¿Te quieres casar conmigo?

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Comenzó a explicarle su condición y las consecuencias que traería, también le dijo que en unos días podría irse pero ella tendría que visitarlo para checar como sigue ya que su accidente fue muy fuerte.

Cuando Brendon volvió a su casa tuvo que pasar tiempo con amigos y familia para poder recordar un poco de su vida, al mismo tiempo, Sarah iba una vez a la semana para darle un chequeo a Brendon. El comenzaba a querer a Sarah y verla como su amiga, una muy buena y cercana.

Cuando las consultas terminaron Brendon comenzó a visitarla al hospital, Sarah al principio se mostraba indiferente hacia Brendon, como si fuera una persona más. Luego de un tiempo Brendon le contó que tenía una banda y que les pagaban bien y así podía invitarla a salir un día que ella pudiera, al escuchar eso Sarah comenzó a parecer más interesada en Brendon.

Sin darse cuenta comenzó a enamorarse de ella y al parecer ella también, Brendon la quería mucho, era como un ángel para el, se sentía completamente enamorado de ella. Se sentía tan feliz de estar con ella. El decía que Sarah lo había salvado, que era perfecta, solo la pasaba hablando de ella.

Adoraba sus grandes ojos, su piel suave y blanca como la porcelana, sus delicadas manos, su cabello largo, simplemente amaba todo de ella. Era su "primer" amor, o al menos el que recordaba, él pensaba que estaban destinados a estar juntos y por parte de Sarah también se mostraba muy cariñosa.

Varios meses después de que se comenzaron a hablar, Brendon por fin se digno a invitarla a salir oficialmente. Sarah aceptó con mucho gusto, la llevo al centro de Los Ángeles, como estaban cerca de Navidad el centro y toda la ciudad estaba perfectamente  decorada con brillo y colores invernales, eso hacía la cita aún más linda. Brendon recogió a Sarah en el hospital, cuando la vio se sintió aliviado de que no fuera una ilusión. Entro a el coche y comenzaron a ir por la ciudad hablando enérgicamente.

—¿Qué me vas a regalar de Navidad?—pregunto Sarah juguetonamente.

—Oh, aún no lo había pensado—Brendon se puso rojo ya que no planeaba regalarle nada—¿Qué quieres?

Ella sonrió mucho, su sonrisa era enorme. De inmediato se notaba que tenía algo planeado.

—Que tal si en el centro decidimos eso.

Él sonrió y se dedicó a conducir, al parecer estaba yendo de maravilla su cita. Sarah parecía muy feliz al igual que el.

El centro era como un gran centro comercial pero sin techo, al aire libre. Todos los años había una feria navideña donde había varios puestos para compras navideñas. Esa noche no se encontraba tan lleno como casi siempre lo estaba.

Cuando llegaron Sarah le tomó la mano a Brendon y comenzó a correr hacia una tienda, Brendon iba atrás, casi lo llevaba arrastrando. Al momento en el que llegaron Brendon tuvo que tomar un pequeño descanso ya que se encontraba cansado, Sarah solo veía emocionada desde afuera, parecía un niño en una dulcería. Entraron y Sarah comenzó a tomar ropa de montones, al igual que bolsos, zapatos y maquillaje, finalmente cuando termino de cargar toda la tienda miro a Brendon.

—Este será un buen regalo de Navidad—el solo la miro confundido.

—¿Todo eso?—Sarah asintió—¡es demasiado!

—año me quieres decepcionar antes de Navidad, ¿o sí?

Brendon accedió a comprarle todo lo que quería esa noche, era algo que Sarah siempre hacía con sus novios o pretendientes. Pronto ese pequeño capricho pasaría una vez al mes, luego a la semana y por último todos los días.

Después de pasear un rato por el centro se fueron a sentar en unas bancas, Brendon sabía que era la hora de que tuvieran algo oficial, que al fin su relación fuera serio, se canso de ser casual con Sarah, al fin tendría el valor de preguntarle esto y hacía tiempo que lo quería hacer.

—Sarah...—susurro—hay algo que quiero preguntarte—comenzó a jugar con sus manos mostrando sus nervios—¿te gustaría ser mi novia?—Sarah lo miro y le tomó las manos.

—No me gustaría Brendon, me encantaría.

Se fueron de ese lugar abrazados y tomados de la mano, Brendon estaba muy feliz de que ella dijera que sí, se podría decir que era el hombre más feliz esa noche. Sarah tenía en mente otra cosa, no para hacerlo feliz a el, si no para ser feliz ella misma.

Pasaron tres años y medio siendo novios. Durante ese tiempo Sarah era igual, siempre buscaba aprovecharse de Brendon sacándole dinero, siempre era lo mismo, él no quería reconocer que ella se aprovechaba ya que estaba muy enamorado de ella. Tomó una decisión muy arriesgada, fue a una joyería y compro dos anillos, anillos de compromiso. Tenía planeado dárselo a Sarah durante una cena que tendrían esa noche, le pediría su mano y serían felices para siempre.

Llegaron a el lugar de la cena, Brendon estaba excesivamente inquieto esa noche, y más que eso estaba muriendo de nervios. Sarah no trataba de hacer algo para que Brendon se tranquilizara, al contrario, lo ponía aún más nervioso.

—Sarah, mi hermosa Sarah—Brendon se levantó de la mesa y se puso enfrente de ella—quiero que me hagas el honor...—se arrodilló enfrente de ella y la miro a los ojos, Sarah tenía una expresión de enojo que parecía no desaparecer— ...de ser mi esposa.

Ella solo comenzó a reír a carcajadas burlándose de él mientras le apuntaba con el dedo.

—Vaya que eres tonto Brendon—dijo alzando la voz y todos los de el restaurante escucharon—¿crees que me quiero casar contigo? ¡Claro que no!—ella no paraba de reír mientras hablaba—. Mírate, no vales nada. Lo único de valor en ti es tu dinero—las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de Brendon—, he tenido una aventura Bren, por qué me aburres, lo único por lo que estaba contigo era por tu dinero, no por qué te quisiera.

Ella se retiró dejando a Brendon aún de rodillas, lo dejo en vergüenza ya que todos en el lugar habían escuchado todo lo que dijo. Se fue a su casa, decaído, sin poder creer que había desperdiciado cuatro años de su vida en Sarah, en su "amor de la vida".

—Brendon, si te duele recordarlo no me lo tienes que contar—dijo Ryan tratando de tranquilizar a Brendon, él le quiso contar lo de Sarah pero comenzó a llorar desconsoladamente—es tu pasado y si te duele no te haré sufrir por eso, yo te amo sin importar lo que otra persona haya dicho y espero que tú también lo hagas.

—Ryan...yo también te amo.

Los ojos de Ryan se iluminaron por completo, se lleno de felicidad al escuchar eso.

—Hazte un favor—pidió Ryan refiriéndose a Sarah—saca de tu vida a quien ya te saco de la suya.

Los dos se abrazaron intensamente, sin intención alguna de soltarse jamás. Desde la cocina Dallon miro todo y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

«»






Aclaraciones: uno. Brendon sufre distintos problemas mentales que fueron consecuencia de su amnesia, estos son depresión y ansiedad. dos. Súper amo a Sarah solo hice que fuera una maldita perra para que tuviera trama todos esto.

¿por qué creen que Dallon lloro? Saquen teorías.

bueno ya que estamos aquí quiero comentarles algo. Últimamente me esta costado mucho actualizar, no me refiero a que no tengo tiempo por qué eso me sobra, lo que quiero decir es que no encuentro "inspiración"(por así decirlo) para escribir. Imaginemos que mi cerebro es una naranja y que la exprimieron, pues ahora no le queda jugo para crear más capítulos chidos. Así que si ven que no actualizo pronto es por eso.

*foto para describir mi situación*

*foto para describir mi situación*

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Moon Boy| RydenWhere stories live. Discover now