero por lo menos se podían intercambiar un pequeño saludo por cortesía. Se notaba a lenguas que su "amistad" no era la mejor de todas, pero vamos, a ellos dos no les afectaba y al fin les daba igual.

Se preguntarán.... ¿Cómo es posible que sean amigos si Min ya comienza la universidad? Pues bien, verán, gracias a un chico llamado "Taehyung" se conocieron, pero eso se contará después.

Aunque el pequeño Park no esperaba ver a Min, pues su último encuentro terminó en una de sus típicas peleas, ya tan solo recurrían a eso como excusa para no verse... Por las simples peleas sin sentido que tenían.

-JiMin, apúrate, llegarás tarde a la escuela.-

Su madre lo sacó de su pequeña ensoñación y optó por terminar de arreglarse. Un pantalón algo ajustado de un color claro, un suéter una o dos tallas más grande que él y unas converse blancas; paso sus pequeños y regordetes dedos por sus cabellos rosados haciendo que estos quedarán atrás y sonrió hacía su reflejo, se veía adorable no hay que mentir. Tomó su mochila y la colgó en su honbro izquierdo para después bajar las escaleras con sumo cuidado; entró a la cocina y saludó a su madre moviendo su manita suavemente.

-Jiminnie, tú desayuno ya está servido, te dejó... Debo ir a trabajar pequeño.-

El nombrado asintió y la omega dejó un sonoro beso en su frente para después tomar sus cosas y irse. Desayuno rápido y con todo listo, se fue directo a su instituto, no quedaba tan lejos, tan solo unos 15-20 minutos caminando y llegaba sin problema alguno. En la entrada logró visualizar a su mejor amigo Taehyung, se le acercó y lo abrazó por la espalda.

-TaeTae~...- Canturreo el más bajo mientras que el mencionado se volteó rodeando la pequeña cintura del omega y sonrió rectangularmente. Ahora mismo los podrían confundir con una pareja fácilmente por el trató cariñoso y por el simple hecho de que Kim sea un alfa.

Un alfa con el aroma a pino y pasto húmedo, delicioso ante el olfato de cualquier omega... Y JiMin era consciente de ese rico aroma.

-JiMin, adivina.- El menor lo miró confundido mientras un puchero adornaba sus labios, a veces el chico alto podía ser extraño y confuso, era parte de su ser.

-Adivino... ¿Kookie aceptó salir contigo?.- El alfa pudo sentir sus mejillas arder y asintió tímidamente, a veces su actitud tímida lo hacía pasar como un omega.

-Si, después de estar insistiendo por una semana.- Rodó los ojos. -Aunque prefiero a que sea difícil que una regalada.-

-En eso... ¿Concuerdo?.-

La campana sonó haciendo que ambos jóvenes se sobre saltarán por estar tan absortos en el tema; se tomaron la mano y caminaron a su respectiva aula, era una suerte que ambos estuvieran en el mismo grupo.

Y si, era normal entre ellos esas muestras de afectó, para ellos no significaba nada más allá de la amistad/hermandad que tenían.

•••

Ya las clases por fin habían acabado, Park tenía una sonrisa de oreja a oreja, tan solo estaba a unas cuadras de su cálido hogar. Está vez no lo acompañaba Taehyung, pues tenía su salida con JungKook justo después del fin de las clases; llegó a casa y abrió con las llaves que siempre llevaba, nunca salía sin ellas. Se extraño mucho al notar un aroma diferente, uno que se le hacía vagamente familiar... Claramente no era el de su madre, ya que ella desprendía un olor a canela dulce. Esté aroma era a menta y hierba buena, muy agradable... No era tan embriagador, pero JiMin sentía como si fuera lo mejor que ha inhalado en su corta vida.

-Hijo, ya llegaste.- La señora Park se acercó apresurada donde su pequeño hijo y le dio un cálido y acogedor abrazo de bienvenida.

El joven correspondió sonriendo levemente -Mamá... ¿Hay visita?.- Pregunta con algo de desinterés por estar fundido en aquel descriptivo aroma.

Alfa.

Un/una alfa estaba en su hogar.

-Oh, si, si... El joven Min ha venido de visita.-

JiMin al escuchar esa respuesta no pudo evitar arrugar su nariz, cruzar sus brazos y hacer un lindo pero tierno puchero. Quizá él pensaba que se veía atemorizante.... Pero era todo lo contrario, se veía realmente adorable como siempre, sumando que sus mejillas tenían un leve color rosado adornandolas.

La omega rió por lo bajó y desvió un poco su mirada.

-Jiminnie... Sé que hace tiempo no lo has visto, pero vamos, ve y dale un saludo como se debe.- La señora Park infló sus cachetes mientras tenía su ceño fruncido.

-Está.... Está bien mamá.- JiMin bufó y se dirigió al proviniente del delicioso aroma.

-Park.-

-Min...-

JiMin no esperaba ver a YoonGi después de su última pelea, JiMin no se imaginaba ver el coñazo que se dio el alfa, antes tan solo era un debilucho; JiMin no se esperaba ni verlo en pintura... Ni con una chica a su lado.

¿De qué me perdí?.

-Algodón.

49 Days •YoonMin_Omegaverse• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora