Popcorn ^^

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Narra Rodrigo
Ya que todo iba genial con Adrián y hacíamos dieciocho meses de noviazgo decidimos que la mejor manera para dar el siguiente paso era tener un hijo.

                                •••

Han pasado nueve meses desde que Adrián se quedó embarazado.
Y ahora, en estos momentos nos encontramos a punto de conocer a nuestra esperada y queridísima hija, a la cual llamaríamos Alexia.

Al cabo de unas horas entró el médico con nuestra pequeña en brazos, Adrián la recibió muy emocionado al borde de derramar varias lagrimas de alegría, las cuales retuvo para sí mismo.

Una vez nos explicaron todos los cuidados para nuestra hermosa pequeña nos fuimos a casa muy alegremente.

Al transcurso de los días nos empezamos a dar cuenta de que el bicho que teníamos como hija no se parecía a nosotros, no tenía ningún rasgo que nos caracterizara.
Tenía los ojos demasiado rasgados para un occidental y la piel pálida de un tono amarillento, como creíamos que estaba enferma la llevamos al hospital más próximo de nuestra localización el cual se llamaba YoongoBongo.
Primero acudimos a la recepción y pedimos cita para ver si nos podía atender el doctor Hainz Doofenshmirtz especializado en enfermedades infantiles.
Una vez que nos atendió el doctor se llevó a la niña a su consulta privada.

Estaban tardando demasiado y nos empezamos a preocupar, por eso nos convertimos en cotillas y pusimos la oreja en la puerta para poder escuchar que es lo que estaba sucediendo, por lo que pudimos oír un pequeño fragmento de la conversación.

-No les podemos decir que la niña no es suya, no se pueden enterar que su verdadero hijo murió en la cesárea.- Pudimos reconocer la voz del doctor Hainz Doofenshmirtz al otro lado de la puerta- Tenemos que inventarnos una enfermedad para explicar los rasgos asiáticos.-

-No les podemos decir eso-  Dijo una voz femenina que no pudimos reconocer, supusimos que era una enfermera.

-No te preocupes, déjamelo a mí, yo sé cómo solucionarlo.- Tranquilzó el doctor a la supuesta enfermera.

Adrián y yo no sabíamos cómo reaccionar ante esa situación en ese preciso instante, nos encontrábamos en estado de shock.
Empezamos a oír unos pasos a través de la puesta y empezamos a correr a nuestros respectivos sitios, en la pequeña y minimalista sala de espera. Justo entonces salió el doctor pidiéndonos que le acompañáramos al interior de su consulta.
Al entrar nos sentamos en las sillas que había enfrente de su escritorio, mientras la pequeña Alexia estaba en mis brazos dormida.
El doctor comenzó a hablar:
-Tengo algo muy importante que deciros- Nos informó. Estaba sentado en su silla rotatoria, mientras que apoyaba su barbilla en su mano derecha con aires de superioridad.- Vuestra hija tiene un serio caso de Chinitis Aguda- Prosiguió el mismo.

Nos sorprendió que nos mintiera de esta manera, ya que sabíamos toda la verdad. Por eso le respondimos con un borde "oc." Y nos fuimos a nuestra casa con nuestra hija.



Narra Dr.Doofenshmirtz
*Dia del nacimiento de Alex*
Cuando fuimos a examinar que todo en la salud de Alex estuviera bien nos dimos cuenta de que no había señales de vida, por eso decidimos tirarlo al contenedor en una bolsa de basura.

Además, nos dimos cuenta de que era hombre, no mujer, por lo que decidimos cambiar al bebé por uno que fue abandonado por sus padres, ya que, además, era mujer.


Narra Roberto
Ha pasado aproximadamente un año desde que decidimos vivir en un contenedor.
Durante todo este tiempo han ocurrido numerosos acontecimientos. Nos mudamos a un contenedor mejor al lado del cine NamJin.
Debido a las visitas que recibe el cine nombrado anteriormente, los espectadores que acudían a ver las películas en estreno nos lanzaban palomitas por pena, con las cuales nos podíamos alimentar y pasar todo el año sin necesidad de ir a nuestro supermercado mas cercano y comparar algo que llevarnos a la boca.

Otro acontecimiento que pasó y que marcó nuestra vida por completo fue el hecho de descubir que había un niño llorando en el contenedor en el que nos alojábamos, por lo que decidimos acogerle como nuestro hijo, Pablo, el cual nos dió problemas desde que lo rescatamos del contenedor.

En vez de lanzarnos palomitas nos deberían haber tirado un manual sobre cómo ser padres, ya que, al parecer darle de comer restos de comida que dejan otras personas en la basura solo hace que llore más que cuando tenía hambre.
•••

Hasta aquí el capítulo






















A tomar por culo












No mojéis braga, que os veo 🌚💦































No mojéis braga, que os veo 🌚💦

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CISTERNA {+18} Where stories live. Discover now